Por Eolia & Jaqueton:
Jaqueton:
- "Aunque no fue salida propiamente dicha... Fue un encuentro familiar y estupendo, que además de hacernos pasar un buen rato, nos procuró unos cuantos zumos de cebada y lúpulo.... je, je, je....
No estaba previsto hacer crónica de éste encuentro. Pero ya os contaré... ya...
Que Eolia y yo, tuvimos un encuentro cara a cara con el peligro de un incendio, que bien merece la pena contar con detalle...
Así que en cuanto tenga un rato, escribo cuatro líneas contando el caso..."
Eolia:
- "Luego Jaqueton lo cuenta con más detalle pero la cosa fue más o menos asi:
Ibamos tan felizmente por la carretera (de curvas), veíamos humo en el cielo, pero bueno, Jaquetón...pa alante...
Seguimos con cada vez más curvas y, tras cada curva, más humo y Jaqueton...pa alante...
Seguimos con las curvas, el humo y solos (nadie más circulaba), pero Jaqueton,...pa alante...
Vemos un monton de coches parados, y un agente forestal, o bombero o poli (no lo sé), vamos, un hombre con una especie de barra fosforescente en la mano, haciendo parar a todos los coches que pasaban porque ahi, ¡¡¡estaba el incendio!!! y Jaqueton...pa alante ...
Me giro y me veo al pobre hombre con la boca abierta pensando "mecagonlosmoterosylamadresquelesdadecomer" y Jaqueton...pa alante,
Cruzamos el fuego (no literalmente, pero casi...ostias, como ardia el borde de la carretera!!!), no se veia nada, todo un cordón de humo y Jaqueton, por entre el humo...pa alante...
Damos la curva y de nuevo, más coches parados, bomberos, la poli y nosotros...pa alante...
Total, que salimos de la zona de peligro, dejamos atrás al humo, las brasas, el fuego, los coches y al pobre hombre de la luz fosforescente y es luego, cuando Jaqueton (muy comprensivo él) va y me suelta...:
Estás bien? ¿Quieres que paremos?"
Jaqueton:
- "Je, je, je.... Pues practicamente no hace falta que dé más detalles de lo ocurrido. Que Eolia lo ha contado de buten...!
La verdad es que no parecía que hubiera peligro alguno, pues el incendio estaba unos cuantos metros por encima de nosotros... y la carretera despejada.
Por eso seguí tirando "pa alante"...
Aunque he de reconocer, que hubo un momento en que a puntito estuve de darme media vuelta.
Y es que entre los primeros coches parados, y los segundos, la carretera se llenó de un humo denso y blanco, que me impedía ver hacia donde iba... y justo cuando me dispuse a frenar y dar el giro, el viento se llevó esa humo, y descubrí que el fuego estaba justo en la cuneta!!!
Lo teníamos a menos de un metro... y la verdad es que el calor de tanta brasa, era para cagarse encima.
Más adelante, el tipo de la bara, lejos de darme señales, solo pudo verme pasar con la mirada atónita... je, je, je...
La misma que ponían todos los que allí estaban parados, acojonados por el fuego.
Y es que desde ese lugar, el puto fuego acojonaba... Pues era de dimensiones más que considerables.
Así que sin más, atravesamos la zona donde el fuego amenazaba con cruzar la carretera en busca de árboles crudos, y seguimos ruta sin más problemas que esquivar los bomberos, ambulancias y polica que subían para allí.
Y como fue una experiencia más que emocionante... decidimos dejar la excursión -que teníamos en mente- para otro día, y tirar para casa a comer tranquilamente y fresquitos... je, je, je....
Si es que yo voy muy despistao, coñe!"
NaClu2!!!!
diumenge, 29 d’agost del 2010
diumenge, 22 d’agost del 2010
Salida inconcreta...
Por Jaqueton:
La salida del veintidós de agosto, haciendo honor al nombre con que fue bautizada... fue completamente, y en todo el amplio sentido de la palabra, inconcreta. Nunca mejor dicho…
Comencemos:
La mañana empezó como casi todas las mañanas de salidas. Me levanté... hice mis historias varias con las que me entretengo hasta que me despierto, y tras meterme el chute cafeínico de rigor, pasé por el túnel de lavado que me dejó lustrosito y preparado... je, je, je...
Luego, partí a despertar a mi pequeña, dulce y adorable Bilú It... y salí a carretera con la ilusión, la esperanza, y el cosquilleo inguinal que me produce la perspectiva de una mañana motera, almuercera, rutera y amistosa.
Vamos, como siempre…
Llegué al Monterrey... y lo encontré cerrado!! Pasaba no más de media hora de las siete del día, y el garito estaba cerrado a cal y canto. Qué raro...!
Así que empecé a deambular por la acera, arriba y abajo. Contando baldosas... Descubriendo rincones... Y cuando ya estaba un poco -hablando en plata- hasta la polla de la espera, descubrí un cartelico en la puerta, que rezaba: "vacaciones"
Me cagüen la puta!! Yo allí esperando... y no abrirían hasta el veintitrés!!!
Como suele suceder, las cosas no pasan porque sí. Por casualidad... Las cosas -me gusta pensar a mí-, pasan por "causalidad". Y he aquí uno de los ejemplos más claros de ello…
A pocos metros del Monterrey, hallé otro garito abierto.
De hecho, está pasando la rotonda... y a como treinta metros, descubres a tu diestra, un boliche llamado "Mesón Moreneta".
Y allí que acudí... Pedí el carajillete, dejé el casco, y me dispuse a avisar a Moli del cambio de local.
Pero no hizo falta, pues en menos de un minuto, ya tenía al amigo doblando la esquina y dirigiéndose al Monterrey. Parándose en la puerta, y extrañándose casi tanto de la puerta cerrada, como que yo no estuviera allí.
Cuando por fin conseguí que me oyera -pues no eran horas como para andar gritando por la calle-, puso rumbo al Moreneta... y tras pedir un cortadete, nos dispusimos a disfrutar del mejor de los momentos de los días moteros.
Allí sentados, nos dedicamos a charlar... a debatir... a -en un par de palabras- disfrutar de la mañana y de la compañía.
Allí sentados, descubrimos que el horario del nuevo garito nos permitía reunirnos allí hasta la hora que fuera menester... pues abren a las seis, y no cierran hasta la una de la madrugada -en invierno, y en verano, a las dos.
Así que nos propusimos que sería una muy buena idea tener el Monterrey como punto de encuentro para las salidas... y el Moreneta, para las reuniones cerveceras de media tarde.
Bueno… reuniones, cenas o encuentros varios, que por horario -pues cierran a las ocho-el Monterrey no puede albergar.
Y de este modo, tener todo (punto de encuentro y local para reuniones) en la misma zona.
Pues es un lugar estratégica y geográficamente perfecto para todos... Donde se puede aparcar fácilmente. Donde no molestamos a nadie. Y sobre todo, muy fácil de indicar a cualquiera que no conozca Vilafranca.
En éstas estábamos, disfrutando del café, de la charla, y de las ideas... cuando descubrimos que el reloj, inexorable como siempre, seguía avanzando... y a poco estaba de dar las ocho y media!
Así que imperaba la necesidad de decidir prontamente un destino.
Y aunque desde el foro ya había un par de propuestas hechas, decidimos que lo que más se ajustaba a las necesidades del momento, era ir a Ca la Conchita.
Un lugar relativamente cercano y barato, al que siempre es un placer acudir.
Huelga decir que yo ese día curraba de tarde, y disfrutando como estábamos de la conversación... me convenía no alejarme mucho. Y la perspectiva de ir hasta Les Peces, de continuar la conversación allí, y muy especialmente, de meternos entre pecho y espalda uno de esos bocatas que prepara la Conchita... era -a poco- la mejor de las propuestas...!
Arrancamos pues las burricas, y emprendimos el camino -capitaneados por Moli- hacia Les Peces... Pero dando una estupenda vueltecilla por Sant Jaume del Domenys, y acabando saliendo a la vieja carretera de Valls, casi a la altura de la rotonda que te mete para el garito de nuestros anhelos más triperos.
Llegamos a Ca la Conchita... Dejamos las motos aparcadas a la sombra de un arbolejo... Y nos dispusimos a sentarnos en el interior, donde no tardamos más de dos minutos en pedir un par de "Miguelitos".
Que así han bautizado ese increíble y suculento bocata, mitad hamburguesa, mitad maná.... je, je, je...
Y nada... Allí mismo, reemprendimos la charla, pedimos cervecillas... y nos dedicamos en cuerpo y alma -más en cuerpo…- a la segunda mejor cosa que se puede hacer en una mañana motera: Almorzar!!
Así que almorzamos... Cafeteamos... Terminamos con todos los temas habidos y por haber... Y cuando nos dimos cuenta que se acercaba la "hora del ángelus", decidimos partir para buscar un garito donde cervecear un rato más, antes de acudir cada cual a su casa.
Salimos de Les Peces, con intención de volver a Vilafranca a echar la cervezota. Pero como la carretera se volvió lenta y repleta de domingueros, y la hora no era muy temprana... decidimos parar allí mismo. En Bellvei.
Donde buscamos un garito terracero, y aparcamos las niñas con la sana intención de refrescar nuestros gaznates.
Allí nos echamos unas claritas...
Olimos a la marihuana que algún terracero vecino se estaba fumando...
Y cuando la hora se hizo demasiado tardía como para plantearse repetir bebercio, partimos cada cual para su keo, satisfechos por el buen rato pasado.
El amigo Moli, para Santa Oliva... Donde le esperaban Lourdes y David, para comer.
Y yo, para La Blanca Subur... donde me esperaba mi querida Anna. Con quien comí frugalmente, para luego partir al "matadero" a dejarme allí ocho de mis preciadas horas, en la peor de las maldiciones bíblicas: El trabajo.
Y de este modo, terminaba la salida del pasado veintidós de agosto.
Salida que como decía al principio, hacía honor como ninguna otra a su título.
Pues la llamamos "salida inconcreta", y ciertamente, nada de lo que hicimos aquél día estaba preparado o propuesto.
Empezando por el boliche cafetero... Siguiendo por la ruta, el lugar donde el almuerzo, y terminado por las cervecillas de fin de ruta.
Vamos, que todo fue improvisado e inconcreto. Decidido sobre la marcha... y disfrutado plena y sencillamente.
Como tiene que ser... Oh yeah!!
NaClu2!!!
La salida del veintidós de agosto, haciendo honor al nombre con que fue bautizada... fue completamente, y en todo el amplio sentido de la palabra, inconcreta. Nunca mejor dicho…
Comencemos:
La mañana empezó como casi todas las mañanas de salidas. Me levanté... hice mis historias varias con las que me entretengo hasta que me despierto, y tras meterme el chute cafeínico de rigor, pasé por el túnel de lavado que me dejó lustrosito y preparado... je, je, je...
Luego, partí a despertar a mi pequeña, dulce y adorable Bilú It... y salí a carretera con la ilusión, la esperanza, y el cosquilleo inguinal que me produce la perspectiva de una mañana motera, almuercera, rutera y amistosa.
Vamos, como siempre…
Llegué al Monterrey... y lo encontré cerrado!! Pasaba no más de media hora de las siete del día, y el garito estaba cerrado a cal y canto. Qué raro...!
Así que empecé a deambular por la acera, arriba y abajo. Contando baldosas... Descubriendo rincones... Y cuando ya estaba un poco -hablando en plata- hasta la polla de la espera, descubrí un cartelico en la puerta, que rezaba: "vacaciones"
Me cagüen la puta!! Yo allí esperando... y no abrirían hasta el veintitrés!!!
Como suele suceder, las cosas no pasan porque sí. Por casualidad... Las cosas -me gusta pensar a mí-, pasan por "causalidad". Y he aquí uno de los ejemplos más claros de ello…
A pocos metros del Monterrey, hallé otro garito abierto.
De hecho, está pasando la rotonda... y a como treinta metros, descubres a tu diestra, un boliche llamado "Mesón Moreneta".
Y allí que acudí... Pedí el carajillete, dejé el casco, y me dispuse a avisar a Moli del cambio de local.
Pero no hizo falta, pues en menos de un minuto, ya tenía al amigo doblando la esquina y dirigiéndose al Monterrey. Parándose en la puerta, y extrañándose casi tanto de la puerta cerrada, como que yo no estuviera allí.
Cuando por fin conseguí que me oyera -pues no eran horas como para andar gritando por la calle-, puso rumbo al Moreneta... y tras pedir un cortadete, nos dispusimos a disfrutar del mejor de los momentos de los días moteros.
Allí sentados, nos dedicamos a charlar... a debatir... a -en un par de palabras- disfrutar de la mañana y de la compañía.
Allí sentados, descubrimos que el horario del nuevo garito nos permitía reunirnos allí hasta la hora que fuera menester... pues abren a las seis, y no cierran hasta la una de la madrugada -en invierno, y en verano, a las dos.
Así que nos propusimos que sería una muy buena idea tener el Monterrey como punto de encuentro para las salidas... y el Moreneta, para las reuniones cerveceras de media tarde.
Bueno… reuniones, cenas o encuentros varios, que por horario -pues cierran a las ocho-el Monterrey no puede albergar.
Y de este modo, tener todo (punto de encuentro y local para reuniones) en la misma zona.
Pues es un lugar estratégica y geográficamente perfecto para todos... Donde se puede aparcar fácilmente. Donde no molestamos a nadie. Y sobre todo, muy fácil de indicar a cualquiera que no conozca Vilafranca.
En éstas estábamos, disfrutando del café, de la charla, y de las ideas... cuando descubrimos que el reloj, inexorable como siempre, seguía avanzando... y a poco estaba de dar las ocho y media!
Así que imperaba la necesidad de decidir prontamente un destino.
Y aunque desde el foro ya había un par de propuestas hechas, decidimos que lo que más se ajustaba a las necesidades del momento, era ir a Ca la Conchita.
Un lugar relativamente cercano y barato, al que siempre es un placer acudir.
Huelga decir que yo ese día curraba de tarde, y disfrutando como estábamos de la conversación... me convenía no alejarme mucho. Y la perspectiva de ir hasta Les Peces, de continuar la conversación allí, y muy especialmente, de meternos entre pecho y espalda uno de esos bocatas que prepara la Conchita... era -a poco- la mejor de las propuestas...!
Arrancamos pues las burricas, y emprendimos el camino -capitaneados por Moli- hacia Les Peces... Pero dando una estupenda vueltecilla por Sant Jaume del Domenys, y acabando saliendo a la vieja carretera de Valls, casi a la altura de la rotonda que te mete para el garito de nuestros anhelos más triperos.
Llegamos a Ca la Conchita... Dejamos las motos aparcadas a la sombra de un arbolejo... Y nos dispusimos a sentarnos en el interior, donde no tardamos más de dos minutos en pedir un par de "Miguelitos".
Que así han bautizado ese increíble y suculento bocata, mitad hamburguesa, mitad maná.... je, je, je...
Y nada... Allí mismo, reemprendimos la charla, pedimos cervecillas... y nos dedicamos en cuerpo y alma -más en cuerpo…- a la segunda mejor cosa que se puede hacer en una mañana motera: Almorzar!!
Así que almorzamos... Cafeteamos... Terminamos con todos los temas habidos y por haber... Y cuando nos dimos cuenta que se acercaba la "hora del ángelus", decidimos partir para buscar un garito donde cervecear un rato más, antes de acudir cada cual a su casa.
Salimos de Les Peces, con intención de volver a Vilafranca a echar la cervezota. Pero como la carretera se volvió lenta y repleta de domingueros, y la hora no era muy temprana... decidimos parar allí mismo. En Bellvei.
Donde buscamos un garito terracero, y aparcamos las niñas con la sana intención de refrescar nuestros gaznates.
Allí nos echamos unas claritas...
Olimos a la marihuana que algún terracero vecino se estaba fumando...
Y cuando la hora se hizo demasiado tardía como para plantearse repetir bebercio, partimos cada cual para su keo, satisfechos por el buen rato pasado.
El amigo Moli, para Santa Oliva... Donde le esperaban Lourdes y David, para comer.
Y yo, para La Blanca Subur... donde me esperaba mi querida Anna. Con quien comí frugalmente, para luego partir al "matadero" a dejarme allí ocho de mis preciadas horas, en la peor de las maldiciones bíblicas: El trabajo.
Y de este modo, terminaba la salida del pasado veintidós de agosto.
Salida que como decía al principio, hacía honor como ninguna otra a su título.
Pues la llamamos "salida inconcreta", y ciertamente, nada de lo que hicimos aquél día estaba preparado o propuesto.
Empezando por el boliche cafetero... Siguiendo por la ruta, el lugar donde el almuerzo, y terminado por las cervecillas de fin de ruta.
Vamos, que todo fue improvisado e inconcreto. Decidido sobre la marcha... y disfrutado plena y sencillamente.
Como tiene que ser... Oh yeah!!
NaClu2!!!
diumenge, 8 d’agost del 2010
II Trobada Motera CAN BONASTRE.
Por Jaqueton:
A veces las cosas salen como salen, o empiezan por casualidad... Y ésta salida es el ejemplo más claro de ello.
El amigo Escacs, apareció por el foro con el flyer de la II Reunión Motera en Can Bonastre, y mira tú por donde, que el compañero K-RloteS se animó...!
Moli, que venía de unas vacaciones por tierras segovianas, también decidió salir a gastar caucho...
Y yo, que un principio no tenía claro si forzar o no la máquina... me acabó venciendo el veneno este que nos corre por las venas con olor a gasolina, y también me animé! Je, je, je...
Vamos, que en tres días, de no tener previsión de salida alguna... a tener una propuesta en toda regla, para pasar una estupenda mañana con los amigos de Exilio Motero.
Como digo, yo esa noche curré...Así que esa mañana, salía yo de Sitges a las siete de la mañana, feliz y contento porque finalmente el amigo Moli se decidió a salir, y podrí a compartir con él uno de los mejores momentos previos a la ruta: El cafelote...!
Y es algo que le honra, porque la noche anterior estuvo de fiestorra mayor en su pueblo. Y esas cosas, a veces, cansan más que currar... je, je, je...
Llegué al Monterrey, después de subir por la C-15, cagándome en la puta madre de más de tres descerebrados que todavía no se han enterado que después hincharse en la barra, lo suyo es coger un taxi… y antes que pudiera acomodarme en la mesa, ya tenía allí al compañero a lomos de su Negra.
Pedimos cafelotes... charlamos un ratillo... y decidimos emprender cuanto antes la ruta, pues sólo había camisetas para los primeros inscritos...!!
La subida fue tranquilota. Fresquita… pero relajante.
En principio, subiríamos como el día de Vallbona d’Anoia, sólo que en ésta ocasión nos meteríamos por el desvío previo a Piera. Pero como yo iba delante, y como suele sucederme… me despisté. Y tiré par Vallbona más feliz que todas las cosas… je, je, je…
Cruzamos el pueblo… y salvo un par de despistes más, no tuvimos mayores problemas en encarar nuestras proas hacia Piera, donde no tardamos en ver el primer cartel que rezaba “MOTOS”.
Y ahí empezó la búsqueda incansable de cartelitos, que poco a poco nos acercaban a nuestro destino…
Cartelicos que según se iban intensificando, nos metían más y más en un montón de calles reviradas y pendencieras. Pocas veces han sido tan imprescindibles ésas pequeñas cartulinas… pues sin ellas, seguro que aún estábamos buscando el garito! Y eso que ya hace diez días de la salida…!
Cuando finalmente dimos con el recinto, aparcamos nuestras niñas entre un montón de hermanas… y tras echar las cuatro primeras fotos de rigor, partimos raudos al tenderete a inscribirnos!
Una vez cumplimentado éste imprescindible trámite para optar a la camiseta… buscamos al amigo K-RloteS. Cuya moto habíamos visto fuera. Con lo cual, no debía andar muy lejos de la barra… je, je, je…
Y allí estaba! Con un par de amigos –Raúl y Mati-, que hasta allí habían ido en 49… Y es que cualquier bicha con dos ruedas y cilindro, es digna de mención cuando se trata de encontrarse…
El gusano del hambre empezó a hacer mella en nuestros atribulados y moteros estómagos… y no tardamos en ir a buscar los tickets que nos permitirían llenarlos con apetecibles viandas.
La lista era enorme!! Lomo, bacón, botifarra, morcilla, chistorra, hamburguesa…
Personalmente, creo que ese fue uno de los pocos fallos –si así puede llamarse- de la organización. Pues con menos variedad, los bocatas hubieran salido mucho más rápido, y la gente hubiera salido igual de contenta.
Pero bueno, de todo se aprende… y para la próxima ya mejorarán…
Allí, a punto de pillar los tickets, conocimos a Pepe. Un compañero usuario de Custom 125… que me reconoció, y recordó una vez que le dije que se viniera con nosotros. Pues el compañero es de Vilafranca…
No tardamos en sentarnos todos en una mesa, a deglutir tan suculentos almuercetes.
Pepe, K-RloteS, Raúl, Mati, Moli y mi menda lerenda, almorzamos más que ricamente mientras la música alegraba la mañana… y una tela de buten, nos procuraba una estupenda sombra en la que refrescar nuestras cocorotas… Y es que el sol empezaba a picar de lo lindo…!
Personalmente, no pude terminarme el bocata.
Y es que después de pasar la noche de servicio zampando y bebiendo… el cuerpo lleva los horarios cambiados.
Así que me empujé la mitad de aquél hermosote bocata de morcilla… y con todo el dolor del mundo, tuve que resignarme a no saborear el resto del embuchado que mi cuerpo rechazaba.
Ya habíamos terminado todos de moler, cuando decidimos acudir al tenderete donde un par de ratos antes nos apuntábamos… a buscar las prometidas y ansiadas camisetas.
Premio y trofeo a partes iguales, de los madrugadores del día.
Allí estábamos esperando el turno, cuando me sonó el móvil.
Era Miguel!!! Que hasta allí se había acercado, y a quién fui a saludar ipso facto… Y es que hacía por lo menos desde Cervera que no le veía!!!
Allí se encontraba con sus acompañantes, guardando cola para el almuerzo. Así que después de un fuerte abrazo… volví de nuevo a la cola de las camisetas. Pues a puntito estaba de tocarnos…
De allí, a dejarlas en las motos… Después a chafardear los tenderetes… Y media horica más tarde, decidimos que quizá ya iba siendo hora de partir.
Pues yo debía dormir esa tarde –cuanto antes mejor-, y a Moli le esperaba su familia para seguir disfrutando de las Fiestas Mayores de Santa Oliva.
Con lo cual, y después de despedirnos de K-RloteS, Raúl y Mati, que allí se quedaron disfrutando de la concentra… partimos los tres para las motos, con la intención de llegar prontico a Vilafranca, y tomarnos allí las acostumbradas cervezuelas de fin de ruta.
Antes, eso sí, busqué y llamé a Miguel para despedirme. Pero la búsqueda fue infructuosa. Y como sabría más tarde llegando a casa… el amigo también se fue prontico, pues le reclamaban asuntos familiares y dominicales.
Total. Que capitaneados por Moli… Pepe en el centro de grupo, y yo en la cola… Partimos los tres dispuestos a disfrutar de la ruta, del sol, del aire, y de la carretera.
La ruta fue tranquililla. Sin pausa, sin prisa, y con mucha ilusión…
Y es que siempre es un placer rutear con un nuevo amigo, y mostrarle que nuestra principal premisa –independientemente de las cilindradas- es rodar a ritmo tranquilo y feliz.
Disfrutando tanto la ruta, como la compañía… y llegando a los sitios como hemos salido: Juntos.
Llegamos a Vilafranca, tiramos para el Monterrey, y en su terracita de la Rambla de la Girada… nos metimos tres claras, como tres soles… Que además de refrescar nuestros gaznates, sorbo a sorbo, nos acercaban a la despedida…
Y así fue.
Tras una animada charlita terracera, decidimos partir cada cual para su casa.
Pepe, en la misma Vilafranca… Moli, bajando la N-340, hacia Santa Oliva. Y yo, recorriendo la C-15 y un tramo de la C-32… hacia La Blanca Subur.
Dando así por finalizada la salida de aquél día, que no solo vino prácticamente por sorpresa… sino que además nos permitió conocer nuevos compañeros –que esperamos sean pronto amigos-, y saludar a Miguel. A quien espero pronto poder tener entre nosotros compartiendo ruta y algún que otro suculento almuerzo…
Mientras, en Can Bonastre, K-RloteS se despedía de Raúl y Mati… y saludaba a un Escacs que –aprovechando un aviso de Martorell- pasó por allí a saludar y echar un cafelote…
Y así, sin más, terminó la salida del pasado ocho de agosto, que ya iba siendo hora que plasmara en una crónica… je, je, je…
Y ala! A seguir esperando a la próxima aventura de AMICUS! Que si el tiempo no lo impide de nuevo, será el próximo veintidós de agosto…! Oh, yeah!!
NaClu2!!!
A veces las cosas salen como salen, o empiezan por casualidad... Y ésta salida es el ejemplo más claro de ello.
El amigo Escacs, apareció por el foro con el flyer de la II Reunión Motera en Can Bonastre, y mira tú por donde, que el compañero K-RloteS se animó...!
Moli, que venía de unas vacaciones por tierras segovianas, también decidió salir a gastar caucho...
Y yo, que un principio no tenía claro si forzar o no la máquina... me acabó venciendo el veneno este que nos corre por las venas con olor a gasolina, y también me animé! Je, je, je...
Vamos, que en tres días, de no tener previsión de salida alguna... a tener una propuesta en toda regla, para pasar una estupenda mañana con los amigos de Exilio Motero.
Como digo, yo esa noche curré...Así que esa mañana, salía yo de Sitges a las siete de la mañana, feliz y contento porque finalmente el amigo Moli se decidió a salir, y podrí a compartir con él uno de los mejores momentos previos a la ruta: El cafelote...!
Y es algo que le honra, porque la noche anterior estuvo de fiestorra mayor en su pueblo. Y esas cosas, a veces, cansan más que currar... je, je, je...
Llegué al Monterrey, después de subir por la C-15, cagándome en la puta madre de más de tres descerebrados que todavía no se han enterado que después hincharse en la barra, lo suyo es coger un taxi… y antes que pudiera acomodarme en la mesa, ya tenía allí al compañero a lomos de su Negra.
Pedimos cafelotes... charlamos un ratillo... y decidimos emprender cuanto antes la ruta, pues sólo había camisetas para los primeros inscritos...!!
La subida fue tranquilota. Fresquita… pero relajante.
En principio, subiríamos como el día de Vallbona d’Anoia, sólo que en ésta ocasión nos meteríamos por el desvío previo a Piera. Pero como yo iba delante, y como suele sucederme… me despisté. Y tiré par Vallbona más feliz que todas las cosas… je, je, je…
Cruzamos el pueblo… y salvo un par de despistes más, no tuvimos mayores problemas en encarar nuestras proas hacia Piera, donde no tardamos en ver el primer cartel que rezaba “MOTOS”.
Y ahí empezó la búsqueda incansable de cartelitos, que poco a poco nos acercaban a nuestro destino…
Cartelicos que según se iban intensificando, nos metían más y más en un montón de calles reviradas y pendencieras. Pocas veces han sido tan imprescindibles ésas pequeñas cartulinas… pues sin ellas, seguro que aún estábamos buscando el garito! Y eso que ya hace diez días de la salida…!
Cuando finalmente dimos con el recinto, aparcamos nuestras niñas entre un montón de hermanas… y tras echar las cuatro primeras fotos de rigor, partimos raudos al tenderete a inscribirnos!
Una vez cumplimentado éste imprescindible trámite para optar a la camiseta… buscamos al amigo K-RloteS. Cuya moto habíamos visto fuera. Con lo cual, no debía andar muy lejos de la barra… je, je, je…
Y allí estaba! Con un par de amigos –Raúl y Mati-, que hasta allí habían ido en 49… Y es que cualquier bicha con dos ruedas y cilindro, es digna de mención cuando se trata de encontrarse…
El gusano del hambre empezó a hacer mella en nuestros atribulados y moteros estómagos… y no tardamos en ir a buscar los tickets que nos permitirían llenarlos con apetecibles viandas.
La lista era enorme!! Lomo, bacón, botifarra, morcilla, chistorra, hamburguesa…
Personalmente, creo que ese fue uno de los pocos fallos –si así puede llamarse- de la organización. Pues con menos variedad, los bocatas hubieran salido mucho más rápido, y la gente hubiera salido igual de contenta.
Pero bueno, de todo se aprende… y para la próxima ya mejorarán…
Allí, a punto de pillar los tickets, conocimos a Pepe. Un compañero usuario de Custom 125… que me reconoció, y recordó una vez que le dije que se viniera con nosotros. Pues el compañero es de Vilafranca…
No tardamos en sentarnos todos en una mesa, a deglutir tan suculentos almuercetes.
Pepe, K-RloteS, Raúl, Mati, Moli y mi menda lerenda, almorzamos más que ricamente mientras la música alegraba la mañana… y una tela de buten, nos procuraba una estupenda sombra en la que refrescar nuestras cocorotas… Y es que el sol empezaba a picar de lo lindo…!
Personalmente, no pude terminarme el bocata.
Y es que después de pasar la noche de servicio zampando y bebiendo… el cuerpo lleva los horarios cambiados.
Así que me empujé la mitad de aquél hermosote bocata de morcilla… y con todo el dolor del mundo, tuve que resignarme a no saborear el resto del embuchado que mi cuerpo rechazaba.
Ya habíamos terminado todos de moler, cuando decidimos acudir al tenderete donde un par de ratos antes nos apuntábamos… a buscar las prometidas y ansiadas camisetas.
Premio y trofeo a partes iguales, de los madrugadores del día.
Allí estábamos esperando el turno, cuando me sonó el móvil.
Era Miguel!!! Que hasta allí se había acercado, y a quién fui a saludar ipso facto… Y es que hacía por lo menos desde Cervera que no le veía!!!
Allí se encontraba con sus acompañantes, guardando cola para el almuerzo. Así que después de un fuerte abrazo… volví de nuevo a la cola de las camisetas. Pues a puntito estaba de tocarnos…
De allí, a dejarlas en las motos… Después a chafardear los tenderetes… Y media horica más tarde, decidimos que quizá ya iba siendo hora de partir.
Pues yo debía dormir esa tarde –cuanto antes mejor-, y a Moli le esperaba su familia para seguir disfrutando de las Fiestas Mayores de Santa Oliva.
Con lo cual, y después de despedirnos de K-RloteS, Raúl y Mati, que allí se quedaron disfrutando de la concentra… partimos los tres para las motos, con la intención de llegar prontico a Vilafranca, y tomarnos allí las acostumbradas cervezuelas de fin de ruta.
Antes, eso sí, busqué y llamé a Miguel para despedirme. Pero la búsqueda fue infructuosa. Y como sabría más tarde llegando a casa… el amigo también se fue prontico, pues le reclamaban asuntos familiares y dominicales.
Total. Que capitaneados por Moli… Pepe en el centro de grupo, y yo en la cola… Partimos los tres dispuestos a disfrutar de la ruta, del sol, del aire, y de la carretera.
La ruta fue tranquililla. Sin pausa, sin prisa, y con mucha ilusión…
Y es que siempre es un placer rutear con un nuevo amigo, y mostrarle que nuestra principal premisa –independientemente de las cilindradas- es rodar a ritmo tranquilo y feliz.
Disfrutando tanto la ruta, como la compañía… y llegando a los sitios como hemos salido: Juntos.
Llegamos a Vilafranca, tiramos para el Monterrey, y en su terracita de la Rambla de la Girada… nos metimos tres claras, como tres soles… Que además de refrescar nuestros gaznates, sorbo a sorbo, nos acercaban a la despedida…
Y así fue.
Tras una animada charlita terracera, decidimos partir cada cual para su casa.
Pepe, en la misma Vilafranca… Moli, bajando la N-340, hacia Santa Oliva. Y yo, recorriendo la C-15 y un tramo de la C-32… hacia La Blanca Subur.
Dando así por finalizada la salida de aquél día, que no solo vino prácticamente por sorpresa… sino que además nos permitió conocer nuevos compañeros –que esperamos sean pronto amigos-, y saludar a Miguel. A quien espero pronto poder tener entre nosotros compartiendo ruta y algún que otro suculento almuerzo…
Mientras, en Can Bonastre, K-RloteS se despedía de Raúl y Mati… y saludaba a un Escacs que –aprovechando un aviso de Martorell- pasó por allí a saludar y echar un cafelote…
Y así, sin más, terminó la salida del pasado ocho de agosto, que ya iba siendo hora que plasmara en una crónica… je, je, je…
Y ala! A seguir esperando a la próxima aventura de AMICUS! Que si el tiempo no lo impide de nuevo, será el próximo veintidós de agosto…! Oh, yeah!!
NaClu2!!!
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