dissabte, 26 de febrer del 2011

Primer aniversario de AMICUS Moto Grupo.

Por Jaqueton:


El pasado veintiséis de febrero, celebramos –como cada año- el aniversario de AMICUS.

Pero en ésta ocasión, la celebración tomaba un cáliz especial.

Muy, muy, muy especial…!!

Y es que en éste año dos mil once, ha habido un montón de condicionantes, que han convertido nuestro particular aniversario en algo fantástico e inolvidable…

En algo… que quizá pueda –en el futuro- mejorarse…

Pero nunca volverá a ser tan especial como este año…

Para empezar –por primera vez en nuestra historia- se ha celebrado un doble aniversario.

El tercer año de nuestro amado foro y punto virtual de encuentro… y el primer año desde que constituyéramos nuestro Moto Grupo.

Por otro lado –y por primera vez, también- lo hemos celebrado en nuestro Punto de Encuentro oficial: El Monterrey.

Y por si todo esto fuera poco, además… hemos tenido el inmenso placer y orgullo de celebrarlo con un récord de asistencia sin precedentes!

Y eso realmente, y con el corazón en la mano, es lo mejor de todo…!!

Pues esa es la base de que todo lo demás funcione… Y es algo que no agradeceremos nunca lo suficiente, a todos los compañeros y amigos que decidieron acompañarnos esa mañana tan especial de finales de febrero…

A todos, desde aquí, gracias!

Mil gracias!!!

Por todo lo expuesto, es lógico pensar –como dije hace un momento- que será muy difícil en el futuro, que otra edición de nuestro aniversario iguale en emotividad e ilusión, a la de éste año…

Pero empecemos con el relato, que esto es una crónica. Y hay que relatar lo hechos…!
Aunque seguro que con lo especial que fue, me permitiréis la licencia de explayarme un poquillo… Je, je, je…


Aquella mañana, me levanté unos minutos antes que Eolia… para cafetear y conectarme como es mi costumbre en las mañanas de salida.
Pero al poco, ella también se levantó… sacó a nuestra perrita… Y después de las duchas y acicalamientos pertinentes, nos encontrábamos listos ya para el encuentro tan especial que nos esperaba…


La idea era ir a buscar a nuestra pequeña al parking, para encontrarnos luego con Tito en su casa. Pues esa noche trabajó… y ya tenía a su bonita Águila Negra allí.

Pero ciertamente, uno propone… y luego las cosas salen sobre la marcha.

Pues mientras yo estaba calentando el motor de mi niña… un impaciente Tito apareció por el parking, ahorrándonos el tener que ir a su encuentro.

Y así, juntos los tres… salimos a lomos de nuestras pequeñas, dirección a L’Habana Xica. Donde habíamos quedado con nuestros amigos y compañeros de trabajo, Pablo y Guille.

Pero… a punto de salir del pueblo, Tito recordó que no llevábamos el casco de Pablo…!
Así que dimos media vuelta… nos fuimos hasta mi coche… y allí pillamos mi casco veraniego, que nos sacaría sin problemas del apuro… je, je, je…

Y ala! Raudos y veloces cual relámpagos… acudimos a nuestra cita en la rotonda de los “gossos”.


Allí nos esperaba Pablo. Quien nos comentó que Guille –con su encantadora esposa, Irene- se encontraban echando combustible a su imponente cabalgadura.
Con lo cual… acudimos hasta la gasolinera… Y una vez reunidos todos, partimos hacia la capital de l’Alt Penedès.


El trayecto fue la mar de tranquilo. Buen ritmo… y buena marcha. Y salvo el típico descenso de temperatura que uno experimenta al cruzar Canyelles… fue un verdadero gustazo rodar en grupete hasta nuestro destino.

A la cabeza, Tito y Pablo.

Éste último se estrenaba como “paquete” en una de nuestras salidas… Y a juzgar por la cara de satisfacción, fácil será que repita alguna vez…

Siguiéndoles de cerca, Eolia y yo.

Que llevábamos a lomos de nuestra pequeña -en el portaequipajes regalado por Guille hace unos días-, un presente para los dueños del Monterrey.

Y cerrando el grupo, Guille e Irene.

Montando su preciosa Drag Star 1100…


Llegamos a la rotonda de La Rambla de la Girada, y allí –tras virar a derecha- nos esperaba una estampa espectacular y fantástica!!

Todas las motos de nuestros amigos… una tras otra y sobre la acera, aparcadas delante del Monterrey…!!!

Aquello parecía una mini-concentración!! Je, je, je…


Subimos a la acera –licencia que nos permiten por aquellos lares-, y tras ir a buscar un hueco donde aparcar nuestras niñas, nos entregamos al más emotivo de los actos: Saludar –mediante abrazos, besitos y achuchones-, a cuantos amigos allí nos esperaban!

Y no había pocos!!


Si en otras ocasiones he comentado que era imposible enumerar a todos los compañeros que nos habíamos encontrado… en ésta sería un fallo imperdonable.

Allí nos esperaban Moli… K-RloteS, Canadian y Ceberrilla… Pepe… Choppers, y su simpática esposa Montse. Y mientras aparcábamos, llegó el compañero Escacs63.

A todos besamos, abrazamos y achuchamos… al tiempo que comentábamos si almorzar fuera o dentro del establecimiento.
Pero en ésta ocasión El Gran Manitou no se estiró demasiado… y las nubes, la temperatura, el viento, y la falta de sol, nos hicieron decidir por celebrar el encuentro en el interior.

Mi idea hubiera sido hacer entrega del “paquete” en el transcurso del almuerzo, pero ante la petición popular de hacerla inminentemente, me fui a buscarlo… al tiempo que le devolvía a Canadian la esterilla que se dejara olvidada en la tienda, la mañana que partió de Ulldemolins.

Y aquí cometí un fallo imperdonable. Pues no me acordé que mi señora se encontraba ausente, cuando entregamos a Victoria y Pedro “el paquete”…

Paquete que no era otro, que un cuadro realizado con una foto que les echamos hace unas semanas a Victoria y a su hija Jessica, en la puerta del Monterrey.
Detalle de agradecimiento, cariño, y sincera amistad, que quisimos tener en un día tan especial… con la gente que –desde el otro lado de la barra- nos demuestran cada vez que vamos que son una gente especialmente encantadora y cariñosa.

Y eso es algo que nos hace sentir muy orgullosos, de haber elegido su local como Punto de Encuentro… sede de reuniones… y marco incomparable para muchas de nuestras cervecillas “de fin de ruta”.

Fotillos, risas, agradecimientos… y ya podíamos tomar asiento para mover las muelas!

Nos fuimos distribuyendo en la larga mesa que nos prepararon… y un Pedro siempre atento, nos tomó nota de los bebercios.
Elemento imprescindible para realizar el primero de los brindis del día…!

Luego… otra vez el amigo Pedro… nos tomó nota del papeo.

El rey indiscutible: El Monterrey!

Especial bocata –como todos los que hacen-, que eligieron la mayoría de los comensales.

Yo, que en un principio me decanté por mi querido Marvi… finalmente me decidí por los callos que tantas veces me ofreciera Pedro.
Y que desde aquí he de decir que estaban… buah!! Más que ricos, riquísimos!!

Mientras esperábamos el papeo… algunos salimos a fuera a echar humo. Pero un viento fresquete y toca-huevos nos hizo entrar, sin apenas terminarnos los pitillos.

Menos mal que nos decidimos por quedarnos dentro…! Je, je, je…

El almuerzo fue una verdadera maravilla…!!

Movimos los bigotes, dándole caña a las muelas… con el mayor de los placeres. Y es que en el Monterrey, si hay algo que hacen bien –aparte del excelente trato que dan en todo momento- son los bocatas… Riquísimos y jugosos!!

Terminamos con los papeos… y me decidí a echar una mano tomando yo mismo nota de los cafelotes… Y mientras los preparaban, salimos de nuevo a fumar.
Pero el vientecillo de los cojones, nos obligó a renunciar nuevamente de nuestra intención, y a medio pitillo volvimos a meternos para dentro.

Repartimos cafelotes… y yo decidí tomarme el carajillo en la barra, pues cada vez que entraba o salía de la mesa, era menester que se levantaran Anna e Irene… y me sabía mal.
Así que –como digo- me lo tomé en la barra… que es –sin duda alguna- mi hábitat natural… je, je, je…

Allí estábamos cafeteando… cuando Pedro me miró y me dijo:

- Todos sentados…!

Con lo cual –y por imperativo constitucional- todos volvimos a las sillas, con el consiguiente desplazamiento de los comensales…

Apagaron la luz… y nuestros buenos amigos Victoria y Pedro, aparecieron con un pastel y una botella de cava, cantando el cumpleaños feliz!!! Je, je, je… Ole, ole, y ole..!!!

Y es que como dije antes, son cojonudos!! Qué detallazo…!! Si señor!!

Y ala! A partir el pastel... repartir el cava… y brindar!!!

Por la salud de todos…

Por la larga vida de AMICUS…

Y –como no-, por que podamos repetir muchas, muchas veces, algo así…



Los ánimos –a esa altura del almuerzo- eran totalmente cachonderiles…

K-RloteS, cámara en mano, grabando videos…

Canadian, que es un tipo –más que ácido- cáustico, echándole motes a la peña…

“El curvas” me puso el “restreñío” de mi amigo! Si será… Je, je, je…

Algún que otro chiste… y a seguir cortando y repartiendo el pastel, con la ayuda de Choppers y Eolia.


Más o menos en aquél momento, llegaron Betty Boop y David. Los dos únicos miembros de AMICUS Moto Grupo que faltaban…!

Bienvenidos!!!


Así que todos juntos… mientras dábamos buena cuenta del pastel… disfrutamos de uno de los momentos más dulces de la mañana…


El amigo K-RloteS, me dijo que si nos tomábamos otro carajillo. Y cuando me dirigía a la barra a pedirlos, me dice…. “o una copa”…
Así que entre ponerme nervioso, o cariñoso… me decidí por lo segundo. Y regresé con Juan Bautista con hielo, y un pacharán! Toma ya..! Je, je, je…

Moli y yo, que todavía no habíamos tenido ocasión de hacerlo en petit comité… brindamos íntima y formalmente por la salud de ambos ante la cámara descarada del amigo de Castellbisbal…

Y para entonces, algunos de los comensales ya empezaban a despedirse.


Guille e Irene, porque tenían que ir a comer a casa de la madre de él, antes de prepararse para el curro de la tarde.

Escacs, porque tenía una calçotada en Valls. (Si no me equivoco, con los amigos Daelin, Kori, Blas, etc.…)

Ceberrilla… que también tenía asuntos que atender…

En fin, que una parte importante de la trouppe, se fue yendo entre besitos y apretones… y allí nos quedamos el resto, dándole a la sinhueso mientras apurábamos los vasos.

Aunque el “fin de fiesta” se acercaba inexorablemente…

Para entonces, salimos fuera a echar unos pitis… y aprovechar para echar la foto oficial de AMICUS Moto Grupo.

Foto que dejaría constancia del evento, pero que no sería más que el complemento al resto de fotos que se echaron esa mañana…



Los amigos de Igualada –Choppers y Montse- también partieron… y minutos más tarde, lo hicimos Eolia, Tito, Pablo, y yo.

Y es que Tito iba sin dormir… Pablo tenía que prepararse para entrar a trabajar por la tarde… Y yo tenía que acostarme pronto, para currar por la noche.


Allí quedaron Moli, Betty Boop, David, K-RloteS y Canadian. Que por lo que me comentó el primero, se echaron un nuevo cafelote de sobremesa… mientras charlaban un rato más…

Y así terminaba la que –como dije al principio- ha sido la más especial y emotiva de las celebraciones que hemos tenido el gusto y el honor de disfrutar…!

Celebración que además de servir para comprobar que ya ha pasado un año desde que podemos lucir orgullosos en nuestras espaldas, los colores de este sueño…
…nos ha servido para comprobar que tenemos muchos y muy buenos amigos, dispuestos a compartir toda la ilusión y esperanza que son capaces de albergar nuestros moteros corazones…!

Y eso, sinceramente, es lo más grande…!!

A todos de nuevo, muchas, muchas, muchísimas gracias por hacerlo posible!!!

Sois de puta madre todos!!

Tan solo espero que podamos seguir compartiendo momentos tan emotivos como este…

Rutas, kilómetros, y multitud de almuercetes…

Que en definitiva, es –junto a nuestra pasión por las motos y la amistad- lo que más nos une…

Un fuertísimo y grandioso abrazo a todos!!!

Hasta la próxima!! Oh, yeah!!!!

NaClu2!!!

dissabte, 12 de febrer del 2011

XVII AMOTOnamiento. ULLDEMOLINS.

Por Canadian:


Estuvo bien la salida y el amotonamiento. Siempre es entretenido ir a los sitios con amigos, ir con "El Silencioso", "El Uruguayo" y "El Nen de Sitges", ver a viejos y nuevos conocidos, etc.


El Tomb de Llums en honor de los caidos desde dentro muy emocionante... sobretodo la parte final. Al subir a toda hostia por las curvas hacia el punto de salida corté la fila en dos, di todo lo que tenía en esas curvas y no fue suficiente. El de delante siempre iba dos curvas por delante... Luego ya pedí disculpas al de detrás que fue comprensivo con el novato. Pasas de charlar sobre la caza de gamusinos (literalmente) y otra conversación ligera en la cima de la montaña con un rudo motero (mientras esperas para encender la moto con la luz de color verde y salir con la serpiente multicolor) a estar parado en medio de las motos cuando las chicas con voz rota citan los nombres de los caídos, y el cazador de gamusinos ha perdido a un colega muy cercano y todo emocionado, en la moto de al lado, grita un "por ti ...." que te hiela el alma mucho más que el frío y la escarcha nocturnas.


La vuelta en solitario muy interesante. La carretera hacia Vimbodí está mejor que por la que fuimos hasta Ulldemolins, mucha más visibilidad (pero muchas curvas igualmente. A esa hora, 3 coches en los 22 km de recorrido. Uno en mi dirección y dos en contraria). Luego en la AP2 y AP7, todo el Penedés y el Anoia (hasta Martorell) con "boira gebradora". Que hartón de sacar escarcha del visor. También yo me quedo "gebrat". La chaqueta y sobretodo los pantalones (y hasta los guantes) empapados. Al quitarme el protector termal de las piernas (en mis tiempos les llamábamos leotardos) justo antes de empezar la partida, estas están de color morado.



Por Jaqueton:



Hay concentraciones… que la primera vez que acudes a ellas ya te “pican” de tal forma que sabes que acudirás a ellas siempre que puedas.

Concentraciones, moto almuerzos, o matinales… que sólo con vivirlas una vez, quedan para siempre en el capitulo personal –o colectivo- de las “obligadas”.

Pero esto -en mi caso-, no es precisamente lo que pasó con el AMOTOnamiento de Ulldemolins...

La primera vez que acudí a él, fue un domingo por la mañana –casi mediodía-, allá por febrero de dos mil nueve… Y además de llegar “un pelín tarde” a los actos dominicales, pasé el mayor frío que han soportado mis pelotas en mi vida!!

La segunda vez, en cambio, fue muchísimo más placentera.

Fui en compañía de nuestros grandes amigos d’Els Musssols… Y más que vivir el AMOTOnamiento, viví una inolvidable experiencia en familia, en la casa alquilada en Cornudella de Montsant.

Aunque sólo pude disfrutar con ellos el sábado… pues el domingo –requerido por otras obligaciones- tuve que partir a las siete de mañana.

Pero este año compañeros… je, je, je… Este año ha sido muy grande!!!

Este año -por tercera vez consecutiva-, he acudido al AMOTOnamiento…

Pero… por primera vez, puedo decir orgulloso –y muy satisfecho- que lo he vivido en su total plenitud!!

Desde el sábado a mediodía… hasta casi la tarde del domingo!

En tienda de campaña… bajo las estrellas, y sobre el duro suelo.

En excelente compañía… Disfrutando cada segundo…

Conociendo, por primera vez… lo que se siente en una de la invernales que –desde hoy y de forma totalmente consciente-, será considerada para todos nosotros como una de las “citas obligadas”… que esperamos poder repetir cada año.

Y es que a veces, es necesario vivirlas a fondo para saber todo lo que se puede sentir, descubrir, y disfrutar en ellas…

Llevábamos una semana echando carne al asador… Ofreciendo sacrificios al Gran Manitou… Y rezando todo lo conocido para que la lacra de la lluvia se alejara de nuestro destino.
Pero no fue hasta dos días antes de la partida, cuando el Meteocat se dignó a mostrar algo de clemencia, disminuyendo en el mapa las probabilidades de lluvia… mientras de forma inversamente proporcional, aumentaban en nuestros corazones las de pasarlo tan de puta madre como fuera posible…!

Menos mal!!

Pero ese no fue el único obstáculo a tener en cuenta…

El amigo K-RloteS, sacudido salvajemente por una gripe… pasó toda la semana comiendo quilos y quilos de paracetamol… sorbiendo litros enteros de vitamina C… y sudando como si de las mismísimas cataratas del Niagara se tratara.
Pero finalmente –y con un par de huevos-, se decidió a venir y no perderse, la que sería una de las salidas más grandes que hemos conocido.

Aunque no sólo él tuvo que hacer un esfuerzo… Pues Canadian, que se encuentra en pleno campeonato de ajedrez… vino sabiendo que debería levantarse pronto –muy pronto- para partir en solitario.
Y como veréis a su debido tiempo… esa fue una estoica decisión, que no sólo le honra, sino que demuestra que los tiene más que bien puestos!

Pero… dejémonos de repasos aislados de la historia…

De picotear aquí y allá para describirla… Y empecemos por el principio.

Sigamos el natural hilo conductor del tiempo… y describamos la salida tal cual fue sucediendo… Sin dejarnos nada –o casi nada- en el tintero.

Dejando, como es natural, sólo aquello la capacidad de mi pequeña y querida neurona no haya sido capaz de retener… je, je, je…

Así pues, y sin más dilación, empecemos…!!

Aquella mañana -como es costumbre cuando el día anterior he terminado los turnos de noche- me desperté –habiéndome acostado muy pronto-, sensiblemente temprano…

Sin necesidad de apagar el despertador. Pues –debido al extenso de descanso, y a la emoción de la inminente marcha- abrí los vidrios como media hora antes de que éste sonara…

Serían las seis menos cuarto de la mañana, cuando quien suscribe saltó de la piltra animado, contento… y dispuesto a cargar y poner en marcha la cafetera.
La primera de ellas. Pues además de prepararme el cafeínico elemento despertante, también tenía que preparar un termo para la expedición.

Así que con mi pequeña y amorosa compañera de despertares, humeando en el fuego por segunda vez… me dispuse a conectar el ordenador, al tiempo que me fumaba el pitillín cafetero que me devolvería definitivamente al mundo de los despiertos, mientras navegaba incansable por la red…
Y -como no-, me conectaba a nuestro foro para desear los buenos días virtuales a todos aquellos compañeros que –como yo- se conectaran en esos legañosos momentos.

Lo que no me esperaba a esas horas… fue recibir un sms del compañero Pablo!!

Compañero de curro y buen amigo, que sabedor de la inminente partida de sus dos camaradas de trabajo, decidió quedarse a despedirnos, desearnos un buen viaje, una excelente ruta… y mejor fin de semana…!

Sería algo así como las ocho y veinte de la mañana, cuando –perfectamente listo para la partida- llegué al parking… y allí me encontré con Pablo. Quien me acompañó hasta mi pequeña, donde le cargué los últimos bártulos necesarios para la salida.

No tardó en llegar Tito, que hizo lo propio con la suya… Y con las dos motos perfectamente cargadas y preparadas, echamos –los fumadores- un pitillico de relax…

Las nueve de la mañana! Hora de partida!!

Todos a sus puestos!!! Arriad la mayor!!! Je, je, je…

Raudos, cual jinetes del Pony Express… salimos del parking poniendo rumbo a la capital de L’Alt Penedès… donde se encuentra nuestro punto de encuentro, de cafelotes, y de salidas.

Nuestro bien amado, Monterrey!!

Subimos por la C-15… obviando la acostumbrada parada en la gasolinera de Sant Miquel d’Olèrdola. Pues creímos más oportuno hacerlo después de la salida, y así cargar todos al mismo tiempo.

Llegamos al Monterrey, donde nos encontramos a un cachondo Pedro en la puerta, que pitillo en mano, nos saludaba amigablemente.
Entramos… pedimos cafelotes… y pocos minutos después, llegaban nuestros dos acompañantes, compañeros y amigos.

K-RloteS y Canadian!

Que llegaban de tierras del Llobregat… dispuestos a pasar un estupendo fin de semana.

Y vaya si lo pasamos!! Je, je, je…

Después de cafetear juntos, y de contar los cuatro chistes propios y típicos de esas horas… Salimos fuera con intención de echar algo de humo.
Y ya que estábamos… repasamos el montaje de la carga de la Eliminator de Carlos.
Que con la poca facilidad de transporte de la “Two Seconds”, precisaba de un repaso a fondo.

Aunque no sé si sería por la hora… o por nuestra poca destreza… Pero el caso es que no logramos que el transporte fuera ni más cómodo, ni más seguro.
Así que no perdimos más tiempo… y decidimos salir de allí cuanto antes.
Pues pasaba ya media hora de la hora de la partida… y no era cuestión de retrasarla más tiempo.

Salimos… pillamos la N-340… y pusimos proa a Tarragona.

Paramos, eso sí, en Bellvei.

Concretamente, en La Bleda II.

Donde cargamos depósitos… y dejamos a nuestras pequeñas listas y a punto para la travesía hasta Ulldemolins. Meta y destino de nuestro viaje, y ubicación del AMOTOnamiento organizado por La Peña Paddock.


Allí, después de saludar a un par de viejos amigos con los que coincidí en el surtidor… puede decirse que empezó nuestra verdadera ruta…!!

Salimos de la gasolinera, posando de nuevo nuestras gomas sobre la N-340… y reemprendiendo la carrera hacia la gloria de la ruta. Que seguiría por la nacional, hasta donde ésta se torna autovía.
Y que seguiría por ella, hasta prácticamente Tarraco…

Donde viraríamos dirección Reus, pillando la T-11.

La ruta transcurrió tranquila y sin sobresaltos.

Saludando aquí y allá, otros moteros… otras motos… y –en algunos casos delatados por los bártulos- otros viajeros hacia el AMOTOnamiento…

Yo sabía que pasando Reus, debía ver de un momento a otro el cartel que nos mandaría hacia Ulldemolins. Pero –acostumbrado a los mis propios despistes- decidí curarme en salud… y paré a consultar el mapa, al tiempo que echábamos un pitillo, vaciábamos bufetas… y estirábamos las piernas.

La parada la hice en el momento en que vi un buen espacio colindante a la carretera, digno para parar la marcha y detener las motos.
Así que el lugar elegido fue la entrada de una empresa… en frente de la cual –como a cincuenta metros y en el arcén del lado contrario- se encontraba una “mujer de moral distraída”. (A la que no vi en un principio)
Pero como ya habíamos parado… allí nos quedamos a consultar el mapa, con el consiguiente cachondeo de un grupo de ciclistas que pasaba en aquél momento… y nos vio parar a todos a la vez… je, je, je…

Y cual no fue mi regocijo, cuando comprobé que –efectivamente- no me había pasado el desvío!
Es más. Lo teníamos a menos de un kilómetro!!
Pero… como dice Tito… “nunca está de más una paradita…”.

Así que una vez complacidas las bufetas, las posaderas y los pulmones… reanudamos la ruta, que en breve se tornaría mucho más sinuosa y serpentina de lo que había sido hasta entonces.

Salimos, hacia Les Borges del Camp… Curvas, curvas, y curvas… Luego para La Alforja… Más curvas…! Y para Cornudella de Montsant -lugar donde el año pasado pernoctamos con Els Mussols. Más de lo mismo!
Curvas, curvitas, y curvotas… que enlazábamos con mayor o menor destreza… hasta que por fin descubrimos que el siguiente pueblo era Ulldemolins. Punto final y destino de la ruta, que a esa altura ya era más que un gustazo recorrer…
Y es que cuando uno empieza a “bailar un vals” con la carretera, como bailábamos nosotros esa mañana… es un verdadero placer…

Total, que ya habíamos llegado!!!

Entramos en Ulldemolins… y siguiendo los carteles de “Motos”, fuimos acercándonos cada vez más hasta el emplazamiento de tan entusiasmante evento.
Dimos con la “calle empinada” que te lleva hasta la entrada… y allí, un compañero miembro de La Peña Paddock, nos ofreció –como hicieron los amigos de Druïdes Moto Grup en La Cabra Mocha- un taquito de madera para la moto.
Detalle que les honra… pues demuestran con él, la calidad que ofrecen… y lo preocupados que están por que todos estemos a gusto…

Y ya, oficialmente, se puede decir que habíamos llegado al AMOTOnamiento!

Tan sólo era necesario buscar el emplazamiento adecuado para dejar nuestras niñas… y montar las tiendas!

Había empezado –a eso de las doce y media del mediodía- nuestro particular y fantástico fin de semana de acampada!!!

A esa hora, aunque era notable la concurrencia que había por todas partes… era bastante sencillo encontrar un lugar adecuado a nuestras necesidades. Así que en menos de diez minutos, ya nos encontrábamos deshaciendo petates, paquetes, y mochilas... y empezando a quitar pedrolos del suelo para acomodar las tiendas.

K-RloteS, haciendo gala de su ”Two Seconds”… la montó en un decir “móntate”! Y ya sólo le quedaba atar los vientos con precisión…

Yo en cambio –ayudado por Tito y Canadian- no acertaba a encontrar el montaje correcto de la mía. Que –como en Perros del Ebro- se empeñaba en doblar sus varillas… y no mostrar una forma demasiado ortodoxa…
Y es que las varillas hay que atarlas por dentro!!
Así que cuando dimos con ese “detallito”… pudimos dar por finalizado el montaje de nuestros refugios… y dedicarnos a “amueblarlos” tranquilamente… je, je, je…

Bueno, muy tranquilamente, no. Pues ya pasaban de las trece horas del día… y nuestros estómagos pedían urgentemente devorar algo calentito y placentero.
(Sugiero a las mentes calenturientas que leerán esto, que no dejen volar su calentorra imaginación con éstas palabras. Nota del autor.)

Con lo cual, decidimos ir a inscribirnos… para así echar la primera de las cervezuelas… y poder luego dedicarnos sin prisa -ni pausa-, a la preparación de la primera de las comidas que realizaríamos allí.
Hay que decir… que más o menos en esos momentos, caímos en la cuenta –o mejor dicho, cayó K-RloteS- de que no habíamos comprado el pan en el Monterrey!!!

Felices… con la ilusión de la salida… ninguno de los cuatro cayó en ese detalle, y partimos sin tan elemental alimento…
Así que… habría que ir al pueblo a comprar pan, o crear un plan alternativo.

Creamos un plan alternativo… je, je, je…

Nos fuimos para el tenderete donde venden los tickets de la comida y los bebercios. Los parches y las pegatinas… Y donde se realiza el llenado de “la garrafa”… y pedimos por los papeles para la inscripción.

En ésta concentra, no es obligatorio inscribirse. Pero el que lo hace, paga una dádiva inconcreta… y a cambio, le dan los papeles para dar los datos para el sorteo. Una pinza conmemorativa del acto… Un ticket para el almuerzo del día siguiente, otro para poder entrar en la “disco móvil” del pabellón por la noche… y el programa explicativo de todos los actos que se harán durante el evento.

Así pues, pillamos cuatro inscripciones… y nos dispusimos a rellenarlas en el acto, y en una mesa que había frente al tenderete.

Una vez rellenos los papeleos… los metimos en la caja-urna del sorteo. Liquidamos la donación voluntaria para la recaudación benéfica, que va a parar a una garrafa de cristal que hay en la mesa… y nos dispusimos ya –por fin- a echar la primera y más sabrosa cervezuela del día!
Con los deberes hechos… y sin más preocupación que preparar –de un momento a otro- la comida que nuestros atormentados y moteros estómagos exigían ya sin cortarse un pelo…

Con lo cual… después de apurar los vasos de zumo de cebada rico-rico que nos habíamos metido, decidimos enfilar para las tiendas… a buscar las viandas con que nos regalaríamos en un par de ratos más tarde.

Antes –eso sí- un descarado y “echao pa’lante” K-RloteS… se acercó al tenderete de los bebercios y los bocatas. Y tras charlar con uno de los encargados de la barra… éste le regaló una barra! Pero de pan!!
Y es que nuestro colega y buen amigo… se pinta sólo en estos menesteres!! Je, je, je…

Así que gracias a él, comimos como es debido: Con pan!

Gracias compañero!! Tú sí que sabes!!

A todo esto… nos fuimos –con el pan bajo el brazo- a las tiendas. A elegir menú…

Tito –encargado de la carne-, se trajo pollo… butifarras… morcillas… y chorizos criollos!! Je, je, je…
Decidimos que empezaríamos por los chorizos, las morcillas y una de las bandejas de pollo… papas chips, cebolla y tomates aliñados, y allioli. Lo pillamos todo menos las papas y la “ensalada”, y tiramos para las barbacoas-bidón, a empezar con el tema.
Pero cual no fue nuestra sorpresa, cuando descubrimos que las barbacoas estaban apagadas!

Y es que allí, las barbacoas están colocadas para uso y disfrute de los asistentes. Y estos, son los que se las tienen que preparar –con las brasas que crea la fantástica hoguera que hay- si quieren hacerse la carnita…

Echamos la brasa que encontramos en una de las barbacoas… pero eran insuficientes para asar en condiciones los yantares. Y decidimos que lo más apropiado sería echar un par de troncos pequeños… para que estos fueran haciendo brasa…
Pero eso era algo que no les convenía demasiado a nuestros estómagos.

Pues la espera… podría ser interminable…!

Así que de nuevo, nuestro salvador fue K-RloteS!!

Relaciones públicas del grupo, y apasionado confraternizador… que se acercó a una de las barbacoas que tenían tronquetes en llamas creando brasas… y negoció con sus ocupantes un reparto equitativo de las parillas, una vez estuvieran éstas a punto de asar como es debido.

Menos mal!! Porque sino, ya nos veíamos comiendo a las mil…!!

Nosotros, por contra… dejamos nuestra apagada parrilla con unos tronquetes en llama, que seguro que uno u otro aprovecharía cuando hicieran brasa…

…y así, dejábamos listo y en paz el tema del Kharma… je, je, je…

A todo esto, Canadian y un servidor, nos fuimos a las tiendas a por los tomates, las cebollas, los platos, las papas… Y una lata de olivas, y otra de pimientos del piquillo, que se trajo Tito para darle gusto al tema…

Aunque para “darle gusto al tema de verdad”, se trajo también un bote de judías!!

Pero éstas decidimos dejarlas para la noche… por si había que calentar las tiendas con los fríos nocturnos… je, je, je…

Allí, en una mesa de esas redondas, con un agujero en el medio para la basura, empezamos a preparar la ensaladita… picoteamos olivillas… papas… y empezamos a hacer boca para la carnaca que estaba a punto de llegar.

Carnaca, que vino un poco desmejorada, porque K-RloteS –confraternizador nato, y más si se trata de féminas- ofreció morcillitas a las chicas que tan gustosamente compartieron con nosotros su parrilla.

Bien hecho! Otro punto pa’l Kharma!!

Que como todo el mundo sabe… “de bien nacido es ser agradecido”. Y en AMICUS, esa es una máxima que no guía siempre…
Pero bueno… estábamos que ya teníamos la carne en la mesa… los cubiertos en la mano… el hambre preparada… Así que nos dispusimos a papear!!

A papear… un pelín incómodos. Pues la mesa era “de pie”… y todas las “de sentao” estaban ocupadas.
Menos mal, que un grupito de moteros –el nombre de cuyo grupo, lamentablemente he olvidado- nos prestaron un cacho de su kilométrica mesa, que usamos con el mayor placer del mundo!

Desde aquí, compañeros –seáis quienes seáis- muchísimas gracias!!

Nos trasladamos a aquella mesa… organizamos de nuevo el tiberio… y nos dimos cuenta que nos faltaba la cerveza!!
Así que “el confraternizador” y mi menda lerenda –o sea, K-RloteS y yo-, nos fuimos a buscar cuatro vasos de dorado y frescote elemento… para así poder disfrutar –por fin- de la bien ganada comida de ese día…!! Bufff!!! Que ya era hora…!! Je, je, je…

Y vaya si la disfrutamos!!!

Le dimos al diente… a las muelas… Y no paramos hasta que nuestros mondongos dijeron “prou”!!!

Hartos y satisfechos… recogimos todo aquello. Echamos la basura al cubo. Guardamos lo guardable… limpiamos la mesa… y agradecimos una vez más a sus ocupantes del ala este, el detallazo que habían tenido con nosotros.

Y así, felices y contentos, acudimos a las tiendas… donde nos esperaba un estupendo cafelote preparado por éste que os habla, esa misma mañana… y que nos procuraría un generoso y espiritualmente enriquecedor carajillote!!

Atacamos –unos al ron, otros al güisqui- los carajilletes, después de colocar todo el “tema papeo” en la tienda de K-RloteS, y allí mismo, entre nuestras tiendas, celebramos lo que vendría a ser “la sobremesa”…

A esa misma hora… se preparaba la ruta turística de la concentra. Pero tras un acuerdo unánime… decidimos obviarla y pasar de sacar las burras y nuestros panderos a la carretera… je, je, je…

Canadian, se tumbó un rato encima del saco… a descansar después del cafelote.

K-RloteS y yo, prendimos sendos pitillos placenteros… y elucubrábamos –con Tito- sobre la posibilidad de ir hasta los tenderetes a echar un vistazo… estirar las piernas… y bajar la comida.

Así que acordamos con Bruce que nos veríamos en un rato… y tras pillar las petacuelas, para hacer más “dulce” el paseo… enfilamos para los tenderetes.

Y qué decir de los tenderetes? Pues nada… lo de siempre.

Anillos, colgantes, carteras, hebillas, chupas, gorras, sombreros… etc.
Lo de siempre… Que a decir verdad, en un evento como el de La Cabra Mocha en el que no había, no se echaban de menos. Pero nosotros, animales de costumbres como somos… no pudimos resistir la tentación de ir a echar un ojo… je, je, je…

Allí, en ese rincón del “campamento”, pudimos observar más detenidamente el paraje excepcional en el que se ubica acto semejante de compañerismo y convivencia.

Allí… viendo el monte que hay en frente, y observando la cantidad de tienda que –cual si fueran setas en diciembre- salían aquí y allá sin parar… pudimos sentir que formábamos parte de un evento muy especial…

Y allí, echando cuentas del día que era, brindamos –petaca en mano- a la salud de AMICUS Moto Grupo!!
Pues en un día como ese, a un año justo de distancia, nos llamaban para comunicarnos que ya habíamos pasado los tres comités… y que ya podíamos lucir nuestro querido Hipo en las espaldas!!

Había nacido –dando forma y color a un sueño- AMICUS Moto Grupo!!

Así que brindamos con todo el gusto y gozo del mundo… mientras sentíamos que el sol –cercano ya su fin- empezaba a esconderse por el oeste…

Contemplando el campamento y las tiendas… fuimos llevando la vista por todo el lugar. Y mis ojos, descubriendo un somnoliento motero con gorra republicana que descansaba en una silla… no pudieron sino posarse sobre él, reconociendo a un viejo amigo.

Monty!!

Nos acercamos… y cuando estuve a su altura, le saludé amigablemente y nos quedamos charlando con él un rato.
Pero no pudiendo sino celebrar tan feliz encuentro, de otra manera que no fuera remojándolo… decidimos tirar para el tenderete de las cervezotas.

Caminábamos para allí, comentando que quizá sería hora de ir a buscar a Canadian. No vaya a ser que se haya dormido –decíamos- y se pierda parte de la tarde.
Pero no hizo falta…! Pues le descubrimos caminar tranquila y parsimoniosamente hacia nosotros… con la cara feliz del que ha descansado un rato, y regresa con las pilas nuevas y cargadas para afrontar la fiesta…
Así que juntos –los cinco- nos dirigimos a una de las mesas colindantes al tenderete cervecero… donde pasamos un buen rato contando chistes –malos y no tan malos-, recordando y evocando momentos, y en definitiva… disfrutando de la compañía y el ambiente.

Las rondas fueron surgiendo una tras otra, y nuestras gargantas y gaznates fueron terminando con ellas al mismo ritmo.
Pero… si bien es cierto que la energía no se crea ni se destruye, sino que se transforma… Lo mismo pasa con la cerveza. Que se metaboliza… y hay que expulsarla! Je, je, je…

Y eso mismo hicimos Tito y yo, después que Monty hiciera lo propio, y nos dirigimos a los servicios portátiles que a tal efecto había allí al lado…

Mención especial merecen, los “meaderos”. Pues ni yo mismo, ni muchos con los que comenté el descubrimiento, habíamos visto antes artilugios semejantes.
Pues siempre eran los típicos servicios “en plan cabina”, donde uno puede aliviar cualquiera de los esfínter con total discreción…
Pero en ésta ocasión, además, había uno distinto al resto, donde sólo humanos macho podían miccionar… Ya que estaba pensado para hacerlo de pie, y con capacidad para cuatro…

Hasta allí nos encaminamos Tito y yo… pero resolvimos aliviar nuestras bufetas en el tradicional. Donde podríamos deshacernos de las capas que nos cubrían, con toda la impunidad y tranquilidad del mundo.
Y como sólo había uno libre, aproveché a llamar –mientras esperaba- a mi encantadora mujercita.
Para desearle las buenas noches… y comunicarle que –llegados a ese punto del evento- ya no le volvería a llamar hasta el día siguiente.

Mejor decirlo cuando se está sereno… que olvidarse uno de llamar más tarde, y quedar mal. No? Je, je, je…

A todo esto, regresé con los amigos… y pude comprobar que allí sólo estaban K-RloteS y Monty. Pues Tito no había regresado –y eso que me precedió- de la meada… y Canadian había desaparecido con él.

Allí parados, decidimos aprovechar que no había nadie en el tenderete de los tickets, y nos pillamos los parches conmemorativos del evento.

Parches muy prácticos… que al no llevar el año, y ser –edición tras edición- siempre iguales, sólo hay que comprarlos una vez.

Aquí, hay que hacer un apunte negativo… pues ninguno de nosotros se acordó de pillar uno para Tito o Canadian.
Y eso, es algo que se encargaría de recordarnos largamente al día siguiente el compañero “gaseoso”… je, je, je…

Pero qué le vamos a hacer…? No nos acordamos, y tenía razón…

Al rato, apareció Tito por un lado –que venía de llamar a su señora-, y Canadian por el otro. Que venía –según nos contó- de apuntarse al “Tomb de Llums”.
Acto emotivo donde los haya… al que se apunta cualquiera que tenga la “desgracia” –y la necesidad-, de rendir homenaje a alguien que ha perdido la vida sobre dos ruedas… (Iba a decir en la carretera, pero como veríamos unas horas después, también hubo quien lo hizo en honor al joven piloto nipón, que falleció en fatal accidente hace unos meses en un circuito)

Reunida por fin la caterva… y elucubrando sobre la posibilidad de darle de nuevo al “alpiste”… encontramos mejor ocupación –como todos los que allí estaban- en acudir a la presentación oficial de la restaurada y renovada “Elfonsa”.
La pedazo de burra de los Paddock… Con escape de embudo descomunal y fantástico, que escupe llamaradas de fuego ensordecedoras cuando le cortan el encendido… mientras le dan gas a fondo con placer.

Este año, la presentaron de un modo especial… pues la han pintado y revisado, y de algún modo, cuando se le hace eso a una burra, es como estrenarla.
Así pues, la “estrenaron” presentándola con un paripé entre teatral y cómico… llegando la llave de su niña, en el bolsillo de un “mensaca”.
Mensajero que llegó –según el hilo argumental de la historia- desde Barcelona.

Total. Que se estrenó la Elfonsa con más llamaradas que las mismísimas calderas d’En Pere Botero… y allí todo eran móviles filmando videos… echando fotos… y, en definitiva, inmortalizando en las micro SD de algunos, y en las retinas de todos, uno de los momentos más espectaculares y fantásticos del AMOTOnamiento…

En ese momento, me picaron por la espalda… y descubrí a Juanma!!

El amigo de Birraiders, que hasta allí se acercó con su resfriado… a pasar un ratillo con –creo recordar- su cuñado.
Aunque éste se quedaba a dormir… y Juanma volvería para casa en unas horas.

Abrazos y arrumacos, típicos y sinceros de siempre que nos encontramos con un representante de uno de los grupos más amigos… y despedida.
Pues la caterva pensaba en subir a echar un trago –y a buscar pan para la cena-, y no era cuestión de dejarla ir sola… je, je, je…

Así pues, compañero, hasta la próxima!!!

He dicho subir??

Pues sí!!

Sí… Y mil veces sí!!

Subir, subir… Palabra maldita, que en aquella concentración, toma un significado mayestático y sobrenatural, cuando uno se sitúa frente a la cuesta que hay que subir –prácticamente escalar- para llegar a lo que vendría siendo el pueblo…

Monty, nuestro amigo y particular Cicerone de ese día, nos guió a todos para que no nos perdiéramos… y tuvo el secreto y oscuro placer, de poder comprobar como se nos iban cayendo los huevos uno a uno, cuando descubríamos ante nosotros semejante subida!

La cuesta de febrero! La llamaremos… je, je, je… O mejor… “la puta cuesta!” Que queda más propio…

Subímosla pues, y en lo alto de ella –a nuestra mano fascista- descubrimos un bareto. Pero el compañero Monty nos indicó que el destino de la incursión… estaba más adelante.

Así que proseguimos…
Proseguimos… Preguntaron por una panadería… Y al tercer intento, dimos con el lugar donde nos servirían un poco de “harina-agua-sal”, para nuestra pitanza de vísperas.

A todo esto… me quedé en el segundo establecimiento, embelesado en la contemplación de algo que parecía ser una especie de “chuchos” redondos… y babeé –como los perros de Pavlov- imaginándome las cantidades industriales de crema pastelera que podrían contener.
Pero el amigo Monty –decidiéndose en avanzadilla-, se adelantó y compró una unidad… que resultó ser un enorme buñuelo de viento…!

Todo mi gozo… en un pozo. Ntch…!!

Mientras… los compañeros se habían hecho con una hogaza de riquísimo pan, que haría nuestras delicias en la cena.
Así que –con las compras hechas- ya sólo nos quedaba ir a satisfacer los gaznates… en el bareto que nos recomendó nuestro Cicerone…

Nos sentamos en la terraza. Carajillo, café, cortado… o directamente Jota Be con hielo en mano… y nos dedicamos al sano y excitante deporte de la tertulia de terraza, que llena el espíritu, los estómagos y los pulmones… je, je, je…

El compañero y amigo, Canadian… nos informó que a las nueve de la noche debía estar en el campamento, para partir a preparar lo que sería el Tomb de Llums. Pero como correrían algo así como las siete y algo de la tarde… tiempo teníamos de charlar distendidamente y sin prisas…
Y eso es lo que hicimos.

Bueno… hasta el punto, que se nos pasó el tiempo volando!! Charlando dicharacheramente… contando chistes, y disfrutando de un cachondeo, que sólo se consigue en momentos como ese.

Y cuando nos quisimos dar cuenta, era cumplida ya la hora de bajar…

Antes por eso… recibimos la llamada del amigo Daelin!! Que junto a Kori, Blas, Escacs, etc. Pensaban subir –como habíamos acordado unas semanas antes-, el domingo por la mañana a saludar… y almorzar juntos.
Pero le informé que al inscribirnos, nos entraba el almuerzo… y éste tenía hora concreta –de ocho y media a diez-, y que si venían más tarde de esa hora, les acompañaríamos… pero seguramente ya habríamos almorzado.
Aunque –ni que decir tiene- que con toda la noche por delante… cualquiera sabe cómo acabaríamos, o cómo y a qué hora, nos levantaríamos…

Así las cosas, lo dejamos todo en el aire… y ya nos avisarían cuando llegaran al AMOTOnamiento.

Hasta mañana compañeros!!!

Y tiramos para abajo… que ya era hora de volver…

Llegamos al campamento… y nos fuimos de cabeza a las tiendas. Y allí, tuvimos una sorpresa mayúscula, cuando comprobamos que había tiendas para parar un barco! Qué digo un barco…! Una flota!!!
Y es que… desde las cuatro y media o cinco de la tarde –que fue la última vez que nuestros ojitos vieron de cerca las tiendas-, hasta esa hora… éstas se habían multiplicado exponencialmente aquí y allá.
Hasta el punto, que no había sitio físico para montar una sola tienda alrededor de la nuestra…

Qué bien que hizo Bruce, al llevarse su moto al parking… en previsión de su pronta salida mañanera…!!

Aunque… esa no fue la única sorpresa… je, je, je…

Todas las tiendas, y algunas motos… empezaban a tener un brillo –digamos- especial…

“Algo” sobre ellas, las hacía brillosas. Las hacía resplandecer, al contacto lumínico de mi linterna minera…

Y es que la humedad de la joven noche… se convertía en hielo!!!

Bueno… je, je, je… Aquí tuvimos una pequeña discusión filosófico-teológica… y lo que para algunos era hielo, para otros era escarcha.
Aunque indiscutiblemente para todos… aquello estaba frío, y era símbolo irrefutable que aquella noche haría un frío de tres pares de cojones!

Canadian, que lleva un termómetro en la moto… nos informó que estábamos a dos grados.
Y yo, que estuve allí hace dos años… pensé:
- “Pues como se levante el viento que se levantó entonces… nos vamos a cagar!”

Y es que ya lo dijo Monty esa misma tarde… Hace dos años, estaba él en su tienda… meándose en el sentido más literal de la palabra… y no tuvo huevos a salir…!!

Como dije al principio de ésta crónica, esa fue la vez en mi vida que más frío he pasado…

Pero volvamos al relato de los hechos, y no nos perdamos por los cerros y los valles. Que a poco estaban a punto de dar las nueve de la noche… y aún hay mucho en el tintero que contar.

Canadian, que como ya comentó en el foro, tenía un par de moteros a los que rendir sentido homenaje… partió a la salida hacia el monte de enfrente, desde donde saldrían las dos serpientes multicolores.
Le despedimos… y nos liamos en una de lasa charlas más liosas de aquél fin de semana: los grados alcohólicos de las bebidas. O lo que es lo mismo, el tanto por ciento por volumen, de alcohol que contienen.

Pero en fin. No nos liaremos aquí y ahora a desenmarañan tan liado ovillo… y proseguiremos como si yo no hubiera recordado nada… je, je, je…
Tito, K-RloteS y yo, nos dispusimos a pasear por la concentra… haciendo tiempo para el Tomb de Llums. Y acordamos de mutuo acuerdo –y porque no podía ser de otro modo- que no cenaríamos hasta que volviera Canadian.
Pues, aunque las brasas rugían con fuerza… y mucha gente estaba haciendo cola para cocinarse el papeo… toda la noche habría hoguera.

Y tiempo habría –y de sobras- para zampar a nuestras anchas…

Paseando… volvimos a las tiendas para que Carlos se hiciera unos pitillos, ya que su arsenal había diezmado en demasía. Y allí “liados”… y dándole de vez en cuando al “Juan Bautista”, o al “Ruavieja”… apareció una parejilla, a la que no hubiéramos prestado atención, si no llega a ser que el chico exclamó:

- “Mira, una Savage!”

Y es que mi pequeña… siempre llama la atención en las concentras… je, je, je…

Nos pusimos a charlar con ellos, y descubrimos que ambos llevaban burrica. Él una nacked, y ella una custom 125.
De hecho, K-RloteS –que como dije, es el confraternizador del grupo…- le dio rienda suelta a la “sin hueso”, y desde ese momento… hasta pasado el Tomb de Llums… Ingrid y Gerard -que así se llamaban- ya no se separaron de nosotros.

Traguito de licor de yerbas… charla… paseo… y haciendo tiempo para el que sería –como cada año- el acto más emotivo de ésta, y de cualquier concentración que haga algo remotamente similar.

No tardaron en llegar los petardazos que avisarían de la inminencia del acto.

Para entonces… ya nos encontrábamos situados en un lugar situado no muy cerca –ni tampoco muy lejos- de la hoguera… y para cuando apagaron las luces del campamento, y dieron caña a la música ambiental que nos envolvió a todos, ya estábamos perfectamente orientados hacia el monte por el que de un momento a otro empezarían a bajar las dos serpientes multicolor…

He de decir, que el año pasado éste acto me emocionó muchísimo más. Ya que en aquella ocasión, me sumergí completamente en la audición del tema… la contemplación de las luces… y mis propios pensamientos.
Y claro, a poco está uno de echarse a llorar. Pues los sentimientos aparecen a flor de piel…

Ésta vez, en cambio, bien sea por el alcohol ingerido… bien sea por la compañía… o por lo que sea… teníamos un poquito más de “cachondeo” en el cuerpo, y hablábamos. Comentábamos… Y no llegué –ni de lejos- al estado entre turbado y emocionado que llegué en el año pasado.

Pero de todas formas, no dejó de ser emotivo y sumamente bello. Sobretodo, cuando llegan todos al campamento… y relatan –uno a uno- los nombres y localidades de los desaparecidos que han motivado semejante homenaje.

Todas las motos, con los faros multicolor a tope… y destripándose, ponen punto y final a la lectura de la lista.

Y ahí uno, siente como le tiemblan las tripas…!

La Elfonsa, silenciosa hasta ese momento, empieza a desgañitarse… lanzando llamaradas a al aire, y demostrando –una vez más- que el fin del acto ha llegado… y con él, empieza la fiesta!!

Qué pasada compañeros!!!

Todas las palabras del mundo son pocas, para describir lo que cualquiera de los presentes puede llegar a sentir viviendo un acto como aquél…

Y ya, como colofón final, ron cremat!!!

La gente, se agolpaba frente al tenderete donde lo servían… y unos tras otros, regresaban con un vasito de ese licor de dioses, calentito y dulzón, que enamora a las gargantas más sutiles…

Y es que el ron cremat, es algo tan nuestro como la sardana, l’allioli, y el xató… je, je, je… (Como se nota que soy de L’Habana Xica…)

Que por cierto!! Allí… en el interior de las tierras tarraconenses, lindando casi con las de Lleida… le preguntamos a Ingrid y Gerard por su procedencia, y eran de Cubelles y Roquetes!!!
Si es que… el mundo es un puto pañuelo…!!

Apareció por allí Monty… y con él compartimos el ron, la charla, y el buen rollo. Pero en cuanto apareció Canadian, decidimos emigrar y prepararnos para cenar. Pues nuestros estómagos –alimentados con alcohol toda la tarde- reclamaban ya su ración de pitanza…

Fuimos pues hasta las tiendas, y empezamos la peregrinación a la mesa en la que cenaríamos esa noche.
Por casualidad… en ese viaje, nos encontramos con el mismo que nos ofreciera su mesa a la hora de comer. Y en esa ocasión, nos ofreció caldito que tenía el hombre calentando en un fogón de butano… je, je, je… Y es que el buen rollo y el compañerismo, salían por todas partes…!

Le comenté a Canadian que fuera a buscar a K-RloteS –que se había quedado charlando con la parejita-, y así –entre todos- intentar poner un poco de orden y concierto… mientras nos repartíamos las faenas.
K-RloteS y yo, dándole caña a las brasas y a la carne. (En ésta ocasión, pollo y botifarres)
Tito, cortando la carne… y procurando que en la mesa no faltara de nada.
Y Canadian, que se pegó un nuevo viaje a las tiendas, a buscar el pan que nos habíamos dejado en ellas… (Imperdonable…!)

Al poco, ya nos teníais a los cuatro, dándole de nuevo a la muela y al allioli… pegando tragos de cerveza… y mordiscazos al pan! Que hambruna visigoda!!

De postre… pastitas dulces –que sólo catamos Tito y yo-, y luego, a recoger…!!

Limpiamos todo… Agradecimos a los amigos de la mesa larga, las atenciones prestadas, y el caldo…
Echamos los desperdicios a la basura… y pa’ la tienda! Que hay que tomar café!!!

Llegamos a las tiendas, y aprovechamos para transportar todo el tema “comida” –que hasta entonces habíamos dejado en la tienda de K-RloteS por su facilidad de acceso- a la mía. O mejor dicho, al porche de la mía.
Y así… minimizar los posibles “accidentes” de esa noche al empiltrarse… Pues vayan vuestras mercedes a saber cómo llegábamos… je, je, je…

Saqué el termo cafetero, y todos –salvo Canadian que tenía que levantarse temprano- quisimos sorber el cálido y cafeínico elemento.
Pero… desde las seis de la mañana que estaba hecho, a esas horas, simplemente conservaba un recuerdo de temperatura. Y más que caliente, estaba templadito…
Así que decidimos acudir al tenderete de la Peña Paddock, donde había una cafeterilla… y así nos metimos un cafetín. No muy bueno… pero calentorro, calentorro… je, je, je…

Allí pudimos comprobar que el ambiente empezaba a decaer. Pues ya pasaban unos minutos –como treinta o así- de la media noche… y ya se había puesto en marcha la disco móvil en el pabellón. Con lo cual… emigramos –como hace Vicente- donde está la gente.

Los cuatro –cual jinetes del Apocalipsis- emprendimos viaje hacia el pueblo.

Sin pensar –hasta que llegamos ante ella- que nos tocaba volver a subir la pedazo de cuesta…!! No!!! Juer…!!!

Antes de subirla… nos encontramos con Alba. Que nos comentó que después del pabellón… sacarían de nuevo la guitarra, y cantarían –como en La Cabra Mocha- unas canciones en la hoguera.
Y eso, he de reconocer, que me resultaba infinitamente más apetecible, que todas las discos móviles del mundo…

Pero nosotros, para el pabellón!!

Canadian… nos fue guiando calle tras calle, hasta él. Y cuando le preguntamos si se conocía el camino… aludió a su oído musical, y a su capacidad de detectar el origen de la música… Pero mucho me temo que nos vaciló, y que fue pillando –con mucha suerte- las calles a boleo… je, je, je…

Aunque lo cierto es que nos llevó hasta el pabellón!!

Gracias compañero!!!!

Una vez ante él, descubrimos a mogollón de peña ante la puerta… (Algo que me recordó mis años de crío en las discotecas de mi pueblo)

Canadian, que como digo, se tenía que despertar sumamente temprano… decidió despedirse en ese momento. Pues nos había acompañado simplemente por “asegurarse que llegábamos”… je, je, je… Qué buenazo…!!

Así que le despedimos, con todo el dolor del mundo… y suplicándole que al día siguiente tuviera mucho, mucho, muchísimo cuidado con la carretera.

Hasta la próxima company!!!

Nosotros, mientras él se alejaba, nos dispusimos a hacer cola –como si fuéramos tres adolescentes-, y aguardar la hora de entrar…

En el interior –como es normal- no se podía fumar… Pero, me dirían algo de la botella de Ruavieja que llevaba en la axila?? Pues no! Porque la llevaba dentro de la chupa, y no se veía…!! Je, je, je…

Cuando por fin entramos en aquél garito… comprobamos que la temperatura allí dentro era más que elevada. Y si a esto le sumamos, la cantidad de “capas” de ropa que llevábamos… pues os podéis imaginar qué pedazo de calor que pasábamos!!

Pero no… Nosotros, como tres tíos rudos moteros que somos… allí, “disfrutando” de la fiesta… y esperando el momento de salir a la calle a respirar el fresquete de la noche…

En el boliche hubo momentos de musiquilla bailonga, que hizo que Tito se arranca a bailotear… mostrando la cálida sangre latina que llevan sus venas!

Pero yo… que aguantaba mi botello de licor de yerbas… no atinaba a mover más de tres músculos en cada compás…

Luego, aparecieron los timbalers… y ahí nos dieron una exhibición de “batucada”, que nos dejó a todos con el ritmo pegado a las caderas y a los tobillos…

Y por fin, uno de los momentos más gloriosos!! Música española, de la época de la movida!! Ja, ja, ja…
Y ya nos ves a K-RloteS y a mí, desgañitándonos, cantando –o destrozando- una a una, todas las canciones que salían por aquellos baffles…

Y bueno… Qué os voy a contar, que no conozcáis del ambiente discotequero de nuestros años mozos, no?
Allí estuvimos hasta que nuestras suelas dijeron que querían calle… y decidimos partir –cuando pasaba algo de las tres de la madrugada-, en dirección al campamento.
A ver si arrancaba la sesión de guitarra… y nos deleitaban con un fin de fiesta entre melancólico y festivo…

Salimos de allí, y emprendimos las calles de regreso, siguiendo a un grupete que nos guió sin saberlo, hasta la plaza que hay cuando uno acaba de subir la cuesta.

En esa plaza, hay una fuente… Y en esa fuente, Carlos se echó un trago de agua que – a priori- no tenía pinta de salir muy “calentita”…

Y luego… a por la cuesta!!

Pero bueno… como es de bajada… no “duele”… je, je, je…

Al llegar al final de la cuesta, y antes de ir hacia la hoguera, Tito y yo decidimos aliviar nuestras bufetas en el campo… ya que los servicios se nos antojaban harto lejísimos. Y eso hicimos, aprovechando la impunidad que ofrecen las sombras de la noche, y el hecho de que en el campo abierto no hay farolas que le delaten a uno…

Llegamos a la hoguera… pero la sesión guitarrística todavía no había empezado.

Así que nos sentamos… y K-RloteS cayó en la cuenta que se había olvidado recoger la botella de “Juan Bautista” que dejó escondida antes de entrar en el pabellón!
Aunque no sé si fue porque realmente quedaba poco, o por el gripazo que empezaba a acusársele de mala manera… o por pensar en subir de nuevo la cuesta… que prefirió darla por perdida, y continuar allí sentadito al ladito del fuego…

Bueno, la verdad, sí lo sé…

Pues el gripazo –que hasta esa hora le había respetado más que bien- le robó la voz y le dejó una especie de lamento afónico… y unas tiriteras… que no tardaron en hacerle ir de culo a la piltra.

Así pues… nuestro amigo Carlos fue el primero de los tres que claudicó a la noche, y se despidió de nosotros con el pedazo de trancazo que le había caído encima…

Nosotros –Tito y yo- preferimos quedarnos un rato más… y charlar tranquilamente frente al mágico elemento que es el fuego…

Entre calada y calada de pitillico, trago de yerbas… je, je, je…

Y es que –la verdad- en ese momento, éste que os habla, estaba en un momento de relax y felicidad, que no se paga con todo el oro del mundo…!!

A nuestro alrededor… cada cual tiraba con los suyo.

Algunos, de bocata y cubata, para recuperar energías… y acusar el ánimo.

Otros, con el litro de birra… y algún que otro cigarrillo de la risa…

Los amigos de Druïdes… con el fogoncito, y calentando fabada.

Pero todos, unidos por la magia de la noche, adorando, alabando y venerando a una hoguera que tronco tras tronco, los iban consumiendo todos.

Correrían las cuatro de la madrugada. La luna se acababa de esconder tras los montes. Y Tito, me comentó la posibilidad de acudir a la piltra –cada cual a la suya, eh?- y dar por finiquitado aquél día de emociones… alegrías y aventuras.

Yo… la verdad, me hubiera quedado hasta que sacaran las guitarras… pero hay momentos en que a uno le ataca la lucidez… y decide lo que es políticamente más correcto.

Así pues, a la cama!

Fuimos hasta las tiendas… y aquello parecía un campamento base antes de atacar la cumbre del Everest…!

Las tiendas, cubiertas por la escarcha convertida en hielo… o por el hielo, con alma de escarcha…

Igual da. El tema… es que hacía frío… je, je, je…

Nos despedimos, y cada cual se metió en su tienda.

Al entrar en la mía, comprobé que Canadian se despertaba… y eso me supo muy mal. Así que procuré despelotarme –hasta donde me lo permitió la sensación de frío-, lo más rápido posible, y me metí en el saco, donde comprobé que se estaba más a gusto que dios! Ja, ja, ja…

Allí… acurrucadito… Notando como el entorno se calienta con el calor corporal –y algún que otro metanito… je, je, je…

Desde la tienda de al lado, oí unos suspiros de placer. Pero no podría decir de quien eran.
Así que mejor obviar ese detalle…

A gustito, sí que estaba. Sí… Pero no había puta forma de dormir!

Y para colmo… el campanario del pueblo tocaba los cuartos, las horas, los cojones…

Todo lo tocaba!!

Yo, allí acurrucado, oí las cuatro y cuarto… la media… menos cuarto… las cinco…!!

En la hoguera, ya habían sacado las guitarras, y se les oía cantar de lejos. Y a puntito estuve de vestirme de nuevo, con mi botella de yerbas bajo el brazo, y acudir hasta allí.
Pero el solo pensamiento de volver a despertar a Bruce… me hizo echar para atrás…

Las cinco y cuarto… y ya no oí las cinco y media! Me dormí! Je, je, je…

Pero a las seis menos cuarto… mi compañero de tienda decidió levantarse. Así que como yo no era consciente de haberme dormido… hasta que no me dijo la hora, y comprobé que había un cuarto que no había oído… no me di cuenta de ello.

El compañero, se fue hasta la hoguera a “tener un poco de vida social” antes de partir… y procuró en todo momento no hacer ruido.

Así que yo, que me sabía ya en el mundo de los sueños, decidí dormir a pierna suelta hasta que el cuerpo pidiera guerra de nuevo…

Y eso pasó a eso de las ocho! Tócate los cojondrilos!!

Me desperté… oyendo chamelar a más de cuatro alrededor de la tienda… y cuando un sonoro cuesco salió de mí bajo vientre, para ir a estrellarse contra la lona de la tienda, decidí llegado el momento de saltar de la piltra y vestirme.

Pero… una pedazo de dolorosa rampa, que me montó todos los músculos del muslo derecho… me obligó a tumbarme de nuevo, y esperar a que el horrible dolor desapareciera lo más rápido posible…
Y eso, sólo era el preludio de lo que me esperaba el resto de la mañana. Porque las rampas y montajes de músculo –como veréis más tarde- me atacaron por doquier durante toda la ruta…

Aunque, no adelantemos acontecimientos… y prosigamos con el relato tal cual pasó.

Cuando se me pasó la salvaje “montada de músculo”, que a decir verdad, fue la peor de todas las de aquél día… aproveché par a vestirme y salir a fuera, con la intención de aliviar mi vejiga cuanto antes. Pues ésta estaba más hinchada que la cara de Rocky, en sus dos primeras ediciones…!

Salí… y el espectáculo era impresionante!

La escarcha, había ido haciendo capilla tras capilla de hielo en las motos, y éstas aparecían blancas!
Y eso que ya empezaban a perder el hielo…

Me fui hasta los meódromos… y me decidí a probar uno de esos de pie.

Y la cagué… Pero mucho!!

Y es que los hombres… miccionamos de pie. Y esos bichos, están pensados para eso… pero no a esas temperaturas!

Y claro, uno, acostumbrado por los años de uso… a aliviarse mirando dónde dirige el chorro… mira… y todo el vapor que sale despedido hacia arriba, directamente a la cara…!! Puagh…!!!

Vaya forma de despertarme, coño…!!

Así que después de la escatológica experiencia –en todas las salidas hay alguna…-, me volví hacia el campamento y me lié a echar fotillos a las motos… hasta que la batería del móvil me dijo que no me explayara tanto, e intentara economizarla.

Con lo cual… Qué hacer? Pues sencillo… despertar a mis compañeros!! Ja, ja, ja…

Abrí la tienda de K-RloteS, y allí descubría a dos “capullos” –en el buen sentido de la palabra, eh?-, por su similitud con la crisálida de los gusanos de seda… perfectamente acurrucaditos… durmiendo a pierna suelta.

Pero yo, que soy un cabroncete… insistí, insistí e insistí… hasta que no tuvieron más cojones que levantarse.

Primero Carlos, y luego Alberto… Pero los dos, con una cara de no querer ver el mundo, que pa’ qué…!

Salieron… e igual que hiciera yo, decidieron inmortalizar el momento con las fotos de sus móviles.
Pero para entonces, un tímido Lorenzo que empezaba a besar las burras… ya derretía los hielitos, convirtiéndolos en el agua que fuera la noche anterior.

Los tres vestidos… nos decidimos a tirar para el tenderete de Paddock donde estaban dando el almuerzo… y más de quince ya guardaban cola.

Antes, eso si, aliviaron también las bufetas en los meaderos… pero –listos que son ellos- lo hicieron en el “cagómetro”.
Harto más seguro que el otro…. E infinitamente más discreto.

A todo esto, y mientras guardábamos cola… un Tito cachondo y saltarín, se la puso a cantar, a tocar los merindolos, y a desearnos los buenos días en general.
Y nosotros, serios, pensábamos… ya veras tú…! Je, je, je…

A todo esto, arrancaron las tracas despertadoras de dormilones!

Dos de ellas…!!

Que no veas la gracia que les tuvieron de hacer a más de cuatro, que se acostaban en ese momento…!

Pero nen… así son las cosas! Que ya se avisó que se tiraría mano de métodos expeditivos, para asegurarse que a las nueve no quedara nadie durmiendo…

Con todo y con eso, a mí se me despertó un apetito voraz, al ver los huevos con tomate y chistorra que nos habían preparado…
Éstos… acompañados de unas pastas a elegir. Y de bebercio, café con leche, zumo, o vino!
Mi menda lerenda… vino!! Je, je, je… Que como dijo un conocido mío una vez… “al fuego… fuego!”

Tito, como yo, almorzó el kit completo de almuerzo… Solo que cambiando el vino, por zumo.

Pero K-RloteS, algo más tocado por la noche y la gripe… prefirió ni mirarse los huevos, que le producían cierto asquito… y pedir que le pusieran alguna pasta de más… je, je, je…

Deseo concedido. Aunque en la barra ya le advirtieron:

- “Pero como te pilles vino, te doy, eh?”

Je, je, je… Y es que su cara, era un verdadero poema…

Juntos, los tres, almorzamos gustosa y tranquilamente… coincidiendo –casualidades de la vida- con un amigo de Carlos, al que tuvimos el inmenso placer de conocer allí.

Y es que, como dije antes, el mundo es un pañuelo…!

Almorzamos, como digo… y después del pitillín post almuerzo, el compañero de Castellbisbal nos recordó lo que nos dijera un rato antes:
Que necesitaba de un sitio bonito y tranquilo, para plantar un pino mañanero y relajante.
Así que no se nos ocurrió mejor idea, que ir al bar donde la tarde antes acudiéramos con Monty…

Y para allí que fuimos.

Pero… no!!! La puta cuesta!!! Otra vez, no…!!!!

Sí, sí… Nos tocó subir de nuevo la cuesta… con el consiguiente dolor de piernas, y mal follaje…

Y encima, llegando arriba… una muchacha, simpaticota ella, nos deseó los buenos días…!

A lo que yo le contesté:

- “Eso lo dices, porque a ti te toca bajar…” –Y sonrió del gustazo que le dio pensarlo. Seguro…

Menuda cuesta compañeros…!! Menuda cuesta!!!

Llegamos al bareto… elegimos la única mesa de la calle –que hay que fumar…- en la que tocaba el sol… y nos dispusimos a cafetear tranquilamente, mientras repasábamos el día anterior, y saboreábamos lo que a priori parecía, el final del AMOTOnamiento…

Pero no. Aún quedaba un cachito más…

Allí sentados, recibimos –pues había para todos- la bronquilla de un Tito dolido, porque el día anterior no nos acordamos de él a la hora de comprar los parches.
Y la verdad es que tenía razón… Pero nosotros, todavía echábamos más leña al fuego, elucubrando con la posibilidad de que se hubieran acabado… je, je, je…

Allí sentados, también, recibimos la llamada de Daelin… informando que ya mismo salían para allí!
Así que todavía teníamos un ratillo… para poder disfrutar del solecito, del café, y de “relax” tan apetecible que tiene aquella terracita… después de subir “la puta cuesta”…! Je, je, je…

K-RloteS, un rato más tarde, y visiblemente “descansado”… regresó del interior del garito, con la intención de disfrutar él también de aquél sol de media mañana, que era un placer y un verdadero lujo para los sentidos…!

Tanto… que de la mesa de al lado, emigró uno y se sentó en la nuestra… je, je, je…
Era Dani. De Moto Grup Druïdes. Que al ver el pin de La Cabra Mocha… se puso a charlar con nosotros, y allí pasamos un rato más que entretenido. Pues es un tipo cachondón como pocos…

Allí, nos dio recuerdo para todos los d’Els Mussols… y con nosotros, se lamentó de que ese año no pudieran ir.

Y allí, le recordé las desventuras de quien suscribe, la madrugada del dieciséis de enero pasado… acompañado del inefable Paco de Zaragoza.
Y es que… todas las noches tienen su aquél. Pero aquella… aquella fue memorable! Je, je, je…

Como todo en este mundo, aquella charlita tranquila también tenía que tener su fin. Así que de mutuo acuerdo… pero para nada convencidos, decidimos emigrar de allí como las golondrinas, y ponernos a hacer un poco de faena.
Que sería ya media mañana… y teníamos todo por recoger…

Así que bajamos la “puta cuesta” los cuatro… y prácticamente al final de ella, nos despedimos del compañero –y desde ya, amigo- Dani. Que también tenía que ponerse a la labor.

Llegamos al campamento, y una vez allí… aprovechamos para acercarnos al tenderete de Paddock, donde el amigo Tito pudo comprar –felizmente- el parche de la concentra…!
Y nosotros –K-Rlotes y yo-, respirar tranquilos… je, je, je…

Allí en el tenderete, nos informaron de que el sorteo de éste año iba a ser muy interesante… pues había todos los regalos de ésta edición del AMOTOnamiento, y los del año pasado!
Ya que se puso a llover… la gente se fue, y se anuló. (Algo que yo desconocía, pues como dije al principio, yo ese día me tuve que ir tempranito…)

Y allí estábamos, a puntito de tomar algo fresquete… cuando me llamó el amigo Daelin!

Que ya habían llegado!!

Localizamos un punto de referencia donde dirigirnos… y una vez acordado, ya que nuestra situación era “estratégicamente” avanzada –como diría Patton-, decidimos esperar a que aparecieran por delante de nosotros…

Y no tardaron en aparecer!

Daelin, Kori, Blas, Escacs… un par de compañeros de los que no recuerdo el nombre… y Cooper! El saltarín y simpaticorro perrillo de Kori y Daelin, que aprovechando que éstos habían venido en coche… no quiso perderse el evento dominical y motero…

Qué decir de ese encuentro…! Abrazos, cariños, apretones, besitos… Y todas las muestras de cariño, habidas y por haber!

Y es que encontrarse con estos amigos, es siempre un placer, un orgullo, y un verdadero honor…!!

Tito, que andaba chupando una coca-cola… le tocó –para variar- el culete a Daelin. Y por eso, cuando llegó el turno de hacerse las fotos de rigor con la Elfonsa… y Tito posó en una de ellas con Kori, Daelin le exigió que tuviera siempre las manos bien a la vista…! Ja, ja, ja…

Los amigos de Valls, como es normal, tenían ganas de almorzar… Y nosotros, que lo teníamos todo por hacer, y como suele decirse, las tiendas… manga por hombro… decidimos que cada cual se dedicaría a su labor, para luego encontrarnos y pasar un buen rato juntos.

Con lo cual, ellos se dirigieron a por los bocatas, y nosotros a por las tiendas.

Llegamos a las tiendas… y éstas ya estaban “prácticamente” secas.

Era cuestión, pues, de tomárselo con calma… y empezar a recoger tranquila, pausada, y
paulatinamente.
Que en días como ese, no hay prisas… ni puta falta que nos hacen.

Venga pues! A recoger!!

Enrollando la esterilla, me di cuenta que había dos…! Y es que el amigo Canadian, no sé si por las prisas mañaneras, o por no volver a entrar en la tienda, se dejó la suya.

Así que las enrollé juntas, y cuando le vea se la devuelvo.

Saco de dormir… manta –que no necesité-, linternas, neceser… todo para el petate!

La tienda, recogida por Tito y plegada entre los dos… la atamos a su Águila Negra.

Y así, poco a poco… fueron desapareciendo todos nuestros enseres del suelo de aquél campamento… al tiempo que aparecían perfectamente atados a nuestras burricas.

K-RloteS, que ésta vez intentó cambiar el orden de colocación de las cosas, para lograr así un transporte más cómo de su “Two Seconds”… tampoco lo logró.
Y es que la “Two Seconds”, es mucha “Two Seconds”… y casi seguro que se tendrá que inventar un apero para que en la próxima salida, la confortabilidad y facilidad de su montaje… vayan acorde al de su transporte.

Los compañeros y amigos de Valls, ya habían almorzado. Y hasta las burras, se acercaron Kori y Daelin… justo cuando estábamos dándoles los últimos tirones a los últimos pulpos... dando así por finalizada la peor de las tareas de cualquier concentración…

Así que en unos minutos… ya nos tenéis a todos, dejando las motos perfectamente listas para la marcha… desfilando en búsqueda de los otros, para tomarnos algo con ellos.

Que ya tocaba!!

Y… a que no adivináis donde decidieron ir a tomar algo…?

No…? No tenéis una ligera idea de qué bareto podría ser que eligieran?

Je, je, je… Sí!! El mismo al que habíamos ido esa mañana a cafetear…

El mismo al que fuimos la tarde anterior con Monty…

Y el mismo, al que para llegar a él, hay que subir la “puta cuesta”…!!!

No….!!! No puede ser… Esa cuesta, nos cogió manía… y nos estaba dando pa’l pelo…!! Je, je, je…

La subimos –casi a rastras ya…-, y cuando llegamos arriba, un señor muy simpático que tenía una Electra, nos empezó a contar las excelencias de vestir ropa específica para andar en moto en invierno.
Y… no digo que no tuviera razón el hombre. Ni que el tema no pudiera ser apasionante y divertido… Pero… no era el momento, leche!

Que acabábamos de estar a punto de echar los higadillos, en aquella subida traicionera y asesina, que escalábamos por cuarta vez ese finde…!

En fin… suerte que la charla duró sólo lo que tardamos Carlos y yo en meternos en el bar… y el hombre se despidió cortésmente.

Otro día, charlamos más rato compañero… pero con el finde que tuvimos, y justo llegando arriba de la cuesta… no nos pillaste en el mejor de los momentos…

En la terraza de aquél bar, nos sentamos todos a descansar.

A saborear la cervecita…

Y a comentar la jugada de lo vivido, y de lo por venir…

En aquella terraza… disfrutamos de la grata y agradable compañía de nuestros amigos, mientras charlábamos de todo un poco, y de nada en concreto. Mientras relajábamos los músculos… aligerábamos el alma, y llenábamos el estómago…

Y qué bonito es…

…después de un fin de semana ausente de toda preocupación…

Con los amigos y compañero, y en el monte…

Sentarse a contarlo, y reírse de uno mismo y del resto del globo…!! Je, je, je…

Pero… como dije antes, todo tiene un fin. Y el del AMOTOnamiento de este año –ahora sí-, estaba a punto de llegar.

Salimos de la terraza… enfilamos a la cuesta invertida –llamémosla bajada-, y llegamos hasta el campamento.

Campamento que –como pudimos comprobar un rato antes- se había llenado de gente y de motos!!
Y es que el domingo por la mañana, también hay mogollón de gente que acude al evento.
Y más, en un finde como ese. Que a pesar del “hielo” de la noche… hizo un tiempo excepcional y fantástico!!

En el escenario, estaban en pleno sorteo.

O mejor dicho… a puntito de acabarlo.

Pues andaban por los premios para los moteros más lejanos, más jóvenes, más viejos… etc. Y esos –normalmente- son los últimos que se entregan…

Pero nosotros, que teníamos muy claro lo que teníamos que hacer, no nos quedamos a comprobarlo.

Tiramos para las motos… y tras organizar y decidir la ruta de regreso, acordamos que la haríamos todos juntos. Yendo a buscar Montblanc… para luego bajar a Valls –sin pasar por el Coll de L’Illa-, y así finalmente por El Vendrell, tirar para Vilafranca.

Toma ya… rutilla chula de regreso…!! Je, je, je…

A la cabeza… Daelin, Kori y Cooper, en su Hyundai. Seguidos por Tito, mi menda lerenda, y K-RloteS…
Y cerrando el grupo, Escacs, Blas, y los dos compañeros de los que lamentablemente recuerdo el nombre.

Tengo que arreglar ese fallo lo antes posible…

He de decir… que la ruta fue muy, muy , muy guapa!!

Que el trayecto “por arriba”, en vez de “por abajo”… que es el que usamos para ir, es precioso!!!

Y de hecho… el primer año que fui, allá por el dos mil nueve, con Fredy… fuimos por ahí.

Pero también he de decir que saliendo de Ulldemolins empezó mi suplicio… que se convirtió en una dolorosa condena que no me dejó hasta llegar a casa.

Las rampas!! O mejor dicho, los “montajes de músculo en mis muslos”…

Qué dolor compañeros! Qué jodida más toca pelotas…!

Y claro, si uno ya es lento de por sí con las curvas… imaginaos haciendo posturitas para aliviar las envestidas que me daban en las piernas…

Ciertamente, no sabía cómo ponerme en la moto. Pues era relajarme de un viaje… y empezar el siguiente…

Salimos de Ulldemolins… y tiramos para Vimbodí y Poblet. Y por allí, paramos en una gasolinera a llenar depósitos… Momento que aproveché para pedir disculpas, y relajar las piernas.

Escacs se ofreció a que nos cambiáramos la moto, por si al llevar la suya que no estaba cargada, notaba mejoría… Pero rehusé –agradecido- su ofrecimiento, porque ya sabía yo que el único modo en que se me pasaría, sería llegando a casa y estirándolas.

Así que… todavía me quedaba un buen trecho de “sacudidas”…

Pero… era más el placer que sentía al rodar rodeado de amigos, que dolor que me pudieran hacer sentir mis cansados músculos…!

Con lo cual… reorganizamos el grupo –una vez abrevadas las cabalgaduras-, y partimos sin más a acometer un nuevo tramo del camino!!


En ésta ocasión, el coche se puso detrás. Y delante… se colocó uno de los compañeros que conocí esa misma mañana.

Primero hacia Montblanc… luego dirección Valls…

Y así, unos tras otros, fuimos encarando curvas… rectas, subidas y bajadas… hasta que –en un rellanito del terreno- justo al lado de una rotonda donde en principio, nos íbamos a separar en varias direcciones… nos paramos a despedirnos.

Allí, echamos unos pitillos… relajantes y largamente esperados.

Allí, charlamos un buen rato, mientras comprobábamos que llegada era la hora ya de comer…

…aunque lo haríamos cada uno en su casa, donde podríamos descansar como nos merecíamos.

Y allí… Tito tuvo la oportunidad de sentir bajo sus nobles cascabeles por primera vez, el ronroneo suave, y el tirón potente, de una Yamaha Virago..,!!

Concretamente, la de Escacs. Que deseoso de mostrar el pedazo de máquina que se esconde bajo esos 535 centímentros cúbicos, se la dejó sin pensárselo… a ver si se anima a sacarse el carnet…! Je, je, je…

Y qué bella estampa hacían los dos…!! Sí señor!!!

Pasado el rato… Con los pitillos apagados, y las ganas de volver a subir a las burras, completamente renovadas, decidimos despedirnos nuevamente unos de otros… Deseando, con toda la fuerza del corazón, volvernos a ver lo más pronto posible.

Unos… para Valls. Otros, pillando autopista, y para Barcelona. Y nosotros… dirección a El Vendrell…!!

Así pues, el grupo se redujo considerablemente, y quedamos Tito, K-RloteS, Escacs, y yo mismo…

Escacs, cerrando el grupo… y yo a la cabeza de él, con un destino claro en la mente:

Vilatranca del Penedret!! Ja, ja, ja…

Tiramos por la carretera vieja de Valls… pasando el Collado de Santa Cristina.

Luego, pasando frente a “Las Tres Farolas”… Albinyana, y su “Conchita”… Hasta que volvimos a pisar, una vez más y de nuevo, nuestra entrañable y amorosa vieja amiga.

La N-340.

Nacional que nos llevó hasta la capital de L’Alt Penedès… donde teníamos nuestra siguiente parada “de avituallamiento”… je, je, je…

El Monterrey!!!

Pero… no… El Monterrey los domingos por la tarde está cerrado…!

Menos mal que somos previsores, y a falta de un garito para juntarnos, tenemos dos! Je, je, je… El Moreneta!!

Así que ni cortos ni perezosos, no fuimos para allí a relajarnos en la que sería, la última parada motera de aquél fin de semana concentrado, motero y rutero…

Allí nos tomamos unas cervecillas… un bravas… y Tito un café! Que el pobre, se venía durmiendo…

Allí sentados… charlamos un buen rato hasta que la brisilla de primera hora de la tarde nos hizo empezar a replantearnos la vuelta.
Así que nos despedimos, después de que el amigo Escacs nos invitara al “aperitivo”… y emigramos –tras hondos y sentidos abrazos y apretones- cada cual a su nido…

K-RloteS. El inefable, dicharachero y confraternizador de nuestro amigo K-RloteS… siguió camino por la N-340, dirección a Castellbisbal.

Escacs, el inconmensurable de Escacs… empalmó la C-15, y para Capellades!!

Y yo, y el “ametrallante” del compañero Tito -que ese fin de semana se despachó más a gusto que en Perros del Ebro, que ya es decir… je, je, je…-, enfilamos también la C-15… pero con dirección a Canyelles.

Con lo cual… tiramos en todas las direcciones posibles desde allí, cada cual a su casa, a descansar… y a recordar por siempre, lo que para siempre va a ser inolvidable…

Tito y yo bajamos… con las ganas y las prisas de llegar a flor de piel…

Y a mí, mis muslos muslitos, me atacaron de nuevo, con sacudidas mucho más fuertes que en todo el camino anterior…!

Pero por suerte, era el último tramo de la ruta… y sólo haría falta un último esfuerzo para llegar…

Y llegamos!! Y en un periquete que llegamos!!!

Entramos triunfantes en La Blanca Subur… y de culo, a dejar las motos al parking!

Y de ahí… dejando todos los bártulos en ellas para recogerlos otro día con más ánimos… para casa!!

Que había que comer… que descansar… y cag…. Je, je, je…

Pero llegábamos felices… Contentos y satisfechos… Y eso, no se paga con todo el oro del mundo…!

La verdad es que fue una salida excepcional. Un fin de semana, grandioso…!

Pero sobre todo, el hecho de haberlo podido compartir con grandes y buenos amigos… es lo que realmente lo hizo grande y maravilloso…!!

Sin olvidar –claro está- a los amigos que no pudieron asistir… Pues su falta se notó en todo momento, y es algo que lamentamos en más de cuatro ocasiones….

Pero esperemos que para la próxima nos podamos juntar todos. Y juntos, podamos hacer que la próxima edición del AMOTOnamiento, sea tanto o más grande que la de este año!!!

Oh, yeah!!!


NaClu2!!!

dijous, 3 de febrer del 2011

Rutilla al Monterrey. VILAFRANCA.

Por Jaqueton:



Hoy hace una semana, el pasado jueves tres de febrero y de forma un tanto atípica… salimos de rutilla.
La razón? Desquitarse someramente de la putada que nos hizo El Gran Manitou el sábado anterior, cuando la intención de la salida era ir a visitar a nuestro viejo y gran amigo, Mazinger Z.
Y es el viernes, cayó hasta granizo! Y claro, no era cuestión de jugársela…
Aunque en un principio pensábamos esperar al sábado por la mañana para ver qué tal amanecía… El mismo viernes, en vista de la que caía, y a eso de las 22:05, abortamos la misión vía telefónica.
Con lo cual… los ánimos moteros, ruteros y tragones, estaban alteradillos… y hambrientos de carretera… je, je, je…
Así que cuando el amigo Tito propuso salir a dar una vueltecilla… buah! Poquitas ganas teníamos…!!

La primigenia propuesta fue encontrarse en el Monterrey… y tras un almuercete tranquilo, decidir el trayecto y el destino de la ruta.
Pero viendo los que seríamos… decidimos quedar directamente en la Blanca Subur, y así hacer un poquillo de rutilla desde allí.
Rutilla que –dicho sea de paso- es tan atípica como el hecho de que saliéramos en jueves… Pues pasamos por carreteras, por las que rara vez pasamos en nuestras salidas.

Quedamos pues –como digo- en Sitges. Concretamente, en la gasolinera conocida como la de “El Molino”.
Desaparecido bar-restaurante, del que sólo queda un edificio tapiado, colindante a la gasolinera. En el que de jovenzuelo, no pocas veces desayuné –beodo todavía-, después de haberme pegado la juerga padre en las discotecas del turístico pueblo playero…
Qué recuerdos alcohólicos y crápulas…! Je, je, je…

Hasta allí, y después de pasar Las Costas del Garraf, se dirigió el amigo K-RloteS a lomos de su bonita y ligera Eliminator…
Y hasta allí también, nos dirigimos Tito y yo con nuestras no menos preciosas niñas.
Dispuestos a juntarnos con el compañero de Castellbisbal… y en grupete, rutear un ratillo hasta Vilafranca.

La rutilla elegida, pasó por Sant Pere de Ribes. Donde pillamos la vieja y sinuosa carretera del Gran Casino de Barcelona… que nos llevó hasta la variante.
Una vez allí, tiramos dirección Cubelles… Y justito antes de salir de L’havana Xica, pillamos una de las carreteras a la que guardo más cariño y recuerdos nostálgicos de infancia: La carretera del pantano!

Por ella subimos tranquilamente… mientras el revirado asfalto mañanero, transcurría bajo nuestros neumáticos.
Llegando a la presa, paramos a echar unas fotillos y respirar el fresquete aire de aquellos lares.
Pero no echamos ni un pitillo… porque los atribulados estomagos moteros, ya empezaban a quejarse con furia visigoda. Y era menester darles algo cuanto antes… je, je, je…
Así que reanudamos la marcha, y tras pasar Castellet… enfilamos hacia L’Arboç. Donde pillamos nuestra vieja amiga N-340, que nos dejaría –doce kilómetros más tarde- en la capital de L’Alt Penedès…!

Llegamos pues al Monterrey… y tras saludar efusiva y cariñosamente a Victoria y Pedro… nos dispusimos para uno de los momentos más agradecidos de cualquier salida que se precie. El almuerzo!!

Tito… una hamburguesa completa, completa, completísima…! Con huevo y todo!
K-RloteS, un no menos completo bocadillo de lomo, bacon, queso, y chistorra…!! Buah! Je, je, je…
Y yo… un “Marvi”. Un bocadillito jugosete… de ternera, cebolla, y pimiento verde… Casi ná!

Con lo cual, armados como estábamos con tan imponente “armamento”… no podíamos hacer otra cosa que atacar. Y eso hicimos!
Almuercete tranquilo y dicharachero… Cafelotes y carajillazos sobremeseros y tertulianos… Y pa’ la calle! A fumar!!

Fresquito… pero con solete. Un par de “pitis”… cuatro chistes… y pa’ dentro de nuevo…!
A liquidar la cuenta, y seguir camino. Que yo ese día entraba de tarde… y no era cuestión de entretenerse demasiado…

Salimos de Vilafranca, bajamos directamente a Canyelles por la C-15… Y una vez allí, pillamos una carreterilla secundaria y llena de curvas, que nos llevaría de nuevo a Sant Pere de Ribes… Y desde allí, a Sitges!!

Fin de la ruta… pero no de la salida… je, je, je…

Aparcamos las burricas –las tres- en el parking donde pernoctan normalmente nuestras pequeñas… y nos dispusimos ir a echar la cervezuela de fin de ruta.
El lugar elegido: El Bar Varón! Un barecillo tranquilo y agradable, que está cerquita de casa… Donde de vez en cuando me echo un carajillete, o como ese día, un frecota negrita…

Allí sentados en una de las mesas de fuera, repasamos la salida… disfrutamos de la charla… y nos zampamos unos sabrosos calabacines rebozados, con los que nos obsequió el camarero. (Sana costumbre de la casa, que siempre es de agradecer)

Media cerveza llevaríamos… cuando apareció por allí mi encantadora mujercita! Que había salido a pasear a la pequeña Sara. Nuestra dulce perrita…

Besitos… cariñitos… y como no, presentaciones. Que con K-RloteS, todavía no se conocían…! Y ya tocaba!

Y ya… para mí… se empezaba a hacer tarde de verdad.
Y es que como estaba –en el sentido más literal de la palabra-, al ladito de casa… Pues me lo tomé con mucha –demasiada – calma… je, je, je…
Así que cuando pasó por allí el amigo Juan, dispuesto a entrar a trabajar poco más tarde… aprovechamos y levantamos campamento.
Despedidas… besotes, apretones y abrazos… y nos separamos.
Juan, Anna, Sara y yo por un lado… y Tito con K-RloteS por el otro.

Y es que K-RloteS decidió aprovechar, y quedarse a comer en Sitges… Y como Tito empezaba vacaciones ese día… se fueron los dos a hincar el diente, y llenar la barriga.
Y a base de bien que la llenaron!! Je, je, je…

Yo… me limité a tirar para casa… y dar por terminada la salida. Puto curro!!!


Pero qué pedazo de salida...!

Una salida tan especial, como atípica.

Entre semana… Por carreteras de mi zona… Pero con el gusto, la compañía y las ganas, de cualquiera de las salidas de AMICUS!!

Y como más tarde se dijo por el foro… para repetir cualquier día!! Oh, yeah!!!!

NaClu2!!!