dissabte, 23 de gener del 2010

Rutilla por PIERA.

Por Jaqueton:


23 de enero. Salida que, como otras veces... sobre la marcha, se fue "torneando"...

Originalmente, la idea era tirar para Piera para buscar baretos por la zona, donde almorzar. Pero como la semana anterior -el día 17- ya pasamos por allí... decidimos echar la proa de nuestras burras hacia otros destinos. Y como éste que os habla, tenía que trabajar por la tarde, acordamos -Moli y yo- dirigirnos a alguno de esos baretos que -aunque ya los conocemos- nunca hemos "catado"...

Así pues, después de cafetear tranquilamente en el Monterrey. Y viendo que aunque fresca, la mañana podía ser bonita... decidimos tirar para aquél bareto -Els Moters-, al que aún no hemos ido.

Emprendimos la marcha, pasando antes por Sant Jaume del Domenys. Para variar en nuestras rutas más habituales... y para dar una vueltecilla simpática por zonas por las que pasamos en escasas ocasiones.

A la altura de La Bisbal del Penedès... nos acordamos de un bareto que si bien es cierto que Moli ya lo conoce, no es menos cierto que ya hace meses que tenemos pendiente un almuerzo allí... Así que ni cortos ni perezosos, tiramos para allí. A Les Peces...!!

El garito, chiquito y tranquilo, aunque había bastante gente, no se puede decir que estuviera "a tope". Pero según me contó Moli, allí se llena de gente. Sobretodo en verano... Así que se puede decir que tuvimos suerte, pues pudimos "probar" el boliche con toda tranquilidad...


Bocadillo de panceta para el amigo Moli... y codillo con patatas -muy rico por cierto- para mi, constituyeron nuestro menú para el almuerzo.
Almuerzo que -la verdad- fue estupendo. Rápido... Barato... Una verdadera gozada, vamos.

Volveremos más de cuatro veces por allí... je, je, je...

Saliendo del bar, pensamos en ir a echar la cervezuela a "La cantera". Sitio al que no vamos desde hace muuuucho tiempo, y que -mira- nos dio por ahí...

Montamos en las burras, y tiramos para la N-340, que nos llevaría hasta Bellvei... y desde allí, en pocos minutos, ya nos encontrábamos pasando el puente bajo la carretera, y entrando al recinto de tan emblemático establecimiento...

Y pocos minutos más tarde, nos dimos cuenta de por qué hacía tanto tiempo que no íbamos... je, je, je...

Casi 5 euros que le soplaron a Moli por dos cervezas!!! Vaya tela...!! Pero qué pasa, que son de oro, o qué...?

Nos bebimos la cerveza charlando tan ricamente, y observando que la verdad es que no había el "ambiente" que había tenido antaño el local...
Poco más de una docena de moteros, y una familia preparándose una barbacoa... y para de contar.

Vamos, que no tiene mucho sentido que tengan los precios que tienen.

Es decir, sí lo tiene... Pues si tienen esos precios, tiene todo el sentido del mundo que no tengan tanta gente como tuvieron en tiempos...

Al terminarnos las birras, pensamos en ir a otro sitio a seguir cerveceando... pero como la verdad es que dudo yo que volvamos por capricho... decidimos echar allí mismo una segunda y última ronda, y así continuar sin cortes la estupenda charla que nos tenía ocupados.

Y llegando ya a una hora más que prudente para marchar... le di un estupendo abrazo al camarero -pues no me iba a ver más-, y nos fuimos para las burras... je, je, je...

Y para casa!!

Llegamos a la carretera, nos despedimos como es debido... y cada cual para su olivo, nos separamos hasta la próxima aventura en volvamos a juntarnos...


NaClu2!!!

diumenge, 17 de gener del 2010

La Cabra Mocha 2010. SANT SEBASTIÀ DE MONTMAJOR.

Por Jaqueton:


El pasado 17 de enero, día de los burros -los que conozcan la fiesta de Vilanova, me habrán entendido- pasé la noche previa currelando. Currelando, y rezándole al Gran Manitou... pues se la pasó lloviznando -prácticamente- sin parar.
A eso de las 6 de la madrugada, ya me encontraba debidamente cambiado, y preparado para la inminente -y a todas luces, húmeda- marcha.
Efectivamente, a las siete de la mañana, cuando me relevaron de mi puesto de trabajo, subí a mi pequeña y dulce Bilú It con el traje de romano. Y nunca mejor dicho... pues además de la indumentaria propia de las rutas... llevaba el pantalón de agua y los cubre botas. Y lloviznando, arranqué para la capital de l'Alt Penedès.
A eso de las 7:30, llegué al Monterrey con el depósito de mi montura recién rellenado.

No tardó en aparecer Moli, con quien cafeteé felizmente, y aunque de momento parecía que el tiempo iba a contemplar cierta clemencia con nosotros... entre poner en marcha el GPS, y que éste cuadriculara con los satélites para poner el destino, acabamos saliendo un poco pasada la hora de salida.

Como el tiempo estaba como estaba, y en cualquier momento nos podía caer un chaparrón de tres pares... decidimos evitar L'Ordal y tirar para la AP7. Donde podríamos mantener una media de velocidad más alta, sin "comernos" ni una curva.

Así pues, fuimos a preparar el GPS para la ruta, pero com según parece, Sant Sebastià de Montmajor no existe para el aparato... como destino pusimos Caldes de Montbui, que está relativamente cerquita del pueblecito comentado.

La ruta fue tranquila, a buen ritmo, y sin pausa. Poco a poco, nos fuimos metiendo en el Vallès, hasta que el GPS nos dijo que ya podíamos salir de la autopista... y ahí empezó nuestra auténtica y particular aventura...!

Empezamos a dar vueltas -como de costumbre en nosotros-, hasta que paramos junto a unos ciclistas muy simpáticos que estaban descansando en una plaza de Caldes, que descojonándose -no sé si por las pintas, o por el GPS- nos indicaron cómo llegar al destino que nos habíamos propuesto.
Aunque antes, fuimos a echar octanado elemento a las panzas hambrientas de nuestras niñas, que ya estaban más secas que un higo... je, je, je...
Como siempre hay que asegurarse, decidí volver a preguntar en la gasolinera. Menos mal...! Porque si no llega a ser por las savias indicaciones del señor que me atendió amablemente, no llegamos... Pues, ciertamente, desde la prespectiva de la gasolinera, la ruta se vio mucho más clara que desde la plaza.

El tema era pillar una carretera secundaria -por no decir terciaria- que tenía que llevarnos hasta "El Farell", y que sinuosamente y con un montón de curvas... nos iba a ir subiendo, subiendo, subiendo...
Hasta aquí todo correcto, verdad? Pues bien, después de subir, qué viene...? Bajar?? Muy bien!! Pues eso hicimos...
Empezamos a bajar, bajar, bajar... Curva tras curva, por aquella más que sinuosa carretera que -además- estaba más mojada que los pelillos del sobaco, en un 15 de julio, a las 12 del mediodía. Aunque, significativamente más fría...
Y eso no es lo peor!! Lo peor es que los simpáticos hijos de su santa madre -y de su reverendo padre- de los quads... entrando y saliendo de la "carretera", habían ido dejando un inconfundible rastro de barro rojo, que, sumado a la humedad de la carretera... hacían el tránsito por la misma -como decirlo-, más... excitante...

Y ya, como guinda... El cartelito simpaticorro que descubrimos a estribor, y que rezaba: "Fin del asfalto". Tócate los webs!!
Menos mal, que si bien era el fin del asfalto, también lo era de la ruta... Pues enseguida llegamos a la zona elegida por los amigos de Druïdes MG para celebrar su décimo aniversario como -si mal no recuerdo- tercer moto Grupo Catalán.

Allí, nada más entrar por la zona de acampada, nos encontramos a un antiguo conocido mío, poseedor de una estupenda BMW GS 1200 amarilla. Y tras saludarle efusivamente, por fin, dimos con nuestros amigos d'Els Mussols!!
Primera, y más importante razón para rutear hasta allí, y poder saludarles como se merecen...

Al ladito de las brasas almuerceras, pudimos reencontrarnos con Dj10, Locorco, Nanoo, Pep_Mussol, Roxette, Quixot, Jefe Indio, Jasi, Mary, Rodamon… Todos, almorzando alegremente, y -según las caras-, tras una larga y alcohólica noche junto a la hoguera...

Hoguera, que los amigos de Druïdes habían ido alimentando sin pausa, para que fuera pariendo estupendas brasas para el almuerzo.

Almuerzo que en nuestro caso, he de decir que no pudo ser más oportuno... Oportuno, y delicioso..! Pues nada más llegar allí, ya nos pusieron en las manos unas botifarres, con su llesca...
Estupendas botifarres de Calaf, con su "picantón"... je, je, je... Y que aliviaron estupenda y rápidamente nuestros atribulados estómagos moteros...

La charla con nuestros amigos, oteando el lugar. Precioso por cierto... Descubrimiento que bien poquitas "custom" habían por allí... constituyeron nuestra particular "sobremesa".

Los amigos d'Els Mussols, llegado a ese punto, empezaron a recoger tiendas... bártulos... como la mayoría de los allí presentes, para poco más o menos inminente marcha. Y Moli y mi menda, decidimos ir tirando. Pues el regreso por la atribulada carretera, nos tenía el "coco comido"... y no queríamos dilatar más la marcha. Pues como éramos casi las únicas "custom" que había... y seguramente, los más inexpertos, y no queríamos encontrarnos "en medio del pelotón" recorriendo tan accidentada como sinuosa carretera.

Y ahí no más, nos despedimos de nuestros amigos, y emprendimos el viaje de regreso...

Ciertamente, al llegar de nuevo al inicio de la carreterilla... una vez abajo de todo, nos dimos cuenta que era mucho más "la pelota" que nos habíamos hecho, que el peligro real que entrañó su recorrido. Pero bueno, ya estábamos abajo, y ya solo nos restaba continuar nuestra particular rutilla dominical...

Como próximo destino, decidimos tirar para Masquefa. Cerca de Piera... y por donde teníamos pensado rutear un día de estos para descubrir nuevos lugares para almorzar.

En ésta ocasión, tiramos sin pisar autopista. Gracias, claro está, al GPS... je, je, je... Que como es bien sabido, nuestro sentido de la orientación, es similar al de un zapato zurdo usado... je, je, je...

Y eso quedó patente cuando, rulando por la zona anteriormente mencionada, el GPS decidió apagarse -sin batería- dejándonos más perdidos que un pulpo en un garage...!

Cansados de dar más vueltas que un hijo puta el día del padre... empezamos a preguntar. Y así, nos orientaron hacia Sant Sadurní... De allí, tiramos a Vilatranca del Penedret... Y una vez en la capital de l'Alt Penedès, tiramos cada cual para su casa. Pues ya la hora era demasiado tardía para echar la cervezuela... y había que volver con la familia. Y eso hicimos.

Una vez más, y como siempre, nos separamos cada cual para su casa... a esperar la próxima y excitante aventura de AMICUS...!


NaClu2!!!

dissabte, 9 de gener del 2010

Almuercete chulo, y rutilla tarraconense.

Por Jaqueton:


El sábado 9 de enero, fue el elegido para ir a probar -gastronómicamente hablando- el garito del que os hablara en la crónica de la primera salida del año.
Pero como pasara hace unas semanas... un frente polar estaba azotando a sus anchas la península en general, y nuestras tierras en particular. Y las temperaturas no eran muy apetecibles para rutear.
Algo que carecía de importancia, pues el destino no estaba lejano en demasía...

La noche anterior, estando como estábamos apuntados a la ruta, solamente Moli y yo, acordamos encontrarnos los dos en L3F.
Para así, ahorrarse él un viaje de ida y vuelta de cerca de 40 minutos... y yo, subir por Canyelles. Archiconocida carretera donde -si hace mucho frío y humedad, como era el caso-, el peligro es constante.
Así pues, quedamos en L3F, donde yo acudiría costeando hasta Calafell...

Aquella mañana, me levanté relativamente temprano -me daba mucho miedo que no me sonara el despertador como en la ruta anterior- y la verdad es que salí de Sitges a las 6:50, pensando en parar en Cubelles, para llenar el deposito de mi Bilú It -la que le pronosticaba no más de 15 kilómetros de vida hasta la reserva.
Y así fue. Prácticamente llegando a Cubelles, mi pequeña y dulce compañero de viaje empezó a "ahogarse"... aunque por poco rato, pues frente al Foix, le llené el estómago, y Bilú It -con renovadas energías- cabalgó de nuevo cual valeroso corcel...
Y tan valeroso!! Porque además del frío que hacía ya... a él se sumó un horrendo viento que noté justo al pasar Calafell y encarar proa hacia El Vendrell.

Un viento que debido a la hora -aún era de noche- era especialmente peligroso... pero claro, una vez llegado a ese punto, no se podía hacer otra cosa que "tirar pa'lante"... je, je, je...
Como saliendo de Sitges, ni hacía viento... ni hacía un frío intenso... Ni llevaba soto guantes, ni soto casco. Y claro, tirando ya dirección Valls, a oscuras y con el viento -horroroso- que hacía en aquella zona... El frío era duro de pelar...

Pasando La Papiola, vi un bar abierto, y tentado estuve de parar a carajillear. Pero no. Por 3 ó 4 kilómetros... llegué hasta L3F.
Y vaya si llegué...!! Y un sonoro y furioso "mecagüendiós" que solté cuando vi -como temía en mi interior- que estaba cerrado, sonó iracundo, apagado por el viento...

Serían las 7:45, y como la prespectiva ventosa de esperar encima de la moto no me convenció... me di media vuelta, y regresé al bar que poco antes había visto abierto en La Papiola.
Llegué... Solté a Bilú It... Y pasé dentro a echar un calentón carajillo, y a mandarle un sms a Moli para avisarle de donde estaba parado. Y al sacar el móvil, descubrí un mensaje que me mandara él a las 7:15, y en el que me anunciaba que de no desistir el asqueroso viento... saldría en coche.
A buenas horas mangas verdes...!! Eso me pasa por salir t5an pronto, coñio...!!! Je, je, je... Pero bueno... forma parte -por otro lado- de la sed de aventura de los moteros, no?

Total, que en aquél bar -para más señas, de picoletos- nos encontramos... cafeteamos... charlamos...
Y cuando el día empezó a clarear, pudimos ver sin duda alguna... algunos montes nevados en el -no muy lejano- horizonte.
Así que cuando resolvimos partir de allí, acordamos hacerlo hasta L3F... y almorzar allí mismo. Que la cosa no estaba para muchas rutas, la verdad...

Como siempre, un almuerzo ameno, tranquilo y barato, que nos empujamos pa'dentro con el mayor de los placeres... Y con la tranquilidad de estar bajo cubierto... je, je, je...

En ésta ocasión, la sobremesa charlera fue especialmente extensa. Y al punto de las doce del mediodía, empezamos a valorar posibilidades...

ero el amigo Moli tenía que ir a El Vendrell para recoger el regalo de Betty Boop -pues era su cumpleaños-, y yo tenía que llegar pronto a casa para ver a quien me alquila el parking, para pagarle el mes... y luego prepararme para currar.

Así que decidimos dejar la cervezuela para otro día, y tirar cada cual a sus quehaceres. Que lo más importante -el almuerzo, la compañía y la charla- ya lo habíamos resuelto más que satisfactoriamente...

Y de ese modo, partiendo ambos desde L3F, dimos por terminada la salida -que no ruta-, para esperar pacientemente a la próxima.

Que será, si el tiempo no lo impide, en Sant Sebastià de Montmajor.

Esperemos que el tiempo sea clemente...! Que aquella zona, cuando dice de hacer frío, se las trae... je, je, je...



NaClu2!!!

diumenge, 3 de gener del 2010

Almuerzo en SANT QUINTÍ DE MEDIONA

Por Jaqueton:



La mañana del 3 de enero, me levanté sobresaltado cuando mi encantadora y dulce mujercita me gritó:

-"Que no ha sonado el despertador!!!"

-"Cómo??" -Dije yo...

Y acto seguido, salté de la piltra al suelo, y una vez en él, fui rodando hasta el móvil más cercano... para avisar al respecto al amigo Moli. Compañero de ruta para aquella mañana...
Le avisé que no estaría en el punto de encuentro para la hora del café, y acto seguido... ducha, vestimenta, acicalamiento y pulimento, fueron uno.
Tanto corrí... que llegando al parking de mi pequeña, le mandé un nuevo mensaje corrigiendo la primera hora de llegada que le adelantara en mi primer sms.
Y cual rayo cagado por el mismísimo diablo, subí la C-15 hasta Vilafranca, con la furia de un ciclón! Tanto fue así... que nuevamente erré mi previsión, adelantándome no menos de diez minutos a mi anunciada llegada.

Una vez allí, pudimos -por fin- recuperar el ritmo propio de las salidas... echando cafelotes... petando la charlita... y preparándonos para una ruta que -a priori- no iba a ser demasiado larga...

El mando de la expedición, el cargo de Capitán de Ruta, fue compartido por los dos; pues en el trayecto de ida hasta nuestro destino -Sant Quintí de Mediona- un servidor guió la expedición... pero una vez allí, Moli fue el encargado de llevar nuestras venerables posaderas a reposar en las sillas del garito elegido para la pitanza.

El sitio en cuestión, está situado frente al campo de futbol del pueblo... y muy cerquita de algo que llaman "Les Deus"; y que al parecer, son unas cuevas... o unas grutas... que no estaría mal volver otro día con más gente, para visitarlas.

Como los estómagos nuestros, están acostumbrados a almorzar prontico... en un periquete nos encontrábamos sentados en una de las largas mesas del garito... y sin pensárselo dos veces, un barbudo individuo nos ofreció lo que tenía más a mano para satisfacer nuestros moteros y mañaneros apetitos.
La elección, como siempre, fue con un par de huevos...
...un par de huevos con bacon y mongetes en mi caso, y con lomo para Moli.

Almorzamos frugalmente distraídos por la charla, y comentando lo que antes apuntaba sobre volver cualquier día con más peña, para visitar Les Deus.
Éste local -como Cal Pau Xich de Guardiola de Font-Rubí-, tiene mesas largas donde es extraño compartir mesa con desconocidos... y eso nos pasó; en un momento dado, al ladito, se nos sentaron unos tipos ávidos de almuerzo -como nosotros instantes antes-, y aunque no platicamos en demasía... Sí compartimos un rato de nuestros almuerzos que -juntos, pero no revueltos- llevamos a cabo en aquél garito rápido, simpático y barato.

Terminábamos el almuerzo tras el cafeteo... cuando decidimos ir tirando para las cervezuelas. Pues ese día, mi menda lerenda debía trabajar por la tarde... y no era cuestión de entretenerse en demasía.

Así pues, una vez más, el compañero y amigo Moli ocupó la posición de Capitán de Ruta, guiándome hasta el nuevo destino de nuestra particular ruta dominical.
El lugar elegido fue "Casa Paco". Garito de Els Monjos, que hasta que no vi... no recordé que conocía...

Allí echamos unas cañitas charlando un rato más, y cultivando ésta amistad que nos une, y que abonamos siempre que podemos, con nuestras salidillas...

En el boliche, había otros moteros. Orgullosos propietarios de unas estupendas Harley Davidson que estaban estacionadas en las mismas puertas del local.
La verdad es que el garito -no siendo específicamente un bar motero-está muy bien ambientado... y se nota que recibe asiduamente visitas de jinetes motorizados.
Tendremos que ir algún día a almorzar... je, je, je...

No tardamos en partir, pues la hora era tardía, y yo tenía que prepararme para el currelo.

Así pues, Moli y mi menda lerenda, nos despedimos a escasos metros del boliche... partiendo ambos hacia destinos opuestos.

Él pilló la N-340 sentido Tarragona, y yo lo hice sentido Barcelona.

Él para llegar a Santa Oliva... y yo, para La Blanca Subur.
Aunque ambos con idénticas intenciones: Empezar nuevamente la semana, y la cuenta atrás para la próxima gran aventura de AMICUS. Oh, yeah...!!!


Nalu2!!!

dissabte, 2 de gener del 2010

Inauguración anual-mondonguera!! TARRAGONA.

Por Jaqueton:


Una vez más, hemos estrenado el año yendo a comer mondongos. Y una vez más, como cada año, se ha quedado en eso... en ir a comer mondongos. Pues encontrar, lo que se dice encontrar, no hemos encontrado. Como siempre...

Aunque esta vez ha sido -en parte- culpa mía. O por lo menos, la desilusión de no encontrar... pues perdí la tarjeta de La Queveda, y no pude llamar para preguntar si habría...
Pero bueno, como tanto si había como si no, habríamos ido igual... pues nada. La desilusión no fue tan grave.
Ya empezamos a estar acostumbrados.

El pasado día 2 de enero, a las 7:15 de la mañana, nos encontramos el amigo Tito y mi menda lerenda en el parking subterráneo donde pernoctan mi pequeña y dulce Bilú It, y su bella Águila negra.
Allí, calentando motores, nos preparamos como es debido para la ruta, y salimos raudos hacia el punto de encuentro.
Llenamos depósitos en Sant Miquel d'Olèrdola, y llegamos al Monterrey justo cuando sacaban los croissants del horno.

Carajillete para moi... Café con leche y croissant para él... Y una estupenda napolitana de chocolate para éste que os habla. (Goloso que es uno. Qué le vamos a hacer...!)

A los pocos minutos llegó el amigo Moli a lomos de su estupenda y seductora Negra.
La estacionó al ladito de sus hermanas Suzuki... y entró a cafetear con nosotros.

A las 8:30 -hora de salida- arrancábamos las burricas para echar ruta hacia la ciudad imperial, y capital romana, Tarraco.

La ruta fue tranquila. Nuestra amiga especial -N-340-, nos llevó hasta las puertas...
Entramos por las murallas, y en pocos segundos, nos introducíamos -triunfalmente- en la Plaça del Fòrum; donde desde tiempo inmemorial... La Queveda ofrece a sus clientes las estupendas viandas que con amor preparan las expertas manos que regentan tan emblemático boliche tarraconense.

Como adelantaba al inicio de éstas líneas... no había mondongos. Pero bueno, sí había baldanes, y eso es lo que almorzamos.
Baldanes con huevos fritos y mongetes para el gordete que suscribe... Con huevos y panceta para Moli... Y nuestro compañero Tito -fiel a su bien amada botifarra-, rindió sentido homenaje a tan especial pitanza, acompañándola con unos huevos con papas.

Como siempre, almorzamos con el mejor de los placeres en nuestro corazón, en nuestros estómagos, y en nuestras moteras mentes.
Placer que alcanzó su punto álgido, con la sobremesa cafetera en la que celebramos luenga y distendida conversa, preparando lo que sería la segunda parte de la ruta; de la mañana, y de la salida.

Decidimos que una muy buena idea iba a ser acudir a visitar el bareto que desde hace un año aproximadamente, ofrece sus almuerzos y comidas moteras en un polígono cerquita de Alió. "Els Moters". Buen nombre, que revela la esencia de tan bien preparado garito...

Así pues, arrancamos nuestras pequeñas... y aunque en un principio resolvimos recorrer inversamente el camino que nos llevara hasta allí -pues declinamos la opción de tirar por Vallmoll-Valls...-, al poco de salir de Tarragona, el compañero Moli capitaneó un motín pacífico y acertado, ostentando el cargo de Capitán... y guiando al grupo a través de unas estupendas y divertidísimas carreteras secundarias que -pasando por Salomó- nos llevaría a nuestra otra gran amiga: La carretera de Valls.
Justo llegábamos a esa carretera...en el preciso instante de -tras hacer el stop- incorporarnos a ella... al amigo Tito se le acabó "el fuelle".
O lo que es lo mismo, se le acabó la gasolina a su pequeña y avispada Águila Negra.
Así pues, llenamos -homenajeando nuestro "Decálogo Vial de AMICUS"- todos los depósitos.
Los tres, en una gasolinera que poquito-poquito distaba de aquél punto. Y acto seguido, continuamos alegremente la marcha hasta el bareto...

De entrada, el garito nos sorprendió más que gratamente por su generoso parking privado para vehículos de dos ruedas -las bicis están incluidas-, pero no menso que el interior del local... que bien se podía apreciar, diseñado expresamente para satisfacer las necesidades de cualquiera que se acercara hasta allí a llenar el buche... reposar posaderas... o distraer la mañana.

Realmente, a todas luces, un espectacular garito para nuestros ruteros almuerzos...!

Así pues, tras chupar las cervezuelas de rigor... acordamos dar pro terminada la salida, y prometiéndonos mutuamente regresar pronto a catar tan genial descubrimiento, partimos los tres camino de casa.
Y una vez más, los tres jinetes cabalgaban de nuevo... pasando el Coll de Santa Cristina, hasta Santa Oliva; donde Moli se separó para reunirse con los suyos.

A Tito y a mí, nos quedaba todavía llegar hasta Sitges. Camino que recorrimos con tranquilidad y alegría -mezcladas con la natural melancolía- del final de una ruta que veía su fin...

...y así, los tres, conquistamos el descanso del guerrero... Y una vez más, como siempre, nos dispusimos a soñar en nuestra próxima y emocionante aventura en AMICUS. Oh, yeah...!!


NaClu2!!!