diumenge, 31 de març del 2013

Primera salida bocadillera, 2013.

Por Jaqueton:



Éste año dos mil trece… está siendo especialmente parco en salidas. No sin motivo… la primera salida bocadillera, la hemos celebrado justito justito… al finalizar el primer cuarto de año.
Concretamente, el treinta y uno de marzo. La noche después del –absurdo- cambio horario… que nos roba todos los últimos domingos de ese mes, una hora. Y que nos permite dormirla… cuando nos la devuelve el último domingo de octubre.

La mañana del treinta y uno de marzo… quedamos en el Monterrey –nuestra querida Sede- a las ocho de la mañanuela. Hora especialmente apropiada para echar el cafelote… y que en ésta ocasión, debido precisamente al comentado cambio horario… se presentaría algo más frescuela de lo normal.
Mi menda lerenda, como siempre… paró en Sant Miquel d’Olèrdola a llenar el depósito de mi querida Guillermina. Donde la casualidad quiso jugar a los dados conmigo… poniendo en juego el poder salir de ruta…! Ya que el puto tapón de la gasolina, con la llave puesta… decidió hacer “suiciding”! (como el puenting, pero sin cuerda) Y se cayó inevitable y sorprendentemente de encima de la alforja al suelo… doblando la llave, de una forma un poco caprichosa… e igualmente curiosa.
Con tal suerte… que cuando éste que os habla, terminó de liquidar la dolorosa… le fue imposible introducir la llave en bombín…!!
Qué putadón…!!! A menos de tres minutos de la Sede… y sin poder arrancar la moto...!!
Menos mal que uno siempre lleva herramientas es su niña… y con la ayuda de un bordillo, unas alicates, y toneladas de templanza… fui capaz de devolver la llave a su forma original.
Para luego darle –a falta de aceite, grasa, o “seis en uno”- un generoso chupeteo… y comprobar que –felizmente- la llave entraba sin problemas…!
Bufff…!!! Ya me veía yo llamando a los compañeros y a la grúa… je, je, je…

Poco después, llegué al Monterrey. Donde apenas me había empezado a tomar el cafetín… cuando llegó Juan Ninja. Que se tomaba otro conmigo… cuando llegó Juanpoti a lomos de su intrépida niña.
Abrazotes y arrumacos… cafelote para Juan… y pa’ la calle a echar humo!
Luego… llegó Boots48. Que se metió para dentro a por el café… y a encargar el bocadillote, y en un plis nos encontrábamos los cuatro, en la acera, platicando tan ricamente… mientras esperábamos al único que faltaba de la lista:
Pitu.
Pues lamentablemente, Heavy todavía no estaba recuperado de la muñeca… y la noche anterior ya me comentó que –con todo el dolor del corazón- se perdería ésta salida…
Aunque no sería el único. Pues pasando ligeramente de la hora de partida, y extrañados porque Pitu no estuviera allí… decidimos llamarle. Comprobando tristemente… que él tampoco podría venir. Ya que el benjamín de la casa –Kevin-, había pasado la noche con fiebre… y Pitu, que es un padre ejemplar donde los haya… prefirió quedarse en casa.
Con lo cual… nos quedábamos con dos compañeros menos en la primera bocadillera del año. Dos compañeros que se sumaban a la lista de los que no habían podido venir… y a los que echamos –en más de diez ocasiones- mucho, mucho, muchísimo de menos…!!

A sabiendas ya, de que no teníamos que esperar a Pitu… a quien no sólo esperábamos para salir, sino también para realizar una entrega muy especial… Decidimos realizarla, y así, salir cuanto antes a carretera…!
Entramos en la Sede… pedimos a Pedro y Victoria que salieran del mostrador… Y allí, entre besotes y cariñitos, les hicimos entrega del cuadro conmemorativo del tercer Aniversario de AMICUS Moto Grupo…!!
Aniversario celebrado allí, el pasado día diez… Y cuadro que –en la pared- se juntaría a los ya existentes.
La verdad es que les hizo mucha ilusión…! Y a nosotros… ni os imagináis…!!
Pero echaron cuentas mirando la pared… y se dieron cuenta que tenían cuadro del tercer Aniversario, del segundo… pero les faltaba el primero! Que también –lógicamente- se había celebrado allí.
Así que después que nos lo pidieran… no supimos decir que no. Con lo cual, lo más pronto posible… realizaremos nueva y emotiva entrega, companys…!!!

Ya todos estábamos ya cafeteados. El cuadro entregado. La pitanza en la burra… y con unas ganas terribles de ruta. Así que en un periquete… nos encontrábamos saliendo a la calle, y tras arrancar los motores para que se fueran calentado, y montar el grupete de ruta… tal cual lo diseñó Juanpoti, decidimos si realizar la rutilla prevista… o –por el contrario- acortarla un poquito… obviando el primer de los tramos, y tirar directamente –por la N340- hacia Avinyonet del Penedès.
Y es que entre unas cosas y otras… se nos había pasado un poquillo la hora. Y como Boots y un servidor, ese día currábamos de tarde… pues no tuvimos pega alguna en replantear la ruta, y dejar la propuesta por Juan… pendiente para realizarla próximamente con los compañeros que no pudieron salir ese día. Ole…!!
Y bueno… subimos a la burras, y en perfecta formación… salimos en busca de la nacional de nuestros amores…!! Je, je, je…

Empezaba la ruta!!!

La verdad es que fue una ruta tranquila, y muy amena. No tan fresquita al principio, como se nos antojaría más tarde… pero no tardó, una vez dejamos Avinyonet atrás… en mostrarse cada vez más húmeda, bajando los Celsius, y la sensación térmica… a cada paso que avanzábamos.
Pasamos Olesa de Bonesvalls, y “Can Joan”. Estupendo restaurante donde almorzábamos años ha… cuando la cosa iba más bollante, y no era necesario contemplar unos euros de más o de menos. Pero bueno, confiemos en que si no vuelven los buenos tiempos… mejorarán éstos. Y con el tiempo… volveremos a pegarnos almuerzos como aquellos que se regaban con buen vino, mientras te zampabas en “Can Joan”… los mejores pies de cerdo a la brasa –pintados con all i oli- que uno se puede comer a éste lado del Pecos… je, je, je…
La ruta avanzaba –como había empezado- muy tranquila…
Un sereno Juanpoti a la cabeza, mantenía la formación del grupo –en fila india- y el ritmo de la marcha… que era perfecto para sentir las curvillas que dibujábamos con las gomas… al tiempo que uno podía ver el especialísimo paisaje que recorríamos.
Pero… cuando más a gusto estábamos dibujando las curvillas, bailando ese “vals” sensual que sólo los moteros podemos oír… llegamos a las barbacoas…!
Y no veas cómo estaban ya –a esa hora de la mañana-, las susodichas barbacoas… je, je, je…

Entramos con las burras… y después de hablar con el tipo que gestiona la entrada, y cobra a los vehículos, fuimos a aparcarlas donde siempre.
Y tras comentar el cambio de temperatura sufrido en el trayecto, que fue acusado –sobretodo- por lo “valientes” que fuimos algunos... decidimos llegada ya la hora de almorzar como es debido! Je, je, je… Que el yantar pedía ser masticado... y los estómagos rugían ya con rabia…!
Así que después de armarnos con el bebercio fresquito –aunque sin hielo- de la barra… nos dirigimos a ocupar una de las pétreas mesas que hay aquí ya allá… y que en menos que canta un gallo, no pondría las posaderas a la misma temperatura que la carretera.
Pero no importaba…!!
Allí lo importante… era zampar! Que a eso habíamos ido…!!

Arrancamos el almuercete… cada cual asiendo con ambas manos el suculento bocadillote que –mordisco tras mordisco-, se deshacía en nuestras gargantas… en un torrente suculento de sabores.
No sin –eso sí- probar el exquisito chorizo picante que se había traído Juanpoti…!
Qué chorizo companys…!! Qué bueno…!!!
Picante… pero en el punto justo! Dejando en los tragaderos, después de zamparlo… una estupenda sensación…
De León venía el choricete…!! Je, je, je…
Y qué buenos chorizos que hacen. Pardiez!!
Así que navaja en mano… y pan crujiente en la mesa, el compañero Juanpoti –el único que no asía bocata- fue devorando el chorizo dulce, el picante, y el queso que se había traído para almorzar.
Pedazo de almuerzo nos pegamos, companys!!!
Sólo comentar… que por más que lo intentamos –aunque no sacamos en ningún momento el “armamento pesado”- no logramos calentar el puto banco de cemento en el que nos encontrábamos sentados. Así que tras engullir el último bocado, y mientras nos fumábamos los pitillicos “después de…”, la sangre acudió rauda a los estómagos, abandonando a su suerte a la epidermis. Y claro… la sensación de frío en las posaderas, y por proximidad y simpatía, en las pelotillas… empezó a bajar preocupantemente. Con lo cual, no tardamos en acudir de nuevo a la barra… donde nos prepararon unos calentillos y reconstituyentes cafelotes…!!

Aquello se iba llenando por momentos…
El goteo incesante de vehículos, y el aumento general de las temperaturas… gracias a un simpaticorro Lorenzo, que poco a poco sacaba sus rayos a relucir… denotaban que aquél iba a ser un día de mucha gente.
Y si ese día iba a llenarse… imaginaos al día siguiente como estaría…!! Je, je, je…
Así que nosotros, que ya teníamos la faena hecha… decidimos que tras los cafelotes, saldríamos de nuevo a recorrer ruta. Eso sí, como teníamos tiempo… acordamos que al llegar a Gavà, y tirar para Castelldefels… encararíamos el paseo. Y así, por la costa… pasearíamos un ratico, luciendo burras, hasta que pilláramos Las Costas.
Con lo cual, después que nos apartaran cuatro latas… que nos impedían la salida, reunimos la caterva en la entrada del recinto… donde formamos de nuevo el grupete, y desde donde arrancamos la segunda parte de la rutilla de ese día…!

La ruta, como la previa… tranquilota.
Muy tranquilota y amena… disfrutando del paisaje y el momento…
Y la verdad, es que el paisaje, bajando aquella carreterilla… es bien bonito…!
Pero… no sé si por el día, por la marcha, o por qué caprichoso requisito de mis receptores cerebrales… pero la ruta se me hizo híper corta…!
Aún no nos dimos cuenta… y ya estábamos en Gavà!!
Enfilamos para Castelldefels, para el paseo… y a puntito estábamos de meternos en Las Costas, cuando el entusiasta Juanpoti, ávido de alargar la jornada… aprovechó la parada “semaforera” que padecíamos, y se bajó de su niña para proponer una parada cigarrera en algún buen apartadero.
A lo que asentimos todos.
Así que en el primer apartadero bien situado que pillamos… para dentro que nos metimos…!
Y no fuimos los únicos…!!
Porque amén de los coches que allí había aparcados… detrás nuestro se metió una furgona de los “gossos”. Y aunque pensamos que se iban… allí se quedaron a controlar. Siendo nosotros –pobrecitos- testigos mudos de cómo metían para dentro a un coche… y “recetaban vitamina” al conductor…
No tardamos más que un cigarro en salir de allí. Y justo salir… caí en la cuenta que no había echado ni una foto…!
Y es que ese, compañeros… fue un día de muy poquitas fotiquis… Pues no venía ninguno de los fotógrafos oficiales del grupo. Y el compañero Juanpoti, como puso luego en el foro, estaba en huelga de brazos caídos… je, je, je…
Así pues, salimos de allí… y emprendimos el resto de Las Costas, bajo un sol acojonante…!
Nada que ver con el tímido Lorenzo mañanero, que calentaba nuestras cocorotas unas horas antes…
Un solete majo donde los haya, sí señor…!! Y con él… y a muy buen ritmo, recorrimos el resto de la carretera, que terminaría –junto a la ruta- en La Blanca Subur.
Donde iríamos en busca de “Can Gregori”, en cuya terraza simpaticorra… cervecearíamos felizmente.

Y llegamos!!
Aparcamos las niñas… tomamos posesión de mesa y sillas… y pedimos unas estupendas claritas, que nos refrescarían los atribulados gaznates… je, je, je...
Y justo en ese momento, llamé a mi querida y dulce Eolia… que no tardó ni dos minutos en personarse, dispuesta a disfrutar con todos… del final de la salida.
Final, que no tardó mucho en llegar…! Pues como comentábamos antes… tanto Boots48, como yo mismo, ese día currelábamos de tarde. Así que al punto de la una, no tuvimos más remedio que dar por terminado el encuentro… mientras nos despedíamos –unos de otros- entre cariñitos, carantoñas, besotes, y abrazos…

Menuda putada…!!
Porque la verdad… allí estábamos de rechupete!!
Estábamos… como el hermano de la Pantoja:
A gustín…!! Ja, ja, ja…
Pero –como comento a veces, y nos recuerda la canción de Los Modulos- todo tiene su fin… y el fin de la salida del pasado treinta y uno de marzo, llegaba en esos momentos.
Así que nos despedimos… tirando cada cual para su casa. Felices… satisfechos… e inmensamente emocionados, por haber celebrado… no sólo la primera bocadillera del año, si no –a todas luces- la primera salida soleada… en la que –a pesar del frío mañanero- podemos decir que nos llegó a sobrar ropa…!!
Oh, yeah…!!!

NaCluT!!!