Por Jaqueton:
Dicen los meteorólogos –adivinos modernos que predicen con mayor o menor fortuna las inclemencias meteorológicas que nos esperan-, que el invierno empieza entre el veinte y el veintitrés de diciembre.
Coincidiendo con su solsticio…
Fecha festejada por los paganos en prácticamente todo el globo…. Y de ahí que los cristianos festejen su navidad por esas fechas. Como –a título de curiosidad- otras fiestas cristianas que también coinciden con populares fiestas paganas, hoy día ya olvidadas…
…y que en su día sirvió para que a los paganos no les fuera tan difícil convertirse, y aceptaran mejor ese cambio de fe.
Con lo cual… queda claro que la llegada del invierno se celebra en todo el mundo, por unas y otras culturas. Los Celtas celebraban su Yule... los romanos sus Saturnalias... Siempre a la llegada del invierno.
Y que –oficialmente hablando-, éste llega sobre le veintiuno de diciembre.
Eso es verdad… pero sólo hasta cierto punto. Ya que para nosotros -los moteros- el invierno arranca en el mismo momento en que para salir de ruta, tenemos que “disfrazarnos” sobremanera… y ponernos pieles cual si fuéramos cebollas.
Arranca… el día que al hablar exhalas vapor, los dientes te castañetean… y al bajarte de la moto –después de quitarte los guantes- las manos van a los cilindros, al escape, o a la boca...
Así pues –y según lo comentado- en AMICUS Moto Grupo podemos decir que el invierno, éste año… ha llegado hoy:
Veinticuatro de noviembre de dos mil trece.
Día en que han salido del armario las mallas, los pantalones y camisetas térmicas… y mogollón de ropa que –desde hace meses- esperaba su oportunidad…!
O dicho de otro modo… menuda rasca nos metía hoy, compañeros…!!
Alguno dirá que nos hacía un “bris”, que cortaba el cutis. Pero en realidad… lo hacía era un ventorro que cortaba el forro de los coj… Porque vaya tela!!
Y como una ocasión así –como hemos visto- hay que celebrarla… Nosotros lo hemos hecho partiendo a visitar a un viejo amigo, por una nueva ruta.
Yendo a echar un “Miguelito”… al que ya hacía demasiado que no degustábamos…
…y descubriendo de la mano de Juan, una rutica que a buen seguro repetiremos en numerosas ocasiones.
Ésta mañana, el despertador sonó tempranico… Y mi menda lerenda saltó de la cama cual si de de un gimnasta soviético se tratara, y dando volteretas –como en la canción de Hombres G- llegó hasta el baño.
Cambié el agua a las olivas… y a desayunar se ha dicho!
Luego ya, con el cafelote bien caliente… subí, arranqué el ordenador… y echando el pitillico del café, saludé a los compañeros del foro, esperando ansiosamente que llegara la hora de salir de casa…
Mientras, mi querida y adorada media naranjuela… ya estaba en el mundo, aseándose y preparándose para la salida. Que –como vaticinaban los adivinos que antes comentaba- iba a ser frescota de narices…!
Salimos pues –después de pasear a nuestra perrita- en pos del parking.
Éste que os habla, llevaba sus pantalones y camiseta térmicos… las botas de gore-tex… una camisa de franela gorda, de esas de ir a podar arces al Canadá… Y la moto equipada –desde el viernes- con las manoplas que sabiamente me agencié el año pasado. (De las mejores compras que he hecho en mi vida, y a las espero sacar todo su jugo…)
Al llegar al parking, y afortunadamente antes de subir a la moto… he descubierto con sorpresa, asco, y una mala leche que vuestras mercedes ni se imaginan… que un bicharraco –seguramente un gato- hizo sus necesidades en lo alto del asiento…!!
Bueno, sus necesidades… o devolvió, o lo que sea. Porque vaya empaste me dejó…!!
Suerte que mi querida Eolia siempre lleva el paquete de pañuelos de papel… porque yo no lo llevaba. Y con cuatro unidades del mencionado paquete, he podido dejar el asiento “más o menos digno” para montar… con la seguridad de no mancharme.
Si es que…
Menos mal que lo he visto a tiempo, y no me he sentado encima…!!
Nada más salir del parking –como quedamos ayer por whatsapp- nos encontramos con Juan Poti…!
Que a lomos de su intrépida Intruder –que por cierto, también la equipó con unas pedazo de manoplas que se pilló hace unos días- nos esperaba recién llegado de El Vendrell.
Así que nos dimos los buenos días… y sin bajar de las burras, salimos para Sant Pere de Ribes. Primera parada del camino… y parada obligada para llenar las tripas de las niñas con octanado combustible…
Un servidor no llenó porque ya tenía el depósito rebosante desde el viernes. Y así, mientras Juan le daba a la manguera… pude saludar a José. El amigo de Guille –y mío también- que hace casi dos años cambió su moto por mi coche… permitiendo de ese modo, que Guillermina entrara en nuestras vidas.
Qué buen trato…!! Si señor…!
Antes, eso sí… saludamos como a Juan como es debido… Bueno, “como es debido”… lo haríamos en Vilafranca, sin cascos, sin chupas, y con más cariño… je, je, je… Pero al menos un abrazote nos pegamos… ya que el “buenos días” que nos dimos al vernos e Sitges, ciertamente nos supo a poco… je, je, je…
Con los depósitos casi tan llenos de combustible, como el corazón de emoción… arrancamos motores y emprendimos marcha a Vilafranca del Penedès. En busca de nuestra Sede… del resto de la colla… y de nuevas aventuras…!!
La subida, tranquilota.
Sin prisa… disfrutando del ascenso desde El Garraf…
…y con la mirada puesta en el cielo. Pues ésta semana El Gran Manitou –íntimo amigo nuestro- se había “portado bien”… y nos iba a regalar solete…
Al llegar al Monterrey, aparcamos la burras en las puertas. Entramos para dentro… Nos despojamos del equipo sobrante… Y por fin, nos saludamos con el cariño y entusiasmo que la ocasión demandaba y merecía…!!
Pedimos nuestros cafelotes a Pedro, mientras Victoria nos mostraba las maravillas que hace su hija Ely:
Una artesanías la mar de monas con motivos navideños… que tienen allí expuestas a modo de muestra, para vender por encargo. Ya que muchas –por no decir casi todas- son personalizadas…
Una tarta confeccionada con pañales, para las familias que crezcan en éstas fechas… Unas pinzas para colgar en el árbol de navidad, con “papá noeles”… Unos bolsos rellenos de chuches, chocolates, y todo aquello que los niños golosos consumen en éstos días que se avecinan…
En fin, una multitud de cosillas que confecciona personalmente Ely con sus propias manos… y que ciertamente, son una maravilla…!!
Ahí estábamos cafeteando. O mejor dicho, a punto de hacerlo -porque creo que no le habíamos echado ni el primer sorbo al café- cuando llegó Pepe…!!
Nuevos cariñitos, abrazotes, y arrumacos… y a la calle a cafetear! Con dos cojones!! Je, je, je…
Cafetear, charlar un ratín… Y disfrutar –como digo siempre- del mejor momento de cualquier salida. O cuanto menos, el más emocionante…
Momento que pasó fugazmente… y antes de que nos diéramos cuenta, la aguja larga de nuestros relojes empezó a rozar la hora de la salida. Así que a puntito estábamos para empezar a prepararnos… cuando llegó Boots48…!!
Lo cual fue una verdadera sorpresa…
No porque viniera; pues estaba apuntado en la lista… Pero si por la hora en que lo hizo.
Ya que en los catorce meses mal contados que hace que compartimos aventuras con él… hoy ha sido la primera vez que ha llegado “tarde”…!
Así que el hombre, haciendo caso omiso a nuestros comentarios de tranquilidad… se ha tomado el cafelote todo lo rápido que ha podido, para que no tardáramos en salir.
Bien por Boots..!!
Y llegó la hora de la ruta…!!!
Uno a uno, nos hemos vuelto a poner las capillas cebolleras que nos protegerían del frío y el viento… Y tras arrancar y calentar motores, hemos montado el grupete de ruta tal como nos ha indicado nuestro Capi.
Primero –obviamente- Juan. Capitaneando el equipo… y guiándolo por una ruta que –a todas luces- ha sido una de las más guapas que hemos hecho por la zona.
Luego… Boots48. En segunda posición… siguiendo a Juan Poti.
Terceros… mi amor y mi menda… je, je, je…
Y finalmente, cerrando el grupo y ocupando el lugar de Moto Escoba ó Segundo Capitán… Pepe…!!
Que con su poderosa VN900… guardaría nuestras espaldas, y cerraría el grupo que en ésta ocasión –y por diferentes motivos- no ha sido tan numeroso como cabía esperar…
La salida la hemos hecho hacia la N340. Pero esa no era la dirección correcta… ya que nuestro Capi –en una sabia decisión táctica- ha querido acabar de calentar motores yendo hasta la rotonda… donde hemos dado la “vuelta al ruedo” antes de encarar –por fin- la dirección trazada en el hilo del foro.
Tras cruzar Vilafranca, pasando frente al bar Catalunya… hemos pillado la popular carretera de Sant Martí Sarroca. Donde hemos pasado de serreta a zig-zag… formación que ya no romperíamos en el resto de la ruta.
Tras pasar Pacs del Penedès, vino Sant Martí Sarroca. Y poco a poco… a medida que avanzábamos… la temperatura iba bajando, al tiempo que nuestras emociones –evocando rutas invernales del pasado- iban en aumento… je, je, je…
De Sant Martí… a Torrelles de Foix. Y de Torrelles… a Pontons…!
Para encarar proas a Valldossera, y El Plà de Manlleu. (Lugar donde todos hemos almorzado alguna que otra vez… y que si no fuera porque vimos que el garito estaba cerrado, igual iba a ser destino de próximas rutas…)
Pasada La Juncosa de Montmell, tiramos para la Bisbal del Penedès. Y de allí, rodando por el lateral de la nueva carretera que está aún sin estrenar… llegamos a Les Peces…!! Punto final de nuestra ruta… y “Meca” de nuestros almuerzos más suculentos…
Llegamos, tras rutear más de hora y media… por sinuosas carreteras.
Con un viento lateral que –alguna que otra vez- se ha hecho notar en la trazada…
Recorriendo una ruta que hasta ahora no habíamos hecho nunca… y que incluía una bajada por una pendiente del diecisiete por ciento, que ríase usted de la bajada de los precios en rebajas…!!
Vamos, que ha sido una ruta guapa, guapa de verdad…
Así que desde aquí… felicito a nuestro amigo Juan, por el buen rato que nos ha procurado llevándonos a un ritmo y una marcha, inmejorables…!!
Bien por Juan…!!
Nada más llegar a Ca la Conchi… y descubrir que el reloj marcaba las diez de la mañana, nos hemos echado un pitillo en la puerta comentando las excelencias de la ruta.
Pero no hemos tardado más de cinco minutos en entrar… porque nuestros estómagos “pedían guerra”!! Je, je, je…
Jordi –el simpatiquísimo camarero del local, al que siempre es un placer saludar… y con el que lamentablemente no hemos coincidido las últimas veces que hemos ido- nos recibió –como siempre- con los brazos abiertos y una sonrisa de oreja a oreja…!!
Nos procuró una mesa en la ubicación más cálida del local… Y en un periquete estaba tomándonos nota.
Obviamente, el bocadillo estrella iba a ser el “Miguelito”…!!
Ese pedazo de chorizo malagueño que preparan las sabias manos de Conchi… Y que en vez de embutirlo, lo presentan como si fuera una hamburguesa.
En pan de barra tiernísimo…
Pan con tomate…
Y que algunos nos gusta acompañar con cebolla caramelizada, que le da un toque… Bufff…!!
Juan Poti, la última vez no lo probó… Y como rectificar es de sabios, y nunca es tarde cuando llega… hoy le ha dado con saña visigoda a uno de esos ejemplares, que –seguro- a estas horas le está repitiendo como a todos…!! Je, je, je…
Y es que el “Miguelito”… es un bocadillo de esos consistentes. Compactos. Con fuerza…!!
Un bocadillo en mayúsculas… que ciertamente, es incomparable.
Jordi, siempre atento… no conocía a Juan Poti. Así que sin decir nada… ha traído un platazo de papas bravas –obsequio de la casa- para que –junto al “Miguelito”- probara los dos productos estrella del local.
Y nosotros, en justa recompensa… no nos hemos dejado en los platos… ni las migas…!!
Bueno, ni en los platos… ni en las botellas… je, je, je… Porque la botellica de vino que nos han abierto, ha caído como por arte de magia por los gaznates de Juan, Boots, y éste que os habla.
Incondicionales adoradores de Baco… cuyo jugo de la vid ha ayudado a bajarle los calores al “Miguelito”…
Luego ya, después de semejante almuerzo… han venido los cafelotes.
Y con ellos, el pitillo en la calle descubriendo un sol de tres pares… que calentaba cosa linda, oiga…!
Si es que casi se estaba mejor fuera que dentro…!!
Hemos echado en falta –naturalmente- a Juan Ninja.
Que dijo que se vendría directamente al almuerzo… ya que menesteres familiares le requerían de buena mañana y no podría venir a la ruta.
Pero se conoce que los menesteres se han alargado más de la cuenta… y cuando han acabado, ya era muy tarde para venir.
Así que le he llamado hace unos minutos, y me ha asegurado que a no ser que caigan chuzos de punta, la semana que viene no faltará…!!
Desde aquí… un inmenso abrazo, compañero…!!
Del solete de la calle, hemos tirado para dentro. Ya que pasaban de las once y media de la mañana… y hoy teníamos algunos recadillos que hacer.
Jordi –siempre atento y detallista- nos ha ofrecido unos chupitazos de Ruavieja. Pero como el vino ya fue suficiente por hoy… hemos preferido declinar y agradecer la oferta, y reservarla para futuras –y espero que próximas- ocasiones.
Y así, tras liquidada la cuenta -que como siempre allí, es benévola…- nos hemos despedido de Jordi y Conchi, dispuestos a arrancar las máquinas de nuevo.
Una vez en la calle… nos hemos despedido también de Pepe. A quien reclamaban quehaceres familiares… y no podría acompañarnos.
Así que tras unos buenos abrazotes… y después de calentar los cilindros… hemos salido de Les Peces en formación, con la satisfacción que produce un almuerzo con todas las de la ley.
Menudo almuerzo, señores…!!
Para repetir…!!! (Y como venimos demostrando desde hace casi cuatro años… Nunca mejor dicho…!!)
Unos kilómetros más adelante… Pepe seguía recto, y se separaba de nosotros entre sonoras pitadas, y afectuosas despedidas.
Nosotros, a su vez… hemos detenido las niñas para realizar un par de recados personales… Y en un ratejo ya estábamos de vuelta a las burras, dispuestos a ir a echar una cervezota por ahí.
Pero… el reloj –que siempre avanza recordándonos la inexorabilidad del paso del tiempo- me indicaba que ya era hora de partir para casa si quería llegar con tiempo para comer e ir a currelar.
Ya he intentado ignorarlo, ya… Pero no podía ser.
Así que con todo el dolor del corazón… Eolia y un servidor se han despedido de Juan Poti y Boots48. Pues a pesar de seguir ruta juntos… ya no llevábamos el mismo destino.
Abrazotes y arrumacos… y tras calentar motores, de nuevo a la carretera…!!
Hemos tirado para la costa. Y al paso por Cunit… ellos han puesto proa al Bar Nou Sol, donde seguro que se han echado las cervezas más frescotas y simpáticas de la zona.
Hasta la próxima, companys…!!!
Y mientras, mi mujercita y yo… hemos seguido ruta hasta Sitges. Donde hemos llegado con tiempo suficiente… Los corazones henchidos de felicidad… Y la mirada puesta en la próxima ruta…!!
Que si todo va bien y El Gran Manitou no nos la jode… será la “Bocadillera por el Vallès”…!!
Ruta que esperamos poder disfrutar con todos los compañeros de hoy, más los que no han podido venir.
Porque –a pesar que no lo he dicho hasta ahora- bien sabéis que se os ha echado mucho, mucho, muchísimo de menos…!!
Especialmente, a Roxie y Conchi… que lamentablemente, ayer se tuvieron que de la lista…
Así que desde aquí, un besote enorme para ambas… y a ver si llega pronto el próximo domingo…!!!
Oh, yeah…!!!
NaCluT!!!
diumenge, 24 de novembre del 2013
dissabte, 9 de novembre del 2013
1er. Custom Movie. EL PRAT DE LLOBREGAT.
Por Jaqueton:
El pasado nueve de noviembre, nos fuimos al Prat del Llobregat.
Concretamente al edificio Mundiauto… donde Diablos MC Barcelona organizaban su Primer Custom Movie.
Un encuentro al uso… que realmente nos dejó con la boca abierta en más de una ocasión, al contemplar los espectaculares vehículos que allí se dieron cita…
Por la mañana –como siempre- encuentro oficial de la colla en nuestra Sede…!!
Allí nos dimos cita a las ocho de la mañanuela… para arreplegar la caterva, echar los cafetines, y salir luego en pos del siguiente punto de encuentro.
Lamentablemente… en ésta ocasión gran parte de la colla no pudo venir. Así que huelga decir que ese día echamos de menos -a un nivel superlativo- a los compañeros. Ya que realmente… faltaron muchísimas de las caras amigas.
Pero por si eso era poco… cuando fuimos a pedir los cafelotes a la barra del Monterrey, Pedro nos comunicó que faltaría también Juan Ninja. Ya que su suegra se había puesto enferma… y esa misma mañana salió zumbando para Málaga.
Desde aquí… nuestros mejores de deseos para él y toda su familia, especialmente para esa señora que esperamos se acabe de recuperar bien pronto… Ya que en días posteriores, llamamos a Juan… y ya nos dijo que iba todo mucho mejor, y su suegra ya estaba en casa.
Un abrazo gigante Juan…!!
En la Sede nos juntamos JuanPoti, Jaume, y éste que os habla. Y después de echar los pertinentes cafelotes… arrancamos motores a eso de las ocho y media con intención de hacernos una mini rutilla hasta Sitges.
Donde se encontraban los siguientes dos puntos de encuentro.
La rutilla la hicimos por Sant Pere de Molanta… y bajando por la pseudo-sinuosa carreterilla que pasa por Olivella, llegamos a Pere de Ribes. Y desde allí -por Vallpineda- hasta La Blanca Subur…!! Donde nos esperaba mi querida Eolia –cámara en ristre- que inmortalizó el momento de la llegada de las tres burras… con sus respectivos bu… esto… ejem… pilotos…!! Je, je, je…
Una rutilla medio frescota, que sin llegar a los niveles que –por definición- deberíamos tener a éstas alturas de noviembre… ya empezaba a dejar claro que el invierno se acercaba.
Poco a poco… pero va viniendo, va viniendo…
Así pues, recogimos a Eolia al llegar a la popular rotonda “del corazón”, de “las rocas”, de “las olas”… o como a vuestras mercedes les apetezca nombrarla, porque ciertamente... se la ha nombrado con innumerables calificativos…
…y de nuevo arrancamos motores para poner rumbo a “El Molino”. Nuestro últimos punto de encuentro…!
Popular –y única- gasolinera de ésta villa… donde años ha, nos juntábamos los crápulas de la noche a yantar, con la cogorza en tó lo alto… y el estómago –empujado por los cubatas- en los pies… je, je, je… (Vamos, el “after” de mis años más mozos… cada vez que se me ocurría la fantástica idea de tirar pa’ Sitges a “pillarla”…)
Aunque de ese recinto apenas queda el local con las puertas y ventanas tapiadas… que da un no sequé verlo…
No más de tres minutos después de dejar a nuestras espaldas la rotonda “de los mil nombres”… llegamos a la mentada gasolinera. Y en ella… nos aguardaba Jordi…!!
Que al lado de su estupenda y despampanante “Sonora”… nos esperaba con la más amplia de las sonrisas, y los brazos más que abiertos…!!
Allí estuvimos un ratuelo –echando uno o dos cigarretes-, haciendo tiempo para salir. Pues ya que el evento no empezaba hasta las diez… teníamos tiempo más que suficiente para charlar, o –si nos hubiera apetecido- hacernos una rutilla turística hasta El Prat.
Pero la elección fue dilatar el ratico en la gasolinera… hasta que –cuando salimos- vimos que llegaríamos –si no las diez en punto- un poquito más tarde de la hora en que arrancaba todo. Así que tiramos directamente para destino… siguiendo la ruta preconcebida por nuestro Capi.
Salimos pues de Sitges… poniendo directamente los cauchos en la popular “carretera de Las Costas”.
Por cierto…! Ese día Juan estrenaba goma delantera…!! Y en esa carreterilla… se dejó los últimos restos de parafina, dibujando sus decenas –si no centenares- de curvas…! Je, je, je…
La rutilla por Las Costas fue de lo más tranquila.
Como tiene que ser…!
Sin prisa, sin pausa, pero con mucho entusiasmo…!!
Una a una, fuimos trazando las curvillas que la componen hasta llegar a su término. Donde aumentamos sensiblemente el ritmo al entrar en la autovía de Castelldefels… locos por darle al gas después de haber “tolerado” a más de tres ciclistas en la carreterilla que acabábamos de dejar…
Y es que… vaya tela con los ciclistas…! Pero companys… el ancho de la carretera no da para más. Y en fin de semana… ya se sabe.
Menos mal que somos un grupete paciente, y muy tranquilo… y “comernos” unos cuantos ciclistas –de vez en cuando, y en sitios lógicos como ese- no nos supone demasiado esfuerzo… je, je, je…
Cuando la segura trazada de Juan nos llevó hasta el edificio Mundiauto… éste pasó del edificio en cuestión. Y siguiendo estrictamente las normas de circulación más básica… nos llevó hasta la siguiente rotonda para aparcar frente al edificio con seguridad, correctamente, y –importante- de la forma más legal y menos sancionable…! Bien por Juan!!
Ya habíamos llegado…!!
Habíamos llegado… pero el aspecto del parking del edificio era bastante “desértico”, pues no había más motos que las que podrían haber un finde cualquiera –si no menos, y por allí no se veía el más mínimo ambiente del fiestorro que –a priori- uno esperaba encontrarse.
Así que para empezar… dejamos las niñas en el parking, y nos fuimos a echar un cafelote al bar.
Un cafelote tranquilo… que disfrutamos sentados en aquellas butacas que –a juzgar por su aspecto- tienen más kilómetros que las maletas de “el fugitivo”, y más tiros echados que una escopeta de feria. Porque… vaya butaquitas…!
Cómodas, eso sí. Pero con un desgaste… que ni que los pantalones fueran de papel de lija, oiga…!
Allí echamos el cafelote… que duró lo que dura un cafelote. O sea, una charla… Y después, poniendo nuestras atribuladas pupilas en la pedazo de tienda de al lado… decidimos dirigir nuestros pasos hasta allí, dispuestos a embelesarnos con todo cuanto allí tienen expuesto. Cosa fina…!
Antes… Jaume y un servidor de ustedes se echaron un pitillo en la puerta, mientras admirábamos alguna que otra burrica de las que allí había. Y luego, sin perder más tiempo… tiramos para adentro para –junto a los compañeros- dejarnos seducir por los miles de cosas, complementos, y objetos… que le hacen a uno soñar en mil y una modificaciones que le haría a su niña… je, je, je…
No tardamos en enterarnos que la fiesta se celebraba en la azotea del edificio. Y que la razón por la cual casi no había motos abajo… era que se podía subir por la rampa hasta allí.
Así que después de babear con los accesorios… -yo me dejé las botas encharcadas, viendo el juego de alforjas con que vestiría a mi Guillermina en mis sueños más húmedos, si la cartera me permitiera tales licencias- …decidimos poner rumbo a las niñas, y subir para arriba.
Arrancamos motores… pusimos proa a la azotea… y en menos de dos minutos nos encontrábamos aparcando entre un buen puñado de motos…!
Sí señor…!!
Mención especial para un tricker… que representaba la reproducción más fiel de lo que fueron en sus orígenes, éstas motocicletas. Una moto… con dos ruedas detrás. Sin más…! Personalmente… los que más me gustan.
Sin olvidar –claro está- al impresionante Cobra que –sin duda alguna- era la estrella de la estampa!! Coche junto al cual, Jordi no tardó en inmortalizarse…
Aunque después –en uno de nuestros ratejos fuera del techado- veríamos llegar a algunas maravillas, dignas de poner en el “hall of fame” de los coches más guapos, carismáticos, y especiales del mundo…!!
Uno de ellos, como si acabara de llegar de Cuba…!! Donde esos diplodocus de los años cincuenta… se arreglan con lo que sea, y siguen rugiendo después de casi setenta años de vida…!
Y si no… un Hot-Rod que aparcó a su lado, cuyo motor bien se sabe que no es el original. Pero cuya transformación, imagen, y potencial… deja con la boca abierta y los ojos como naranjas, al más pintado…!!
Después de aparcar las burricas… tiramos para adentro. Y antes de visitar la primera de las paradicas… saludamos cariñosamente a Alabama, King Manowar, y las respectivas… Que hasta allí habían ido –como todos- dispuestos a disfrutar de ese pedazo de fiestorro…! Je, je, je…
Abrazotes, besitos, y la alegría sin límites que produce encontrarse a los amigos en sitios así…
Luego… a ver paradicas…!!
Camisetas, tatuajes, accesorios…
Tallas en madera, y algún que otro tótem junto al que se volvió a inmortalizar al bueno de Jordi…!
Bicicletas!!
Pero no bicicletas comerciales, eh…? Ni tan solo modificadas…
…si no bicicletas “caseras” en plan custom, que no veas si eran guapas…!! Sobre todo una, hecha con cadenas… que molaba a piñón…!! (Y nunca mejor dicho… je, je, je…)
Una vez visitadas todas las paradicas… decidimos salir a fuera a echar un pitillo, tomar un refresquillo… y descansar las bembas del volumen de la música.
Y es que yo no sé el por qué de ciertos volúmenes de músicas en directo…! Pues la verdad, desvirtúan mucho la ejecución de los artistas… Y la verdad –al menos para mí- no es nada agradable. Si no todo lo contrario…
Pero bueno, ese es un mal endémico de muchísimas concentraciones… y ya está uno más que acostumbrado. Así que con alejarse de los bafles, y –a ser posible- hacerlo al aire libre… solucionado.
Luego del descanso “dumbal”… entramos de nuevo dentro –porque entrar “fuera”, es súper complicado-, dispuestos a almorzar.
Bueno, yo no… porque desayuné en casa. Y a la hora que era… ya mismo me iría para comer, para luego ir a trabajar. Pero eso no quitó que nos sentáramos los cinco en una mesa… y disfrutáramos todos juntos… de la conversación más suculenta de la mañana… je, je, je…
Como digo, era ya una hora cercana a la de partir –para mí y Eolia. Así que llegados a la hora del ángelus… y tras haber pitilleado nuevamente antes de despedirnos… fuimos de nuevo para las motos –donde los compañeros nos echaron unas cuantas fotillos- y arrancamos motores, Jaume y éste que os habla.
Jordi y Juan se iban a quedar allí. El primero… porque realmente estaba cerquita de casa, y la dirección que tomaría al partir sería totalmente antagónica a la nuestra. Y el segundo… porque después de disfrutar un rato más del fiestorro, tiraría a visitar a la family… que se encontraba también por la zona.
Así pues, con todo el dolor del corazón… mi crónica termina aquí. Pues después de echar las fotillos que comento… salimos para la rampa –Jaume, Eolia, y yo-, pusimos proa hacia la carretera de Las Costas…
…y tras recorrer nuevamente –una a una y con paso tranquilo- todas las curvillas que la componen… nos despedimos de Jaume en Sitges.
Donde me aguardaba el papeo… y el currele de la tarde.
Llegando así a casa, felices por la salida… y esperando ansiosamente la siguiente…!!
Que… si bien es cierto que el día diecisiete se tuvo que suspender por culpa de la lluvia… esperamos que para el próximo día uno la podamos celebrar y compartir con todos y cada uno de los compañeros y compañeras de ésta guapa collita…!!
Oh, yeah…!!!
NaCluT!!!
El pasado nueve de noviembre, nos fuimos al Prat del Llobregat.
Concretamente al edificio Mundiauto… donde Diablos MC Barcelona organizaban su Primer Custom Movie.
Un encuentro al uso… que realmente nos dejó con la boca abierta en más de una ocasión, al contemplar los espectaculares vehículos que allí se dieron cita…
Por la mañana –como siempre- encuentro oficial de la colla en nuestra Sede…!!
Allí nos dimos cita a las ocho de la mañanuela… para arreplegar la caterva, echar los cafetines, y salir luego en pos del siguiente punto de encuentro.
Lamentablemente… en ésta ocasión gran parte de la colla no pudo venir. Así que huelga decir que ese día echamos de menos -a un nivel superlativo- a los compañeros. Ya que realmente… faltaron muchísimas de las caras amigas.
Pero por si eso era poco… cuando fuimos a pedir los cafelotes a la barra del Monterrey, Pedro nos comunicó que faltaría también Juan Ninja. Ya que su suegra se había puesto enferma… y esa misma mañana salió zumbando para Málaga.
Desde aquí… nuestros mejores de deseos para él y toda su familia, especialmente para esa señora que esperamos se acabe de recuperar bien pronto… Ya que en días posteriores, llamamos a Juan… y ya nos dijo que iba todo mucho mejor, y su suegra ya estaba en casa.
Un abrazo gigante Juan…!!
En la Sede nos juntamos JuanPoti, Jaume, y éste que os habla. Y después de echar los pertinentes cafelotes… arrancamos motores a eso de las ocho y media con intención de hacernos una mini rutilla hasta Sitges.
Donde se encontraban los siguientes dos puntos de encuentro.
La rutilla la hicimos por Sant Pere de Molanta… y bajando por la pseudo-sinuosa carreterilla que pasa por Olivella, llegamos a Pere de Ribes. Y desde allí -por Vallpineda- hasta La Blanca Subur…!! Donde nos esperaba mi querida Eolia –cámara en ristre- que inmortalizó el momento de la llegada de las tres burras… con sus respectivos bu… esto… ejem… pilotos…!! Je, je, je…
Una rutilla medio frescota, que sin llegar a los niveles que –por definición- deberíamos tener a éstas alturas de noviembre… ya empezaba a dejar claro que el invierno se acercaba.
Poco a poco… pero va viniendo, va viniendo…
Así pues, recogimos a Eolia al llegar a la popular rotonda “del corazón”, de “las rocas”, de “las olas”… o como a vuestras mercedes les apetezca nombrarla, porque ciertamente... se la ha nombrado con innumerables calificativos…
…y de nuevo arrancamos motores para poner rumbo a “El Molino”. Nuestro últimos punto de encuentro…!
Popular –y única- gasolinera de ésta villa… donde años ha, nos juntábamos los crápulas de la noche a yantar, con la cogorza en tó lo alto… y el estómago –empujado por los cubatas- en los pies… je, je, je… (Vamos, el “after” de mis años más mozos… cada vez que se me ocurría la fantástica idea de tirar pa’ Sitges a “pillarla”…)
Aunque de ese recinto apenas queda el local con las puertas y ventanas tapiadas… que da un no sequé verlo…
No más de tres minutos después de dejar a nuestras espaldas la rotonda “de los mil nombres”… llegamos a la mentada gasolinera. Y en ella… nos aguardaba Jordi…!!
Que al lado de su estupenda y despampanante “Sonora”… nos esperaba con la más amplia de las sonrisas, y los brazos más que abiertos…!!
Allí estuvimos un ratuelo –echando uno o dos cigarretes-, haciendo tiempo para salir. Pues ya que el evento no empezaba hasta las diez… teníamos tiempo más que suficiente para charlar, o –si nos hubiera apetecido- hacernos una rutilla turística hasta El Prat.
Pero la elección fue dilatar el ratico en la gasolinera… hasta que –cuando salimos- vimos que llegaríamos –si no las diez en punto- un poquito más tarde de la hora en que arrancaba todo. Así que tiramos directamente para destino… siguiendo la ruta preconcebida por nuestro Capi.
Salimos pues de Sitges… poniendo directamente los cauchos en la popular “carretera de Las Costas”.
Por cierto…! Ese día Juan estrenaba goma delantera…!! Y en esa carreterilla… se dejó los últimos restos de parafina, dibujando sus decenas –si no centenares- de curvas…! Je, je, je…
La rutilla por Las Costas fue de lo más tranquila.
Como tiene que ser…!
Sin prisa, sin pausa, pero con mucho entusiasmo…!!
Una a una, fuimos trazando las curvillas que la componen hasta llegar a su término. Donde aumentamos sensiblemente el ritmo al entrar en la autovía de Castelldefels… locos por darle al gas después de haber “tolerado” a más de tres ciclistas en la carreterilla que acabábamos de dejar…
Y es que… vaya tela con los ciclistas…! Pero companys… el ancho de la carretera no da para más. Y en fin de semana… ya se sabe.
Menos mal que somos un grupete paciente, y muy tranquilo… y “comernos” unos cuantos ciclistas –de vez en cuando, y en sitios lógicos como ese- no nos supone demasiado esfuerzo… je, je, je…
Cuando la segura trazada de Juan nos llevó hasta el edificio Mundiauto… éste pasó del edificio en cuestión. Y siguiendo estrictamente las normas de circulación más básica… nos llevó hasta la siguiente rotonda para aparcar frente al edificio con seguridad, correctamente, y –importante- de la forma más legal y menos sancionable…! Bien por Juan!!
Ya habíamos llegado…!!
Habíamos llegado… pero el aspecto del parking del edificio era bastante “desértico”, pues no había más motos que las que podrían haber un finde cualquiera –si no menos, y por allí no se veía el más mínimo ambiente del fiestorro que –a priori- uno esperaba encontrarse.
Así que para empezar… dejamos las niñas en el parking, y nos fuimos a echar un cafelote al bar.
Un cafelote tranquilo… que disfrutamos sentados en aquellas butacas que –a juzgar por su aspecto- tienen más kilómetros que las maletas de “el fugitivo”, y más tiros echados que una escopeta de feria. Porque… vaya butaquitas…!
Cómodas, eso sí. Pero con un desgaste… que ni que los pantalones fueran de papel de lija, oiga…!
Allí echamos el cafelote… que duró lo que dura un cafelote. O sea, una charla… Y después, poniendo nuestras atribuladas pupilas en la pedazo de tienda de al lado… decidimos dirigir nuestros pasos hasta allí, dispuestos a embelesarnos con todo cuanto allí tienen expuesto. Cosa fina…!
Antes… Jaume y un servidor de ustedes se echaron un pitillo en la puerta, mientras admirábamos alguna que otra burrica de las que allí había. Y luego, sin perder más tiempo… tiramos para adentro para –junto a los compañeros- dejarnos seducir por los miles de cosas, complementos, y objetos… que le hacen a uno soñar en mil y una modificaciones que le haría a su niña… je, je, je…
No tardamos en enterarnos que la fiesta se celebraba en la azotea del edificio. Y que la razón por la cual casi no había motos abajo… era que se podía subir por la rampa hasta allí.
Así que después de babear con los accesorios… -yo me dejé las botas encharcadas, viendo el juego de alforjas con que vestiría a mi Guillermina en mis sueños más húmedos, si la cartera me permitiera tales licencias- …decidimos poner rumbo a las niñas, y subir para arriba.
Arrancamos motores… pusimos proa a la azotea… y en menos de dos minutos nos encontrábamos aparcando entre un buen puñado de motos…!
Sí señor…!!
Mención especial para un tricker… que representaba la reproducción más fiel de lo que fueron en sus orígenes, éstas motocicletas. Una moto… con dos ruedas detrás. Sin más…! Personalmente… los que más me gustan.
Sin olvidar –claro está- al impresionante Cobra que –sin duda alguna- era la estrella de la estampa!! Coche junto al cual, Jordi no tardó en inmortalizarse…
Aunque después –en uno de nuestros ratejos fuera del techado- veríamos llegar a algunas maravillas, dignas de poner en el “hall of fame” de los coches más guapos, carismáticos, y especiales del mundo…!!
Uno de ellos, como si acabara de llegar de Cuba…!! Donde esos diplodocus de los años cincuenta… se arreglan con lo que sea, y siguen rugiendo después de casi setenta años de vida…!
Y si no… un Hot-Rod que aparcó a su lado, cuyo motor bien se sabe que no es el original. Pero cuya transformación, imagen, y potencial… deja con la boca abierta y los ojos como naranjas, al más pintado…!!
Después de aparcar las burricas… tiramos para adentro. Y antes de visitar la primera de las paradicas… saludamos cariñosamente a Alabama, King Manowar, y las respectivas… Que hasta allí habían ido –como todos- dispuestos a disfrutar de ese pedazo de fiestorro…! Je, je, je…
Abrazotes, besitos, y la alegría sin límites que produce encontrarse a los amigos en sitios así…
Luego… a ver paradicas…!!
Camisetas, tatuajes, accesorios…
Tallas en madera, y algún que otro tótem junto al que se volvió a inmortalizar al bueno de Jordi…!
Bicicletas!!
Pero no bicicletas comerciales, eh…? Ni tan solo modificadas…
…si no bicicletas “caseras” en plan custom, que no veas si eran guapas…!! Sobre todo una, hecha con cadenas… que molaba a piñón…!! (Y nunca mejor dicho… je, je, je…)
Una vez visitadas todas las paradicas… decidimos salir a fuera a echar un pitillo, tomar un refresquillo… y descansar las bembas del volumen de la música.
Y es que yo no sé el por qué de ciertos volúmenes de músicas en directo…! Pues la verdad, desvirtúan mucho la ejecución de los artistas… Y la verdad –al menos para mí- no es nada agradable. Si no todo lo contrario…
Pero bueno, ese es un mal endémico de muchísimas concentraciones… y ya está uno más que acostumbrado. Así que con alejarse de los bafles, y –a ser posible- hacerlo al aire libre… solucionado.
Luego del descanso “dumbal”… entramos de nuevo dentro –porque entrar “fuera”, es súper complicado-, dispuestos a almorzar.
Bueno, yo no… porque desayuné en casa. Y a la hora que era… ya mismo me iría para comer, para luego ir a trabajar. Pero eso no quitó que nos sentáramos los cinco en una mesa… y disfrutáramos todos juntos… de la conversación más suculenta de la mañana… je, je, je…
Como digo, era ya una hora cercana a la de partir –para mí y Eolia. Así que llegados a la hora del ángelus… y tras haber pitilleado nuevamente antes de despedirnos… fuimos de nuevo para las motos –donde los compañeros nos echaron unas cuantas fotillos- y arrancamos motores, Jaume y éste que os habla.
Jordi y Juan se iban a quedar allí. El primero… porque realmente estaba cerquita de casa, y la dirección que tomaría al partir sería totalmente antagónica a la nuestra. Y el segundo… porque después de disfrutar un rato más del fiestorro, tiraría a visitar a la family… que se encontraba también por la zona.
Así pues, con todo el dolor del corazón… mi crónica termina aquí. Pues después de echar las fotillos que comento… salimos para la rampa –Jaume, Eolia, y yo-, pusimos proa hacia la carretera de Las Costas…
…y tras recorrer nuevamente –una a una y con paso tranquilo- todas las curvillas que la componen… nos despedimos de Jaume en Sitges.
Donde me aguardaba el papeo… y el currele de la tarde.
Llegando así a casa, felices por la salida… y esperando ansiosamente la siguiente…!!
Que… si bien es cierto que el día diecisiete se tuvo que suspender por culpa de la lluvia… esperamos que para el próximo día uno la podamos celebrar y compartir con todos y cada uno de los compañeros y compañeras de ésta guapa collita…!!
Oh, yeah…!!!
NaCluT!!!
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