Por Jaqueton:
El pasado 16 de noviembre, amaneció -como la mayoría de las veces- por la mañana a primera hora...
Era día de salida rutera con la trouppe, y además, una salida triplemente especial... Era nuestra primera salida turístico-bocadillera, la íbamos a hacer por las tierras a las que más cariño tengo, y además.... iba a ir dulcemente acompañado...
Así que ya os podéis imaginar que el bote que metí de la piltra, fue de escándalo....!! Un doble salto mortal hacia atrás con tirabuzón.... je, je, je...
Aunque la salida era a una hora normalita –cabe decir que se acordó que se iba a intentar salir antes de lo concretado...- nosotros nos levantamos más pronto de lo normal... a las 5:00. Bufff...!!
Nosotros, he dicho??
Pues sí, nosotros! Eolia y yo!! Mi encantadora mujercita se decidió a acompañarme en una rutilla...! Je, je, je... Aunque en realidad fuera en la fogoneta de Quique... pero el caso es que se venía a una ruta...!!
Así que nada... que nos levantamos a la hora de los gallos, para marchar de casa “con los deberes hechos”, como dice Hombre de Nieve.
Y uno de esos deberes era sacar a nuestra dulce y adorable perrita, mezcla de Beagle y Jack Russell.... Sara.
De eso me iba a encargar yo, pero Eolia –que debía levantarse un poco más tarde- se levantó conmigo y se encargó ella de sacarla... Y es que es una mamá responsable donde las haya...
Total, que me hice el bocata, preparé la bolsa.... metí la fanta, el agua, el ron, el mate.... y tras las duchas, vestimentas, acicalamientos... y preparaciones físicas, mentales y morales... nos dispusimos a salir del piso a la calle, para ir a buscar a la pequeña Bilú It.
A todo eso, serían las 6:45 a.m....
...y no dirigimos –entre lo restos de los últimos noctámbulos borrachuzos y crápulas que quedaban esparcidos por la rúe- hacia el parking.
Después, ritual archiconocido por todos: Arrancar motor, colocar bragas –aunque a mí me gusta más quitarlas.... je, je, je....-, los cascos, los guantes -siempre al final-... y con el motor calentito, a la calle!!
Total, que salíamos al punto de las 7:00... Con el alma alborozada, el corazón desbocado, y la emoción rutera a flor de piel...
El trayecto fue tranquilito, sin prisas... Íbamos bien, y no era cuestión de correr cuando el sol todavía no ha besado dulcemente el asfalto; que está frío y húmedo de la noche recién caducada...
Llegamos a LB2, y la primera parada fue el abrevadero... Bilú It necesitaba beber, pues de camino hacia allí me entró en reserva.
Y allí –desde la gasolinera- descubrí una visión emocionante...! Hombre de Nieve y Lis, y por ende, Quique y Ruth, ya estaban allí...!! Serían algo así como las 7:30 de la mañana.
Por vez primera desde que salgo en moto, no fui el primero ni el segundo en llegar al punto de encuentro... y eso, lejos de entristecerme, me alegro...
Pues ese día ya se había comentado que convenía llegar pronto para intentar salir un poco antes e ir más tranquilos...
Aparqué la burrica a puertas del bareto, y al ladito de la de mis colegas –en medio de un montón de gossos que se empiezan a hacer pesados en nuestros puntos de encuentro- y me dirigí al interior del local, donde me esperaban mis amigos... También estaba Fredy, quien –como yo- gusta de llegar el primero...
Les saludé a todos, besé a todas, y me pedí un estupendo carajillote de roncete. Luego, nos sentamos a esperar al resto: Falcó, Lady Falcó, su family... y Nandu. Pero por allí no aparecían... Cosa rara, pues Falcó no acostumbra a retrasarse...
Antes de coger mesa, les mostramos a nuestros compañeros el nuevo casco –un estupendo modular Premier- recién estrenado por Eolia.
Y ese fue el momento elegido por la muy puñetera, para revelar al resto –incluido yo- su secreto.... Iba a ir en moto!!! La notícia me dejo anonadadamente patidifuso y descompuesto...!
No quería subirse a la fogoneta, pues durante el trayecto Sitges-Bellvei fue cavilando... y decidió que quería compartir conmigo la ruta en todo su esplendor... Y claro, donde mejor la iba a disfrutar, era, evidentemente, en moto...
Desde aquí, de nuevo... gracias tesoro...!!!
Al poco de estar sentados, apareció por la puerta la figura entrañable Carles. Miembro de Wanderers MG Tarragona, que se disponía –como nosotros- a esperar al resto de su grupo, que ese día se disponían a ir para el Vallès... concretamente, a la matinal en Vacarisses, de los compañeros de Egara66 MG.
Así que allí que se sentó con nosotros, y animó considerablemente la conversación... y es que es un cachondo este hombre.... je, je, je....
Luego, llegó nuestro viejo amigo Rufus, serio y frío -y es que la temperatura de fuera no era para menos-, a quien saludé efusivamente... pues hacía mucho que no le veía. Desde el almuerzo motero de Pakí-Payá...
Y luego, Toni. El incombustible Toni, fue el siguiente en entrar en el local.
Un abrazo a ese pedazo de amigo motero, al que añoro muchas veces en ruta...
...y con quien –junto con el resto del grupo- espero un día de estos compartir una ruta, unos kilómetros, y un estupendo almuerzo...
Por un momento, allí sentado con esta gente al lado, me sentí en otra época de mi vida...
Cuando esperaba en esas mismas sillas, la llegada de esos mismos compañeros...
En ese punto, cansados de esperar... decidimos salir fuera e ir vistiéndonos. Pues, evidentemente, llegara quien llegara a esa hora, no iba a tomar café; dado que eran casi las 8:00. Hora oficial de salida, de esa ruta turística a Miravet... en la que tantas cosas queríamos hacer...
Salimos al parking, y tuvimos ocasión de saludar a Jordi –con quien coincidimos en Perros del Ebro-, que se disponía a entrar a reunirse con sus compañeros “vagabundos”....
Al poco, Rafa... quien también se disponía a entrar, pero antes, me enseñó el estupendo filtro de aire que le ha puesto a su Black Widow.... Qué caña...!! Como tiene que zumbar ahora ese bicharraco....!!
Y ya, por fin.... apareció Falcó y su esposa, quienes como yo al llegar, se detuvieron en la gasolinera situada a escasos metros del parking. Y a su lado –al otro lado del surtidor- Dani. Con su estupenda Vs1400....!
Moto, después de la Dyna evidentemente –mi alma es, y será siempre Harley-, que me tiene el corazón robado, y provoca que la polla me haga un gesto cada vez que la veo... Qué pedazo de moto, y qué pedazo de persona ese Dani... Un compañero de verdad donde los haya... Un abrazo leal. Un poco de conversación, y se metió para adentro a echar el cafelote con leche –como si lo viera- y recibir la “bronca” por llegar tarde.... je, je, je....
Una vez reunidos en el parking, pudimos conocer a Laia –la hija de los señores Falcó-, a su marido, y los adorables hijos –nietos de nuestros compañeros-, la tierna y simpática Natalia y el dulce Pau...
Se conoce que Nandu no pudo personarse a la cita con ellos en Cubelles –aunque lo avisó por sms, pero al móvil equivocado de Falcó- y por eso llegaron a la hora que llegaron...
Pero en fin, bien está lo que bien acaba. Y puesto que ya estábamos todos... ya podíamos –aleluya- emprender la ansiada ruta...
El viaje empezó capitaneado por mi menda lerenda, seguido de Fredy, los señores Nieve, los Falcó, y los dos trikers de cuatro ruedas y capotados que llevábamos esa mañana cerrando comitiva.... Una auténtica caravana de intrépidos “travellers”.... je, je, je...
Nos dirigimos por la N-340 dirección Tarragona... pero ya comentamos la posibilidad antes de salir –para ahorrar tiempo- de ir por el tramo de autopista gratuita...
Así que justo antes de cogerla, cedí a Fredy el puesto de mando, para que él –experto ingeniero en logística como Huracaan, y gran conocedor de las vías de asfalto- nos guiara... Y lo hizo con una maestría suprema.
Entramos en la autopista, que estaba en obras y por eso era tan “barata”, y salimos de ella algo antes de Reus... donde con un simple gesto con la mano anarca, me indicó que volviera a ocupar el primer puesto en la formación; que se dirigía impasible hacia tierras del Ebro...
Personalmente, las tierras que más me gusta visitar. Y por ello, y por que la zona a la que íbamos me encanta... esa ruta era y fue, y será siempre, especialmente emocionante para mí...
Pasando por Falset, experimentamos la parte más fría del camino –unos 6 graditos de nada-, y bajando aquella carretera –que han dejado de puta madre...- la pequeña Bilú It daba lo mejor de sus explosiones.... je, je... Parecía que estaban dinamitando el valle...!!
De Falset, fuimos para Mora d’Ebre... de ahí, a Benisanet... Donde un payés con su tractor, casi se para y baja a mirar las ruedas, al oír una de las cachondas explosiones de mi montura...
...y por fin, Miravet!!! Yuju...!!!
Entramos en el pueblo, y en una plaza que hay allí mismo, paramos los motores y nos dispusimos a apearnos –que no es liarse a echar cuescos y ventosidades- y dar por felizmente terminado el viaje de ida...
Ya estábamos en nuestro destino!! Y a una hora muy cercana a la calculada: las 10:15 de la mañana. Una hora estupenda para almorzar... Aunque para eso, cualquier hora es buena.... je, je, je....
Y eso es precisamente lo que hicimos. Yantar someramente, sentados en el murete que te muestra el majestuoso río a su paso por este lindo pueblo de la Ribera d’Ebre...
Bebidas varias... olivas, fuet, tortilla de patatas estupendamente hecha por Quique –que un día tendremos que comparar con una de las de Eolia-, bocadillos variados... De todo...!! Para llenar y reposar los vacíos y fatigados estómagos de nuestra gente...
Allí sentados, Quique probó por primera vez el mate... y como era de esperar, no le gustó...
Y es que el mate –ciertamente- es como la tónica Schweppes, a casi nadie le gusta la primera vez, pero cuanto más lo bebes, más te gusta.
A ver la próxima....
Y allí sentados, también tomamos el estupendo café que trajeron los atentos compañeros de las montañas de Cunit... Bueno, algunos tomamos carajillo de roncete para el pecho, para abrir las fosas, y para calentarnos un poquito por dentro... je, je, je... Que es lo bueno que tiene el ron....
Al transcurrir el rato, y satisfechos del papeo... como algunas bufetas empezaron a apretarse más de la cuenta, fuimos entrando en un bareto de al otro lado de la plaza, y claro, nos vimos obligados a consumir, no sea que nos dijeran algo... Otro carajillete de ron, por favor...!!
Saliendo del baño, un atento lugareño ostentando un estupendo y canoso mostacho... nos comunicó la fatal notícia: El castillo –eje histórico de nuestra aventura- no se podía visitar...!
Resulta que se habían desprendido unas “piedras”, y hasta que no procedieran a reparar los desperfectos, y asegurarse que todo está en condiciones, estaría cerrado al público...
Vaya putada..!! También es mala suerte... Pero en fin, qué le vamos a hacer? Como dice un viejo proverbio: “Si algo no tiene solución, no hay que preocuparse. Y si ya la tiene, para qué te preocupas?”
Así que como aquello no tenía solución, decidimos subir hasta donde nos permitiera el camino, y disfrutar así un poco de la estupenda vista que proporciona la altura...
Ni punto de comparación con la que se disfruta desde el castillo, seguro. Pero eso ya lo comprobaremos cuando volvamos allí y se pueda visitar...
Pendiente queda.
Como os iba contando... nos dispusimos a subir por el camino. Pero para no dejar las motos solitas -pobrecitas-, Fredy se ofreció benigno, a sacrificar la ascensión y quedarse a hacerles compañía... Y claro, alguien tendría que permanecer a su vez al lado de éste, para darle conversación.... y Falcó se brindó dispuesto a cumplir tan sacrificada labor, y quedarse sin la subida al castillo... Pobres mártires sacrificados...!! Je, je, je.... Por no subir cuatro pedrolos....!!!
Total, que empezamos a subir... y subir.... escaleras, piedras, rampas... y venga para arriba...! Y más arriba....!! Hasta que de repente, la temida valla que nos decía: “Hasta aquí”.
Bueno, temida.... o ansiada, según se mire. Porque la subidita tenía narices...! Qué bien que hicieron nuestros compañeros, de quedarse abajo con las motos...
Y nada, como ya no podíamos subir más, y vimos un camino que bajaba... decidimos tomarlo por recorrer una ruta diferente hasta nuestros amigos... Y a todo esto, nos íbamos parando cuando veíamos una buena vista, lamentándonos no haber podido subir hasta arriba... pues si desde ahí se veía tan guapo.... desde arriba del todo, tiene que ser acojonante...!!
Fuimos bajando, hasta que nos dimos cuenta que aquello nos llevaba hasta el río... y ante la atormentadora idea de tener que volver a subir –y cargarnos a alguien-, optamos por bajar por donde ya conocíamos... je, je, je... que no estaban las fuerzas como para derrocharlas... Y menos vestidos como íbamos para el frío motero, bajo un sol de justicia...!
Nos detuvimos en una iglesia –que evité en la medida de lo posible-, cuya plaza viene a ser un estupendo bacón-mirador desde donde puedes observar el pueblo besado por el río.... y a lo lejos, sentaditos bien juntitos sin quitar ojo a las motos, Fredy y Falcó...
Les saludamos, echamos unas foticos, un pitillo, y seguimos bajando...
Cuando llegamos abajo, nos juntamos con nuestros amigos y las monturas, y tras comprobar la hora, creímos conveniente ir tirando a Benifallet.
Siguiente destino en nuestra excursión...
Pero para tirar para allí, quisimos probar el paso de barca que -junto al de Flix- es uno de los dos únicos que hay en el Ebro...
Y el único de España que utiliza la corriente del río como fuerza de locomoción. Una verdadera maravilla, ciertamente...
Me acerqué a unos de esos típicos abuelotes que se sientan al sol a”petar la xerrada” antes o después del domino o de la partida a la brisca, y como hicieran unos mozalbetes con Hombre de Nieve, me indicaron la ruta a seguir hasta el embarcadero.
Recto, saliendo del pueblo, a menos de un kilómetro. Ya ves qué fácil...!! Decía el más joven de los “veteranos”...
Seguimos las indicaciones, y enseguida estábamos ante el majestuoso Ebro... observando como la balsa arribaba a la orilla a descargar los tres coches que traía desde el otro margen...
Nos acercamos a asegurarnos del precio -2,5 € los coches, y 2 € las motos- y decidimos que era una experiencia que valía la pena probar.
Uno tras otro –el encargado de la barca nos indicó como- fuimos subiendo los vehículos a la embarcación. Le fuimos pagando... mientras el hombre –un tipo bigotón, bajito y regordete- iba soltándose del embarcadero, girando los timones, y liberando la barca para que el mismo río la llevara hasta la otra orilla. Con una maestría –a todas luces innata, por lo natural del gesto- realmente excepcional...
Un cable colgando de lado a lado, y al que estaba unida la barca, servía de guía para que la ésta enfilara el camino correcto.
Fue como viajar en el tiempo.... Como en los libros de Twain, uno se creía cruzando el Mississipí, y esperaba encontrar al travieso Tom Sawyer con Huckleberry Finn correteando al otro lado...
En pocos minutos, y gracias a la destreza adquirida con los años por el barquero... la barca fue a descansar en el embarcadero del otro lado. La afianzó con las cadenas, bajó un poco el puente, y uno a uno, sin prisas pero sin pausas, fuimos saliendo de aquella barca para dejar subir en ella a los coches que esperaban pacientes su turno...
Ya habíamos cruzado el Ebro...! Y la verdad es que fue gratificante. Qué bonito que ha de ser remontar el río en barca...
Una vez de nuevo en carretera, rehicimos la formación, y pusimos proa a Benifallet... Pasamos primero el pueblo de Rasquera, y al poquito, cruzábamos un puente sobre el Ebro, dábamos la vuelta a una rotonda, y.... e voilà....!! Benifallet!! Sede de los mejores pastissets del mundo....
...al menos, en mi humilde opinión... avalada por la de mi ducho estómago.... je, je, je....
Así que detuvimos las monturas, aparcamos las latas –en el buen sentido y si ánimo de ofender-, y nos dirigimos hasta la “panadería pastelería” donde los hacen.
Una pastelería escondida en una añeja y estrecha calle... Con un enjuta puerta y un austero escaparate, pero que dentro guarda tesoros realmente especiales...
Allí, uno tras otro, fuimos pidiendo las cantidades más oportunas de pastissets... de almendrados y mantecados... y de unos pastissets nuevos que hacen, que en vez de llevar cabello de ángel, llevan chocolate!! Simplemente sublimes...!! Qué buena idea!!
Los tradicionales, se acompañan de un vinito dulce... de una copita de anís.... En cambio estos de chocolate, ligan perfectamente con el café... Con un carajillo de ron... je, je, je... Repito: una idea gloriosa....!!
Todos habíamos comprado y estábamos guardando las cajas –las mías me las llevó el bueno de Fredy-, pero algunos no tuvieron espera y quisieron probar tan dulce manjares allí mismo. Y qué cara de benditos ponían al degustarlos....!! Y es que como digo, son los mejores pastissets del mundo mundial...! Je, je, je...
Cargados estábamos, cuando decidimos ir tirando para casa.
Eran alrededor de la 13:00, así que teníamos que ir tirando para abajo si queríamos parar a echar la cerveza en La Cantera....
Y emprendimos la ruta de regreso.
Paramos la primera gasolinera de la carretera que vimos –en Rasquera-, llenamos los depósitos, echamos un pitillo, y reemprendimos la marcha.... Lis, al enterarse que el trayecto iba a ser de un par de horas, reclamó parada a medio camino para.... para que echáramos un cigarrito... je, je, je... Qué buena que es...!
Una ruta bastante tranquila, entretenida y amena.... Por parajes muy bonitos, y a un ritmo bastante bueno...
Bajando, enlazábamos curvas... unos tras otros, en perfecta formación –aunque un poco estirada- llaneando... ruteando felizmente...
Pasamos el Ginestar, y poco después cogimos la carretera C-44 que sale a la derecha, que nos llevaría a Tivissa y Vandellòs... por carreteras igualmente divertidas y tranquilas como las que veníamos haciendo desde Benifallet...
Llegamos a Hospitalet de l’Infant, y allí pillamos la N-340 que nos tenía que llevar de regreso a casa... O cuanto menos, al Bellvei de donde salimos...
Miami Platja, Cambrils.... y antes de Tarragona, no sé qué me pasó, que me despisté...
...me despisté... ...me despisté... No sé del cierto todavía como coño lo hice, pero en un momento dado me vi más perdido que un jodido pulpo en un garaje...!
Hubo un momento, que llegué una rotonda donde las salidas me llevaban irremediablemente hacia la AP-7...! Y no veía mi querida N-340 por ninguna parte!!
Y yo, allí parado, perdido, y oyendo un claxon...
Y claro, pensaba: “eso es que te has equivocado y te están avisando...” Pero yo no me movía. Si no sabía a donde...!
Arranqué, volví a oír el claxon, y me volví a parar... Momento que aprovecharon algunos compañeros –Hombre de Nieve y Fredy- para hacerse cargo de la situación.
Así que quedé relegado a tropa, resignándome –tranquilo ya- a seguir al Capitán de Ruta... Que con veteranía extrema, nos fue guiando hasta que en Tarragona, paró.
Era la parada reclamada por Lis al salir de Rasquera.
Pero para ser fiel a la verdad del relato, he de decir que justo antes, en la autopista, nos cruzamos con un inmenso grupo de motos que ocupaba el ancho entero de la vía.... Tantas, que seguro que los organizadores de la Gripada de Bellcaire d’Urgell habrían contado en ellas unos cuantos miles de moteros...!! Je, je, je....
En fin, que paramos a la altura de la Imperial Tarraco. Y allí parados... la fogoneta y la alforja izquierda de Fredy, se abrieron para regalarnos a todos con multitud de bebidas que nos refrescaron la parada...
Allí parados, echamos unos pitillos, conversamos, reposamos los traseros, y decidimos que la parada en La Cantera –debido a la tardía la hora- la obviaríamos para hacerla otro día con más tiempo...
Si es que hay más días que ollas....!
Así pues, allí ya nos despedimos unos de otros, pues ya no volveríamos a parar hasta llegar cada uno a su casa...
Besitos, apretones de manos, abrazos, carantoñas... y venga, a vestirse, montar, y reemprender la marcha se ha dicho...!! Que és tard i vol ploure...!! Je, je...
Enfilamos –esta vez si- nuestra amiga nacional, y conmigo de nuevo a la cabeza... la fuimos siguiendo hasta que a la altura de El Vendrell, nos separamos.
Mientras yo, Falcó, Fredy y el coche con la Falcó’s family tirábamos dirección Calafell.... Hombre de Nieve, Lis, Quique y Ruth siguieron recto para llegar cuanto antes a las montañas de su amado Cunit.... Hasta la vista compañeros!!!
Y nosotros, poco después, nos separamos en Cubelles... Donde se quedaron los Falcó... Hasta la próxima...!!! Je, je, je...
Pero Fredy y yo no nos podíamos separar, pues en sus alforjas llevaba mis dulces recuerdos de tan hermosa salida. Así que me acompañó hasta el almacén del bar en el que trabajo –que está al ladito de su casa-, donde los dejé para ir llevándomelos durante la semana...
...y dado que en esta ocasión Eolia estaba conmigo y no tenía prisa por comer, y ni a él ni a mi nos esperaba nadie en casa... decidimos ir a echar un vermouthillo de despedida, previo a la comida que cada uno se regalaría en su hogar.....
Un final de ruta especial, para una ruta excepcional...! Como tiene que ser...
A ver si bien pronto se puede repetir, y en esa ocasión podemos visitar el castillo, que fue el único fallo en una salida casi perfecta....
NaClu2!!!
diumenge, 16 de novembre del 2008
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