dissabte, 10 de gener del 2015

La Cabra Mocha 2015. SANT SEBASTIÀ DE MONTMAJOR.

Por Jaqueton:



Un año más… volvemos de la mayor aventura del calendario AMICUS, y me dispongo a plasmar el relato de cuanto aconteció en ésta edición que –como todas- termina dejándonos el amargo panorama del año que nos queda para disfrutar la siguiente…

La siguiente edición de un evento que tiene la particularidad de limpiarnos el corazón, la mente, y el alma…

…alejando cualquier mal rollo, y cargándonos las pilas con las energías renovadas con que afrontaremos la larga cuenta atrás que recién empieza.

Un año más… me dispongo a escribir ésta pequeña crónica para compartir con todos, los recuerdos de un tremendo fin de semana. Pero a su vez… para hacer partícipe de ellos a los compañeros que –lamentablemente- no pudieron acudir a ésta cita.

Y es por eso que éste año quiero dedicar la crónica precisamente a todos los que no pudieron venir. Ya que éste ha sido un año muy especial…

…y me consta que por diferentes motivos, no han sido pocos los que “se han quedado en tierra” teniendo -como tenían- toda la ilusión del mundo puesta en éste fin de semana.

Por tod@s vosotr@s, va ésta crónica…!!!

A ver si el año que viene no se cruza la mala suerte en el camino… y podemos reunir –como se merece- a toda la caterva!!

Lo sabéis, y no haría falta que os lo dijera. Pero se os echó de menos…

…y mucho…!!



Éste año, La Cabra Mocha venía con cambios importantes en el planteamiento de la salida. Y ciertamente, la totalidad no sólo han sido aciertos… si no que a partir de ahora quedarán fijos para las siguientes ediciones.
Y es que desde que vamos a “La Cabra”… año tras año mejoramos lo mejorable, añadiendo o modificando aquello que nos puede facilitar la salida. Y claro, tarde o temprano teníamos que dar con la fórmula magistral…!

Pues éste año creo que si no ha sido perfecto, poquito le ha faltado…
O cuanto menos, aún es hora que a alguno de nosotros se le ocurra comentar algún cambio a tener en cuenta… o alguna modificación que aplicar. (Lo cual ya nos puede dar una idea del nivel de perfección del encuentro… o de que todavía nos estamos recuperando, y no tenemos fuerzas para pensar en mejoras… Je, je, je…)



Para empezar, por primera vez quedábamos en la Sede para almorzar antes de salir. Así que os podéis imaginar qué vehemente insomne llegó esa mañana al Monterrey… deseando que llegara cuanto antes la hora de la salida…!

Prontito en la mañana… salí del parking donde la noche antes dejé –preparada- a Guillermina. Y enfilando la avenida Sofia –como cada año- se me escapaba una carcajada casi infantil al darme cuenta que -por fin- salía hacia “La Cabra”…!!

Todo un año esperando… y finalmente, ya la tenía aquí…!

Cargué gasofa en Sant Pere de Ribes… y en un momentín me encontraba dejando la burra frente al Monterrey, saludando a Pedro… y guardando en el top case la botella de Jack Daniel’s que nos cayó del cielo en el sorteo de Masquefa de “Els Amics de la Noa”…
…a la salud de los cuales íbamos a dar buena cuenta del gustoso whiskey. (Que no bourbon, como piensan algunos. Pues Jack Daniel’s se hace en Tennessee, y para ser bourbon es condición sine qua nos que sea producido en Kentucky…)

Así que con la moto cargada –ya sí- con todo lo necesario… y un cafelote humeante siendo sorbido poco a poco… aguardé la llegada del resto de amigos que esa mañana nos dimos cita allí, para almorzar y salir con el estómago lleno.

Primero llegaron Juan y Aracely. Seguidos muy de cerca por Boots48, Pitu… y Pepe.
Aunque a su llegada ya nos pillaron –a Juan y a mí- zampando como caimanes… un estupendo plato combinado que nos preparó el amigo Pedro.
Al poco… llegaron Mary y Carmen. Que constituirían la segunda lata del grupete…

Almorzamos ricamente todos juntos, fijándonos en la hora del reloj de pared. Que para colmo, andaba adelantado…!! Pero no nos dimos cuenta hasta después del almuerzo, cuando nos disponíamos a estirar las piernas en la calle… je, je, je…
Así que valoramos las distintas posibilidades… y decidimos que para estar esperando allí a que se hiciera la hora de salida… era mucho más interesante –y práctico- arrancar motores, iniciar la ruta… y en todo caso, esperar en el segundo punto de encuentro la llegada de nuestros amigos.

Dicho y hecho…!

Motores en marcha, paquetes en ristre… y arrancamos con la ruta!!!

En ésta ocasión, mi menda lerenda capitanearía el grupo… conocedor de mi deuda moral –conmigo, y con la tropa- de perderme en todas las salidas.
En especial, si se trata de La Cabra Mocha…

Así que sólo era cuestión de tiempo, y de encontrar el momento adecuado… para liarla parda y dar todos más vueltas que un hijo puta el día del padre… je, je, je…



La ruta había empezado…!!

En cabeza, capitaneando el grupete, y con un GPS que me lo pondría difícil para perderme… un servidor de ustedes, mis queridos lectores… montando una Guillermina feliz e impaciente por curvear la ruta cabramochera.

En segunda posición… Boots48. Que a lomos de su estupenda 125… se estrenaba éste año, viviendo una salida completa.

Detrás… el amigo Pepe, a lomos de su poderosa VN900.

Y cerrando el grupete de motos… Pitu –nuestra moto escoba- que cabalgaba a lomos de esa bonita ST7…

Luego, el grupete de coches lo encabezaban Juanpoti y Aracely…

…seguidos de Carmen y Mary.

La rutilla fue la mar de tranquila.

Pillamos nuestra vieja y cariñosa amiga N340… y le dimos con saña hasta terminar en Vallirana. Donde nos metimos en la autovía el tramo justo para salirnos a Sant Vicenç… y llegar así a la gasolinera del segundo punto de encuentro.
Donde estuvimos esperando apenas unos minutos… hasta que llegó el resto de la caterva.

Los primeros en llegar fueron Jordi Quesada y el Chispas… que éste año tuvieron a bien apuntarse con nosotros a la ruta, y así pudimos hacerles partícipe de esa rutilla cabramochera que desde que nos la descubrió el amigo Canadian –hace cuatro años-, se ha convertido en una tradición en AMICUS.
Hasta el punto que si no hay ruta cabramochera, difícilmente sepamos llegar en moto hasta allí… ja, ja, ja…

Luego, llegaron Jordicamu600, Laia, y Txetxu…!
El primero en su estupendísima sonanta… y los dos siguientes en sendos coches que uniríamos al grupo de las latas.

Éste año llevábamos cuatro…

Por tanto, volví a montar el grupete de ruta, incluyendo en él a los recién llegados… y siguiendo la planificación previa al dedillo… salimos de allí a la hora acordada…!

Y es que –como dije- éste año lo hemos bordado, companys…!!

Antes, eso sí… acordamos que al llegar a Caldes de Montbui… las burras seguirían la ruta establecida…

…pero las latas seguirían recto en pos de Sant Sebastià de Montmajor.

Por qué…?

Pues muy sencillo. Por un lado… la ruta cabramochera es una ruta curvera donde las haya, en la que las latas no sólo no iban a disfrutar… si no que sería muy posible –y altamente probable- que lo pasarían mal.
Y aparte… el amigo Juanpoti –que circulaba justo detrás del grupo motero, capitaneando el grupo de bugas- , ya dijo que se negaba a comerse esa ruta, las uñas, y hasta los puños.
Pues venía en lata por avería en la moto… y hacer esa ruta a cuatro ruedas le iba a suponer un cabreo, un dolor de barriga, y vayan ustedes a saber si no una diarrea.

Completamente de acuerdo con él. Yo en su caso, hubiera hecho lo mismo…
Es más. Cualquiera que haya disfrutado la ruta cabramochera en moto… lo entenderá.

Por tanto… montamos el grupete de ruta, y tras salir de la gasolinera de marras… nos fuimos a buscar la autopista.

Cualquier motero que se precie… reconocerá que andar por autopista –aunque sea por tramos gratuitos- es una tocada de genitales a dos manos, que aburre hasta al más pintado.
Pero nosotros, que estamos hartos de cruzar urbes como Terrassa o Sabadell, y perdernos…
…éste año aceptamos –y asumimos- el hecho de realizar una parte de la ruta por una vía de ésta índole… que a pesar de no aportar nada a la experiencia rutera, nos iba a sacar del apuro de no saber dónde estamos, al cruzar grandes ciudades guiándonos de mi archiconocido sentido de la orientación… je, je, je…

La ruta por la autopista os la podéis imaginar.

El grupete en ruta, a velocidad de crucero… y sin más distracción que asegurarse de estar en el carril correcto, ir devorando kilómetros como quien come pipas.
Vamos, una fiesta del copón…!! (Sic)

Al llegar a la salida de Caldes de Montbui –que nos llevaría a la C59-, enfilamos la carretera con un aire distinto.
La verdad es que saliendo de la autopista, cualquier carretera nos hubiera parecido un festival… je, je, je…
La recorrimos hasta meternos un poco en Caldes, y en un desvío… el grupete de latas siguió recto despidiéndose del grupo de las burra, que seguimos ruta a Sentmenat.

Hasta la vista companys…!! Nos veremos en Sant Sebastià de Montmajor…!!

Nosotros –como digo- seguimos por Sentmenat. Llegamos a Castellar del Vallès…

…y justo en la esquina de “La Cantonada” –valga la rebuznancia- doblamos por la carretera de Sabadell –a mano fascista- poniendo rumbo al inicio de la ruta cabramochera…!

Que no es otro que la salida de Castellar… hacia Sant Llorenç Savall…!!



La ruta la arrancamos a muy buen ritmo…

Como si de un vals se tratara… fuimos empalmando curva con curva, disfrutando del vaivén de la ruta… al tiempo que contemplábamos –como podíamos- un paisaje precioso.

En ese lugar, me acuerdo de aquella frase que dice:

“Cuando vas en coche, disfrutas del paisaje. Cuando vas en moto… tú formas parte del paisaje…”

Y es que realmente en esa ruta, uno llega a sentirse parte del asfalto y las rocas. De los árboles, y la humedad…
Humedad que por cierto… éste año casi alcanzó el nivel de la primera vez que hicimos ese camino. Pues como entonces… talmente parecía que hubieran ido mojando la carretera con una manguera…! Je, je, je…

De Sant Llorenç Savall, salimos dando una vueltecilla por dentro del pueblo… porque la ruta natural que seguimos para salir de él, estaba cortada por obras.
Suerte que estaba todo muy bien indicado… porque si nos teníamos que fiar de mi orientación, íbamos a ir de puto cráneo.

Salimos de Sant Llorenç… poniendo rumbo a Gallifa.

Y de allí, tras atravesar longitudinalmente el pueblo…

…para Sant Feliu de Codines…!!

Donde dejamos –momentáneamente- la ruta curvera y mojada, para meternos de nuevo en la C59, que nos llevaría hasta Caldes. Pero por el lado contrario al que habíamos entrado con las latas –una horilla y algo antes...

Casi llegando a Caldes, paramos en Els Saulons. Donde –como acordamos en el planteamiento de la ruta de ésta año- llenamos depósitos, dejando las burras listas para no tener que pensar en ello al día siguiente.
Bueno, llenamos los depósitos… estiramos las piernas… y hasta echamos algún que otro trago a la bota de vino que éste año estrené…!! Je, je, je…
Hipólita se llama…! Y espero que nos acompañe en un montón de saliditas y almuerzotes…

Salimos de la gasolinera, dispuestos a atacar el último tramo curvero de la jornada.
Y un tramo… para que el que nos habíamos estado preparando a lo largo de toda la ruta cabramochera.
Ya que en él se unen todas las curvas de la ruta de marras, más la humedad…

…y unas pendientes importantes.

La iniciamos justo después de pasar frente a la entrada del camping donde –los dos últimos años- paramos a estirar las piernas antes de atacarla.
Pero como éste año veníamos de haberlas estirado en la gasolinera –apenas unos diez minutos antes- pasamos con un ojo en la entrada, y otro en la primera curva…

La verdad es que no nos sorprendió en absoluto el estado –más que húmedo, mojado- de la carretera.
El ritmo –como siempre- muy, pero que muy tranquilo…
Y poco a poco, sin prisa, sin pausa, y sin más nervios que los necesarios… fuimos devorando la carreterilla hasta aquél cartel que dice que se acaba el asfalto…!

Que para los que somos ya veteranos… es como si dijera:

“Bienvenidos a La Cabra Mocha”…!! Je, je, je…

Sólo una última “sorpresa” nos aguardaba en la carretera, justo en las últimas curvas.
Y es que nos regaló un rinconcito con hielo en la yerba… que nos hizo apretar un poquito más lo cachetes.
Pero ya digo… Eso fue prácticamente al final de la rutica, y en esos momentos sólo podíamos sentir la emoción de la llegada al campamento cabramochero…!!
Donde nos esperaban Mary, Aracely, Carmen, Laia, Juanpoti, y Txetxu…

…después de haber montado sus respectivas tiendas, y armados con el pan que habían comprado –un rato antes- en Caldes.

Ya habíamos llegado a La Cabra Mocha…!!

Ole, ole… y ole…!!!



La llegada al campamento –a pesar de que éste año fue mucho más temprano que lo habitual en años pasados- siempre es más o menos lo mismo:

Dejamos las burras… tomamos posesión del cachito de terreno donde montaremos el campamento base… y nos vamos a saludar a los amigos Druïdes…!!

Donde pillamos el anuario –los que se estrenen, también el pin-, y nos echamos unas cervecitas mientras saludamos a toda la troupe de nuestros verdes amigos…

…que cada año nos enamoran con una nueva y fresca edición de La Cabra Mocha…!!

Mal que éste año –una vez más- no hizo nada de frío.
Bueno frío… Es más! A mediodía hacía incluso calor…!!
Menuda sudada me metí para montar la tienda… je, je, je…

Y ahí ya… arrancamos con el mayor y más emotivo encuentro de todo el calendario AMICUS…!!

Nos fuimos a terminar las cervezotas al campamento… donde montamos en un periquete las tiendas, y dejamos en ellas todos los bártulos, enseres, papeos, y bebercios, que nos iban a hacer menester en las próximas horas…
Dejando –eso sí, como habíamos prometido- sitio para las tiendas de Pep y Rafa, que en los días anteriores -y sabiendo que llegarían a media tarde- nos pidieron que les guardáramos sitio a nuestro lado.

Y así, dejamos perfectamente montado el campamento…!! Podían empezar los juegos!!! Ja, ja, ja…



Lo primero que hicimos –una vez montado todo… Fue prepararnos para comer.
La verdad es que lo hicimos prácticamente sin darnos cuenta… ya que cada uno iba sacando cosillas, y repartiendo.

Que si un fuet por aquí…

…que si choricico por allá…

Que si échale un trago al vino…

…que si toma una birra que he cogido dos…

Vamos, que no nos dimos cuenta… y dijimos:

“Coño, empecemos a comer… que con la tontería y el picoteo, no nos daremos cuenta y se nos hará media tarde…”

Y ahí ya… sí que sí.

Aracely sacó un pedazo de tortillón, que no veas si estaba bueno…!!

Y las berenjenas rellenas de Carmen…?? Je, je, je…

Y el pollo empanado de Paqui…?

Todo riquísimo!!!

Empezamos a zampar al más puro estilo AMICUS, a la vez que compartíamos, reíamos, y disfrutábamos de uno de los momentos más guapos del día…

…y sin apenas darnos cuenta, ya habíamos comido!!

Digo que ya habíamos comido… porque de repente, en la mesa había chocolate, bombones…

…y en las manos, vasos de ratafía que había traído Laia, y que dieron el pistoletazo de salida a los bebercios de grado más alto…! Je, je, je…



Ahí estuvimos un ratillo dándole a la botella, el chupito, y el cachondeo… hasta que decidimos recoger campamento, e ir al bar a echar un cafelote.
Pero noi… eso fue misión imposible. Ya que el tipo del bar –directa y maleducadamente- nos decía que nosotros no éramos su prioridad. Y que cuando hubiera atendido a los clientes que tenía en el comedor –si todavía estábamos allí- nos atendería.

Como…??

Habrase visto semejante rebordez junta en un solo hombre…??

Menos mal que un amigo nos dijo que era conveniente -para la salud del evento- no liarla… y simplemente pasamos de mandarle a…

...ta madre.

Porque de otro modo… era para liarla, muy gorda…!!

Así que nos pasamos media tarde sentados en la terraza –sin servicio- pero riéndonos a gusto… hasta que decidimos –unos cuantos- volver por el campamento.
Luego, como a la hora… volvimos. Y los compañeros que allí se quedaron… nos dijeron que –casi dos horas después de tomar nota- sacaron los cafelotes de la mesa de al lado.
Mesa que obviamente estaba desierta…

…y que gracias a ello, ellos sí que habían tomado café…

De verdad… La Cabra Mocha es el evento más guapo del año. Eso es cierto…
Pero como en todo lo bonito, siempre tiene que haber una mierda seca.
Y en éste caso, todos sabemos dónde está…



Era media tarde… el sol estaba próximo a iniciar su diario declive… y llegaron los amigos Anna, Núria, Rafa, y Pep.
Que empezaron a montar sendas tiendas… al tiempo que les informábamos de lo acaecido hasta entonces.
Lamentablemente… Pep se había olvidado el colchón en casa. Así que decidieron marchar a comprar uno al Decathlon más cercano que encontraran.
Menuda putada volver a hacerse la carreterilla por un descuido…

A esas horas de la tarde… el alcohol empezaba a hacer mella en algunos de nosotros que –francamente- llevábamos un puntazo más guapo que la bandera del Japón…! Je, je, je…

Así que mis queridos lectores… me perdonaréis si a partir de éste momento coloco el filtro –como cada año- y cuento “muy por encima” lo que hicimos el resto del día.
Pues… como suele decirse:

“Lo que pasa en La Cabra Mocha, se queda en La Cabra Mocha”.

Y a pesar que otros años ese filtro lo he colocado justo después de cenar… éste año ha sido muy especial, y hemos ido adelantados en horario a lo que hemos hecho cualquiera de los años anteriores.
Por tanto… filtrazo al canto. Y si queréis saber más de lo que aquí se cuenta… miráis las fotos y vídeos, u os venís con nosotros de almuerzo. Pues “La Cabra” acostumbra a ser tema de conversación durante el almuerzo de unos pocos meses… je, je, je…
Y ahí no hay “filtros”…



El sol desaparecía al tiempo que la noche lo cubría todo. Y con ella, la temperatura descendía… pero sin llegar a hacer el frío que por éstas fechas se le podría suponer a aquella zona.
No obstante, es lógico que con el cambio de temperatura se estuviera mejor cerca del fuego. Con lo cual… poco a poco, todos nos fuimos colocando alrededor de la hoguera mientras dábamos pistoletazo de salida a una nueva etapa de picoteo salvaje…! Je, je, je…

Todo el mundo andaba beberciando, o –con la navaja en la mano- compartiendo queso, chorizo, longaniza, fuet…
El picoteo, dio paso a la cena. Y ahí la brasa se puso cachonda, mientras el resto de nosotros nos poníamos como el Quico!!

Qué momentazo…!!

Zampando como posesos… disfrutando de una de las noches más mágicas del año.

Y ya… para que La Cabra Mocha alcance su máximo nivel, sólo faltaba que saliera el Lola con la guitarra, y se arrancara –acompañado de Dani y Jordi- a cantar como nos tiene acostumbrados.

Qué pasada!!

Eso es La Cabra Mocha en estado puro…!!

Ahí, para mí… son las doce campanadas de fin de año que anuncian el fin de una espera… y el inicio de la siguiente.
Un nuevo año por delante, para que llegue la próxima Cabra…

Desde aquí propongo a todo aquél que quiera hacerlo, que el año que viene nos llevemos uvas… y con la primera canción del Lola, comamos las uvas de la suerte mientras nuestro amigo nos lleva –desgarrando su sonanta- hasta el nuevo año…!

Si los chinos tienen un fin de año distinto al universal, y los musulmanes también…

…no veo por qué los cabramocheros no podemos celebrar la llegada del nuevo año, destilando las campanadas de los primeros acordes que nos regale el máximo exponente de La Cabra Mocha:

La primera canción del Lola, a la vera de la hoguera…!!

Oh, yeah…!!!

Coño! Que me cuelo…!!

Que todavía queda mucha crónica por delante… y yo ya me disponía a terminarla aquí…!! Je, je, je…



Pues bien… la noche continuó como os podéis imaginar, sin más altibajos que el de levantar la botella en alto para darle el trago…

Jordi y yo, cual si de los gemelos de María Dolores Pradera se tratara… acompañamos con mayor o menor fortuna al Lola… (Casi sin ninguna, pa qué engañarnos…)
Aunque éste año el pobre Jordi no pudo hacerse con el cajón.

Ya hacia el final, un ser despreciable y sin vergüenza –y me consta que reincidente- se soltó un pedo que no fue normal…!!
Desplazando casi quince metros lineales de humanidad…

…y demostrando –más allá de cualquier duda razonable- que aquello de que “la merda de la muntanya no fa pudor”, es un bulo como la copa de un pino!!
Siejjjjqueeee… no se pué ser tan zafio…!!
Menos mal que el karma se equilibra solo… y otro tipo que tenía enfrente, se levantó... y se soltó un sonoro cuesco en todo su jeto…!!
Un poco más y me mata… ja, ja, ja…

Ya llegados a éste punto, contar simplemente que la gente se fue yendo a dormir… y finalmente me quedé –como casi cada año- sólo con Druïdes en la hoguera.
Concretamente, con Dani y Lola… charlando –hasta donde el Ruavieja me lo permitía-, pero no tardé mucho en rendirme y dar por terminada la noche.
Tiré un par de troncos al fuego, en plan “Josechu el Vasco”… y me fui para la tienda que –para colmo- éste año no compartí con nadie.
Bueno, si… con un pedo extraordinario en tó lo alto…
…y la tristeza infinita en el corazón, al comprobar que La Cabra Mocha se acababa por momentos…



Se conoce que dormí deprisa…! Pues mucho antes que el resto de compañeros… ya estaba con los ojos como naranjas.
Salí de la tienda a echar un meíllo… y descubrí a Pitu que venía del bar, comentando que estaba cerrado.

Ahí estuvimos comentando la jugada… y me dijo que Txetxu hacía un rato que se había ido al camión… porque no estaba seguro de algo, y tenía que comprobarlo.
Así que se fue con la promesa de volver en dos horas.

Poco a poco, todos se fueron levantando… saludando al nuevo día que recién estrenábamos. Y cuando no quedaba nadie “soplando”, decidimos ir todos al bar a cafetear y despejarnos.

Y vaya si nos despejamos…!!

Para empezar, el simpático tipo del bar… nos emplazó en el garito aledaño –donde tiene mesas y sillas- para que tomáramos café fuera del bar.
Nos sirvió… pero luego no tuvo vergüenza en entrar, y en voz alta decir:

“Me estáis ocupando todas las mesas, y tengo fuera gente que quiere almorzar…!!”

Vaya tela con la jeta del andoba…!!

Así que le respondí pidiéndole otro café, y Jordi un anís…

…y él nos contestó trayéndonos una cuenta que nadie le había pedido.

Si será hideputa… Y eso que algunos de nosotros –como Laia- estaba almorzando bocata!!
Pero qué quería el muy necio…??

En fin… que por respeto a Druïdes, no voy a decir todo lo que pienso de ese […] pero sí que os digo que mi menda lerenda no vuelve a poner los pies en ese garito.
Así se le hunda encima a ese maleducado…

Con palabras de Sabina… “Que no disfruté… Que no vuelvo más…”



Con la alegría propia del momento… nos fuimos para el campamento, donde descubrimos que el sol no acababa de salir. Y por tanto… las tiendas no se iban a secar…
Así que decidimos ponernos a desmontar –sin prisa, pero sin pausa- pues cuando antes empiezas, antes terminas.
Y un plato de tan mal trago como el de recoger… conviene terminarlo cuanto antes.

Antes, eso sí… Jordi sacó el bizcocho que había preparado Paqui, y del que dimos buena cuenta…!
Qué bueno estaba…!!! Je, je, je…

Y luego ya si… a recoger!

En eso estábamos… cuando llegaron Choppers, Oscar, y Núria…!!
Por fin íbamos a conocer a Núria…!!

Llegaron… abrazotes y arrumacos… y se prometieron que el año que viene no se pierden el sábado.
Y es que “La Cabra”… es mucha “Cabra”… je, je, je…
Y sólo ver las caras de los que han pasado la noche allí, a uno le hace desear haber vivido lo mismo…!



Una vez recogidos todos los bártulos, con las latas y burras cargadas… nos fuimos a despedir de todos los amigos que allí se quedaban, y que saldrían más tarde que nosotros.
Nos despedimos de Anna, Rafa, Núria, Pep, Jordi, Chispas…
De todos los amigos de Druïdes… Esther, Jordi, Àlex, Dani, Lola… etc.

También de Laia…! Que una vez llegara a Caldes, tiraría rumbo para casa. Donde la reclamaban quehaceres familiares…

Y una vez despedidos, montamos de nuevo el grupete de ruta… y salimos a la carreterilla que tanto respeto nos da el domingo por la mañana…

Una carreterilla que hacemos piano, pianito…

…y poco a poco, vamos deshaciendo todas las curvas que nos separan de Caldes de Montbui.

Curvas que amanecían mojadas algunas…

…otras, con barro rojo de ese resbaladizo como su puta madre…

…pero a pesar de todo, las hacíamos con la tristeza de saber que hasta de aquí a un año, no volveremos a pasarlas.
Y eso… eso es lo más triste de todo, companys.

Una vez en Caldes, pusimos rumbo a Castellar. Donde teníamos pensado comer… en el bar de cada año:

“La Cantonada”.

Así que tiramos –como el día anterior- para Sentmenat… para luego –tras comer una nueva ración de curvas- llegar a Castellar.
Y en la misma puerta del garito… aparcar nuestras niñas –latas y burras- con la intención de comer a gusto y prepararse para el último tramo de la ruta…!!

Nada más llegar, otro ser zafio y malvado… (Hermano del del pedo de la noche)…no tuvo mejor ocurrencia que ir al baño a echar cuerda.
A sacar la leña al patio, vaya…
Pero claro, aquél baño no está viviendo su mejor momento que digamos… y le hicieron falta tres cisternas completas para eliminar todas las pruebas del delito... je, je, je…

Pero no las eliminó todas…!! (Quedó el “ambiente”…!)
Y luego al amigo Choppers se le ocurrió ir… y el pobre, un poco más y muere en el intento!
Azul salió el bendito…!!
Sudando, y dando gracias a la vida…
Un poco más, y besa el suelo como hacía Wojtyla…!



Como cada año, comimos mejor que bien…!!
Pedimos bocadillos… pero los acompañamos de bravas –que picaban como si hubiera demonios dentro de las papas-, y alitas que –como siempre- supieron a poco.
Pero bueno, el rato fue una maravilla…
Como era de esperar, el mono-tema… la noche.
Y es que ya he dicho antes que La Cabra Mocha da para “mochas” conversaciones…!! Je, je, je…

Después de comer, liquidamos cuentas con el garito…

…el tipo nos hizo el regalito de cada año… (Éste año, un monedero…)

…y en las mismas motos, antes de arrancar, nos fuimos despidiendo unos de otros… porque ya no pararíamos de nuevo.

Por tanto…

…besos, arrumacos, abrazos, y carantoñas por doquier…!!



De allí, Choppers, Oscar, y Núria… ya se fueron siguiendo su rumbo.

El resto del grupo –conmigo lamentablemente a la cabeza- seguimos las flechitas de mi GPS… que nos metió de lleno en Sabadell.
Y claro, ahí tuve una oportunidad clarísima que no se iba a repetir. Y era menester aprovecharla pasara lo que pasara…!!
Pues como he dicho al principio… mi deuda moral para con el grupo, la ruta… y más tratándose del fin de semana que era…

…no era otra que perderme!!

Por tanto, entrando en Sabadell… y a pesar de llevar GPS, me planteé firmemente la posibilidad de hacerlo.

Y lo conseguí…!!

En el último minuto…

…casi en tiempo de descuento…

…pero lo logré…!!

Andaba yo encarándome para la C58… pensando “ya no lo logro, ya no lo logro”… y me metí por donde no era!! Je, je, je…

Ole, ole, ole…!! Soy un crack!!!

Me metí por donde no era… y luego, para volver al camino correcto, no pude si no dar más vueltas que una rana en una batidora…

Y así, con esa guinda en el pastel… coronaba lo que ha fue –casi- un fin de semana perfecto.



De allí, fuimos a buscar la autopista AP7… y nada más pisarla, tal como habíamos acordado… Juanpoti, Aracely, Mary, y Carmen, pisaron a fondo… y se fueron a terminar su ruta solos.
Siguiendo la autopista, y llegando cada cual a su respectivo destino…

Al llegar a la altura de Molins… Jordi y Txetxu siguieron dirección Barna, mientras el resto fuimos a por la N340.

Y siguiendo esa nacional… fuimos despidiéndonos de compañeros, según éstos llegaban a sus respectivos destinos.

Pitu para El Plà…

Pepe en Vilafranca…

Y ya en la C15, Boots48 siguió recto para pillar la C31 que le llevaría a Cubelles…

…mientras yo me iba a buscar la C32 que me llevaría a Sitges.

Y así, a media tarde… todos y cada uno de los mochuelos ya estábamos en nuestro olivo…!!



Así terminó la mayor de las salidas del calendario AMICUS… que tristemente tardará un año en llegar de nuevo.

Una salida en la que –definitivamente- hemos hallado la fórmula magistral para todos los horarios… y para disfrutar –desde primera hora de la mañana.

Pero a pesar de todo, no ha sido perfecta. Pues hemos echado de menos a tod@s y cada un@ de l@s compañer@s que no han podido asistir.

A ver si hay suerte y para el año que viene hallamos la fórmula magistral que la haga realmente perfecta, y nadie se queda en tierra…!!

Ahora si… Oh, yeah…!!!



NaCluT!!!