diumenge, 15 de febrer del 2009

Almuerzote. GUARDIOLA DE FONT-RUBÍ

Por Jaqueton:


1ª Parte:


El pasado 15 de febrero, había proyectado un almuerzo en un restaurante muy conocido –Cal Pau Xic- de Guardiola de Font-rubí.
Después de Sant Sadurní... una de las mayores concentraciones de cavas de l’Alt Penedès.

Como de costumbre, y tras acicalarme como es debido... salí de casa con la sana intención de despertar a mi compañera incansable de fatigas. Bilú It. Mi pequeña monocilíndrica, con 652 centímetros cúbicos de arrojo, pasión, y entrega...

Al entrar en el parking, me encontré con uno de los vigilantes, Paco. Con quien eché un pitillo... mientras conversábamos en aquella madrugada de domingo.
Una buena forma de estrenar el día, desde dos puntos de vista distintos. Opuestos. Antagónicos... Yo, que me acababa de levantar... y él, que a punto estaba ya de enpiltrarse.
Y hablando de desertar... yo había ido al parking a despertar a Bilú It, no? Pues la desperté.
Arrancó, como siempre, adormilada... Y mientras me ponía el casco, los guantes, etc... fue aumentando el ritmo de sus pistonadas.
Cinco minutos después... con el ritmo óptimo... salí del parking lentamente. Pausadamente... Saboreando cada centímetro que con ella devoraba, acercándome cada vez más a mi destino: LB2.

En cuanto pisé carretera, aceleré el ritmo, me bajé la morrera del casco, y cabalgué seguro sobre el asfalto...

Cuando llegué a LB2, lo primero que hice fue dar de comer a mi pequeña, que necesitaba llenar su estómago de hierro donde descansan mis pelotas cuando la llevo entre las piernas.
Le di de comer, la paré al lado de la burrica de Fredy –que ya estaba allí- y me dispuse a entrar en el local, a echar el cafelote mañanero y calentón...

Como era de esperar, mi amigo acaba de engullirse una estupenda caña de crema, acompañada de un café con leche... y a punto estaba de zamparse su consagrada copa de Magno, disimulada en la taza del cafelote... je, je, je...

El paraguayo camarero que ya me conoce mejor que mi madre, me trajo mi “raro” café descafeinado.... y en aquél punto llegaba Moli. Que como siempre, se iba a empujar pa’ dentro un café largo....

Según las normas, se sale a la hora en punto acordada. Estén o no los participantes de la salida. Pero claro, estando como estábamos todos allí... y sin que nadie nos esperara... Decidimos celebrar una charla amena –o mejor dicho, continuar la que había- y salir hacia Guardiola un poco más tarde...
Que, ciertamente, todo forma parte de la salida: Tanto el recorrido asfáltico, como el almuerzo, como el café mañanero y despertón...

Decidimos pues, un poco más tarde, salir en dirección al pequeño pueblo al límite de l’Alt Penedès con l’Anoia... Y nos ordenamos como de costumbre, con mi menda a la cabeza.

Salimos de LB2... agarramos la N-340, y no la soltamos hasta Vilafranca. Allí, alguien me había dicho que para coger la carretera a Guardiola, había que cruzar el pueblo... y para allí que me tiré.
Me tiré? No... Había obras!! Y me lié... Me lié tanto, que el compañero Fredy asió las riendas de la capitanía rutera, y de forma diestra, que no poco liosa... nos encaró en el rumbo correcto para llegar salvos a nuestro gastronómico destino.

Y llegamos, llegamos.....

Llegar, llegamos... je, je, je.... Pero pronto!! Y es que estos amigos de “Cal Pau”, abren a las 9:00 de la mañana... y nosotros llegamos allí a menos diez o menos cinco. Je, je, je...

Justo aparcamos las motos –sobre la acera- nos dimos cuenta que un abuelete se disponía a abrir las rejas de ballesta de las ventanas... Y cuando le preguntamos amigablemente:

- Que està tancat, mestre...??

En lugar de contestar un hospitalario “no... ara obrim”, nos soltó un seco:

- Sí. Ho està.



2ª Parte:



Así que nos echamos un pitillín en las puertas de aquél templo de lo bueno y casero... mientras aquella gente abrían rejas ventaneras, y preparaban el garito para una nueva jornada culinaria, gastronómica y tripera.... je, je, je...
Y es que ciertamente, llegamos justo cuando se disponían a abrir. Y por experiencia, sé que no hay nada que joda más que ir a abrir el boliche... y ya tengas clientes esperando en la puerta...

Ahora que para otra vez, ya lo sabemos:

Saldremos tempranito de LB2, nos echaremos una ruta chula, divertida y curvera por el interior.... y a las nueve y algo llegaremos hambrientos al refectorio.
Que por lo que pudimos comprobar... es un sitio estupendo donde aliviar el estómago, y hacer la digestión en una sana y entrañable sobremesa.

Pero en fin, eso ya será otra historia.....

Cuando por fin “creímos” que el local estaba perfectamente abierto al público... dimos la vuelta a la esquina buscando la puerta de entrada, y allí todavía había una chica abriendo la persiana de ballesta de la misma...!!
Y no es que le hiciera mucha gracia que pasáramos... porque le dijimos:

- Hem arribat massa aviat, oi?

Y la tipa nos soltó:

- Doncs si. Massa.

Jué....!!

Hicimos caso omiso de la rebordinga, nos colamos al interior de aquél garito que parece sacado de otra época... y nos dispusimos a buscar, a elegir... cual de aquellas mesas íbamos a ocupar...

Elegimos una pegada al ventanal, desde donde podíamos ver las burricas; pues subidas como estaban a la acera... no hacía mucha gracia...

No tardó ni cinco minutos en venir a atendernos una señora que nos “cantó” lo que podíamos papear:

- Tenim popets en salsa, callos, peus...

Fredy, muy tradicionalista él, pidió unos huevos fritos, con panceta y algún tomatico frito... Moli lo mismo, pero sin tomate... y este que os habla, unos callos...! Aunque le pedí a la buena mujer que me añadiera unos garbanzos al platico... je, je, je.... Que es que uno tiene un vicio que....

Para beber, vino de la tierra –buena tierra de vinos- con gaseosa –que hay que conducir. Y el amigo Moli, una “sin” de esas que saben a “con”...

Un muchacho simpaticorro nos puso mantel, servilletas y copas... nos trajeron la bebida, y mientras conversábamos de los más dispares temas, llegó el papeo.
El estupendo papeo que, uno tras uno, nos fue callando a todos por turnos...
Qué maravilla de yantar se gastan en Cal Pau....!

Para entonces, llegó allí un par o tres de autocares de esos que llevan como mucho, media docena de dientes... y unas tres o cuatro decenas de gafas...
Sí, sí.... de esos de abueletes que salen el domingo de excursión, y se ponen hasta el culo.... y luego se pasan la semana malos en casa...

Cuando dimos por terminada la nutrición mañanero-dominical... nos ofrecieron postres. Y aunque un músico nos habría caído de puta madre, decidimos ir directamente a los cafés.

Y nos tomaron nota de ellos, al tiempo que nos dejaban en la mesa un estupendo platico de deliciosos carquinyolis....!! Qué ricos!!! Qué buenos...!!! Mmmm......!!!
Si es que soy un goloso de tomo y lomo....!! Je, je, je....

Y nada... cafelotes.... conversación.... Para entonces el local estaba ya bastante llenos de gente dispar, aunque unida toda ella bajo una misma intención... zampar felizmente...!!!

Vimos por la ventana que un par de perros –en catalán gossos- paseaban de uniforme por la acera... Temimos que multaran nuestras burricas, pero al ver que pasaban de largo entendimos que si las habían de multar, ya lo habrían hecho. Así pues, como era inútil preocuparse por algo que era ya irremediable... decidimos repetir cafés –yo me tomé una copita de menta piperita, que a los hombres excita-, y disfrutar los últimos minutos de estar allí.
Pues mi menda lerenda debía estar en casa a las 12:00... y ya pasaban de las 11:00....

Pero... recordáis la teoría de los hermanos gemelos de Albert Einstein?

Pues algo similar nos sucedió a nosotros. Solo que en esta ocasión éramos nosotros los que íbamos en la nave a la velocidad de la luz... y claro, cuando nos quisimos dar cuenta, estaba a punto de llegar la hora del ángelus...!
Límite horario que me había puesto ese día mi mujer –que nunca lo hace-, pues esa tarde teníamos... digamos.... obligaciones sociales y familiares....

Así que recogimos todo, salimos zumbando a pagar a la barra –una barra, para mí que soy del oficio, preciosa de verdad-, y pagando.... pudimos ver pasar ante la puerta a los perros de hacía un rato.... y pudimos también comprobar, que el camarero les tenía poco más o menos el mismo asco y antipatía que nosotros...
Un diez para el muchacho...!!

Nos cobraron más que bien de precio... y salimos de allí para enfilar lo antes posible la carretera.
Eran las doce menos cinco, y como presumiblemente en cinco minutos no iba a llegara a La Blanca Subur... resolví llamar a Eolia, comunicarle mi retraso, y enfilar el camino de regreso sin nervios y sin prisas....
Que si los primeros son malos, las segundas son terribles consejeras... y fatales compañeras de viaje....

Bajamos los tres, juntos, hasta Vilafranca; donde fuimos prestos a buscar la N-340... para luego separarnos en el desvío a la C-15, donde yo me separaría de mis compañeros.
Pues debía bajar hasta Sitges.

Moli regresaba a Santa Oliva, y Fredy -en esta ocasión- se acercaba a El Vendrell....

Así pues, en ese desvío, tras las pitadas y levantamientos de mano... y despedidas moteras varias... di por terminada mi ruta conjunta, e inicié mi regreso al lado de mí querida y adorada Eolia... que me esperaba en casita para comer....

Una salida genial.
Donde lo más importante fue el papeo y el bienestar del local elegido...

Una salida que –de repetirse algún día, y como he dicho más arriba- se volverá a hacer, pero con una simpaticorra ruta previa al almuerzo....

Una salida, como casi todas, para repetirla cualquier fin de semana.... je, je, je....


NaClu2!!!