Por Jaqueton:
Dieciocho de julio de dos mil nueve. Setenta y tres años justos, después del mal llamado “alzamiento nacional”.
En mil novecientos treinta y seis, hubo un golpe de estado en el que los golpistas se auto llamaron “nacionales” cuando en realidad eran traidores, asesinos e hijos de puta, que se levantaron, sí… pero solo ellos.
El pueblo había ratificado en las urnas en varias ocasiones la República. La segunda República española…
Me jodió salir de ruta y a pasarlo bien en el aniversario de “nuestro día de la infamia”… pero bueno, a los currelas no nos queda otra opción que aprovechar todos los día que podamos…
Ya llegará una tercera, que celebraremos cada día… Y mientras, no nos olvidemos nunca de señalar a los cachorros de aquellos perros del ayer, y de acusar en sus barbas a los fachistoides de turno….
Bueno, me voy a lo que iba… que sino corro el peligro de perderme por los cerros de Úbeda. Y ésta crónica debe versar sobre algo mucho más agradable que recordar aquellos hechos…
El tercer sábado del mes de julio de dos mil nueve, teníamos salidilla simpática donde las haya: Nos íbamos a por pastissets…!!!
De nuevo, pues, a Benifallet!! Donde hacen los mejores del mundo!!
Y si alguien lo duda, que se venga, que se venga un día… Que aquí siempre estamos dispuestos a “excursionarnos” hasta allí… je, je, je….
Aquella mañana, recuperamos un antiguo punto de encuentro… del que solo podemos disfrutar en verano, y en los días de bonanza de primavera y otoño. Y es que no se puede fumar dentro… y si hay que echar el cigarro en la calle y con frío… pues como que no.
Nada más llegar, llené el depósito en la gasolinera que hay justo al lado –al otro lado de la calle-, y acto seguido… aparqué mi burrica en frente de un ventanuco que tienen allí para atender desde la barra a los que nos quedamos en la calle a fumar, y no nos apetece sentarnos en la terracita atemporal que allí tienen montada.
Allí llegó algo más tarde el compañero Fredy… para cafetear antes de partir para tierras del Ebro…
…y tras tomar nuestra dosis cafetera –y de que Fredy llenara su depósito-, arrancamos para nuestro destino.
La ruta a tomar, fue nuestra querida N-340. Que seguimos hasta Tarragona, donde el compañero Fredy se colocó como Capitán de Ruta… en el transcurso del tramo de autopista gratuita que nos tenía que dejar en Reus. Donde volví a recuperar la plaza de Capitán…
Falset, Mora… y llegando a Miravet, paré para comentarle a Fredy si le apetecía almorzar en La Font Calda, pero decidimos dejarlo para otra ocasión excursionera… y después de echar el pitillo proseguimos camino.
Como ya es costumbre en mí, me “equivoqué” y en vez de tirar para Rasquera y luego Benifallet… lo que hice fue meterme en Miravet…!
Pero bueno, por no dar marcha atrás, decidí tirar para El Pinell de Brai… dar un rodeo –durante el cual descubrimos una hermosísima y estupenda carretera tan curvera y tranquila como divertida-, y salimos en dirección a Benifallet.
Una vez en el pueblo, buscamos donde almorzar debidamente… y lo hicimos en el Casal. Donde una simpática y “bastante” madura camarera venida del este de Europa, nos obsequió con sendos platos que hicieron nuestras delicias estomacales y triperas….
Bueno, se equivocó, y lo en principio tenían que ser: dos huevos, una botifarra, y unas patatas fritas… se convirtió en un huevo, dos pedazos generosísimos de botifarra –que por allí la llaman llonganiça-, y unas papas.
Pero Fredy y mi menda lerenda rendimos cuentas como es debido… je, je, je… A nosotros con platos gordos! Bah! Je, je…
Tras cafetear, acudimos a “La Campana”, donde venden esos pastissets que hacen la delicia de quien los prueba… y que allí venden a un precio más que estupendo…
Y es más, nos regalaron una bolsa de almendrados…. Y al bueno de Fredy, que andaba sin tabaco, el dependiente le vendió un paquete de esos que su padre compra en paquetes de siete cartones…!
Y es que tuvimos la desgracia de dar con un pueblo en el que ninguno de los bares vendía tabaco… y para más inri, los dos estancos que hay, estaban cerrados… pues andaban de boda.
De regreso a las motos, y tras cargar las alforjas con nuestros dulces y golosos tesoros, acudimos al otro bar… donde con la excusa de echar otro cafelote… pudimos vaciar nuestras vejigas y emprender tranquila y apaciblemente nuestro viaje de regreso a nuestras Garraferas tierras.
Llené de nuevo el depósito… y cuando nos acercábamos a El Vendrell, decidimos parar al lado –en Coma-ruga-, donde echamos unas cervezuelas… y nos batimos mutuamente al billar.
Costumbre que tenemos Fredy y yo cuando paramos a abrevar por allí… Concretamente, a La Abadía de la Cerveza.
La verdad es que íbamos muy bien de tiempo… y pudimos descansar como se merece un motero tras una ruta tan chula como la que nos pegamos. Para luego acudir cada cual a su keo a descansar… y preparar la salida del día siguiente….
Que al día siguiente volvíamos a salir!!
Que pudimos cuadrar dos salidas para un mismo finde!!
Pero ésa, ya es otra historia…. Je, je, je…
NaClu2!!!!
dissabte, 18 de juliol del 2009
Subscriure's a:
Comentaris del missatge (Atom)
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada