Por Jaqueton:
Veinte de febrero de dos mil diez. A puntito de partir hacia una de las concentraciones más emblemáticas de cuantas podemos ir en invierno por estas tierras... Podéis adivinar, qué entusiasta y energético despertar tuve...
Este año, he tenido la suerte de poder compartirla con los amigos del Moto Grup Els Mussols.
La suerte, el placer, y el inmenso orgullo...!
La salida se preparaba para las diez de la mañana, desde su local.
Yo, que el domingo veintiuno tenía que estar a una hora muy concreta en Sitges -como contaré en mi siguiente crónica-, y previéndose lluvia para esa mañana... decidí acudir en lata.
Y la verdad, me arrepentí largamente de mi decisión... Sobre todo, porque no llovió...!
Pero en fin, a lo hecho, pecho...
Como decía, a las diez se planteó la salida desde el local d'Els Mussols. Y mi menda lerenda, a las ocho, ya estaba montado en la lata camino de Martorell.
Aunque, precisamente por el tiempo, que jugaba a mi favor... decidí ir por Gelida, y descubrir nuevas rutas... je, je, je...
Craso error! Pues al entrar en Martorell por un sitio distinto al de costumbre, entré totalmente desorientado; y hasta que no le pregunté a un "monillo" motero y simpaticorro... no pude encarar claramente mi proa hacia Ca N'Oliveres.
Llegué, como es natural, el primero. Y tras echar un pitillín oteando el lugar... llegó el inefable Dj10 con Nanoo. A quien dejó allí para que abriera el local... y partió en busca de Locorco.
En un periquete, allí empezaron a llegar todos: Cesc, Dely, Jaume, Pili, Jose Luis, Tere, Jasi, Mary, Jefe Indio, Quixot, Sancho, Dulcinea, Little... Vamos, todos los que estábamos apuntados.
Todos? No...! Pues una parejita –Josep Mª y Argent47- llamó para indicar que habían tenido problemas con el canguro de los perros, y se verían obligados a salir más tarde y por su cuenta.
Con lo cual, a las diez en punto, después de cafetear como es debido... De tomar galletas y pastas... y de petar bien a gusto la charlita, partimos raudos hacia nuestro destino.
Salimos de Martorell, y encaramos la A2 que nos llevaría más que a buen ritmo, hacia el primer punto -que no parada- en nuestra ruta. Santa Coloma de Queralt.
A partir de allí, la carretera se convirtió en más lenta... pero más sinuosa y divertida.
Y al poco... la primera parada cafetera, meadera, y sobretodo pitillera...! Pues más de cuatro nos quedamos fuera del bareto, disfrutando del solete que calentaba...
La verdad es que yendo en lata, me costó mantener el ritmo que llevaban con las motos. Y no porque corrieran mucho... pero indiscutiblemente, no es lo mismo andar en lata que en burra, y en esos momentos, por esas reviradas carreteras, es donde más se nota tal diferencia.
Pero bueno, se fue haciendo... y poco a poco, cada vez estábamos más cerca de Ulldemolins.
Aunque nuestro verdadero e inmediato destino era Cornudella de Montsant. Donde los amigos d'Els Mussols, habían alquilado la casa y los apartamentos que disfrutaríamos en breve...
Antes, eso sí, faltaba una nueva parada en la ruta. Ésta vez, para llenar depósitos en la gasolinera... y uno de los ratos más divertidos de la salida.
Pues los amigos d'Els Mussols, ni cortos ni perezosos, se pusieron a bailar en la misma gasolinera!! Demostrando así, el buen rollo y mejor humor que llevan siempre con ellos, allí donde van... je, je, je... Si es que son únicos...! Je, je, je...
De allí, salimos a la marchita tranquila -y ya sin pausa- que nos llevaría hasta Cornudella...
Bueno... Ejem... Mi menda llegó al cruce que bifurca el camino, y donde uno debe decidir si tirar para Cornudella, o hacia Ulldemolins... Y menos mal que Quixot paró en el cruce de marras, porque si no, éste que os habla, hubiera tirado para Cornudella...
Cuando el grueso del pelotón había tirado para Ulldemolins...!
Y es que el Capitán de Ruta, se "despistó"... y justo llegaba yo a Ulldemolins, cuando descubrí que la tropa daba media vuelta, para volver por donde habíamos venido y dirigirnos -ésta vez sí- a Cornudella.
A tomar posesión de la casa, de los apartamentos, y comer...! Que ya empezaba a haber hambre en el ambiente...
Sinceramente, he de decir que la casa es una maravilla...! Una verdadera gozada para alquilar en colla, y disfrutar de la sana compañía...
Los apartamentos, preciosos... Y más el mío! Que me tocó un ático con terracita. Perfecto picadero para un soltero... Si se hubiera dado el caso, claro... Pues mi menda lerenda está felizmente casado, y muy orgulloso de ello.
Pero vamos, que el "picadero" había que verlo, eh? Una preciosidad...!
Al poco de llegar, descubrimos que Sancho -Alba- ya había llegado... y aunque Quixot tuvo serios problemas para descifrar el mensaje en clave que ella le dio por teléfono, no tardamos en deducir que ya habían estado allí, que las llaves de la casa estaban dentro, y que ella y sus acompañantes se encontraban en Porrera echando el vemouthillo... je, je, je...
No tardaron en llegar los amigos que vinieron por su cuenta -por Tarragona, y con todo el viento del mundo-, pues el canguro de los perros les había dejado colgados.
En fin, que pasito a pasito... fuimos tomando posesión de los inmuebles... recibiendo a los que llegaron después de nosotros... reorganizamos los vehículos -aunque el mío lo dejé en el carga y descarga de la plaza. Y nos dispusimos, por fin, a preparar la pitanza!!
Que ya era hora...! Je, je, je... Pues las panzas empezaban a rugir cual león de la metro...!
Y en ese punto, nos dividimos. Una parte de la colla atacó el restaurante donde les tenían preparada la comida, pues cogieron la pensión completa...
Y el resto, acudimos a la casa donde -con un poco de cada cual- preparamos una estupenda comida... Macarrones -riquísimos-, ensalada... genial conversa amena y distendida... Y la Dj's family, la Quixot's family, Jaume, Pili, y éste que os habla, comimos como verdaderos reyes...!
Terminando la comida, devoramos exquisitas mandarinas, y esperamos a que llegaran el resto de la colla -los del restaurante- para cafetear juntos... y poder -sorpresivamente- atacar la coca que había traído Alba -creo- para celebrar el cumpleaños de Quixot!! Que ese 20 de febrero cumplía 44 años...!! Je, je, je... Felicitats company!!!
Así pues, tras deglutir la estupenda coca nevada de almendras... echamos los cafelotes, y atacamos la primera de las botellas de Ruavieja... Mmm...!! Qué rico, rico...!! Je, je, je...
Y a partir de ahí, cada cual fue buscando su rinconcito para descansar. Su quehacer después del café...
Unos, salieron a pasear... otros, se fueron de excursión hasta Siurana. Unos cuantos, de decantaron por "planchar la oreja" un buen rato...
Aunque los más, decidieron celebrar luenga tertulia "sobremesera".
Y otros… asimos la baraja, y echamos un póquer.
A media tarde, algunos salimos a dar una vuelta -corta, pues el pueblo no daba para mucho más- y de paso criticamos... ejem... quiero decir... "comentamos" las curiosas formas de las fachadas de la mayoría de las casas, donde, una de dos... o en tiempos hubo un terremoto que removió todos los cimientos, o el pueblo entero fue construido por una cuadrilla de albañiles beodos. Y es que es pa' verlo...!
Ni una sola estaba hecha a plomo...! La verticalidad, es un concepto extraño viendo aquellas fachadas, entradas y dinteles...
De regreso de la vuelta, coincidimos con la llegada de los excursionistas... y decidimos montar una segunda "timba" mientras los dormilones despertaban... otros merendaban... y la mayoría disfrutábamos de aquella estupenda casa, y la confortable hospitalidad de sus inquilinos.
Al anochecer, emprendimos -por fin- la marcha hacia la concentración.
Iba a coger el coche, pero como Cesc iba solo en la moto, decidimos que podía ir sobre dos ruedas... Así que agarré le casco, el wind stopper y los guantes, y me dispuse a montar en la estupenda BMW de Cesc.
Y la verdad -y ahora que no me oye nadie- he de confesar que no soporto ir de paquete...
Lo intento... lo he probado muchas veces... pero independientemente de la destreza del piloto -que doy fe que Cesc es un dios de las dos ruedas- me pongo muy tenso... y el placer de salir en moto se me convierte para mí en un suplicio.
Una verdadera tortura...
Llegamos a Ulldemolins, aparcamos las motos, y como allí sí tenía cobertura... me pasé un buen rato devolviendo llamadas, recibiendo mensajes, y mandando los míos.
Luego, tras la "puesta al día" del móvil, nos dispusimos a echar un vistazo a las tiendas... a saludar a los amigos que allí estaban disfrutando de tan especial concentración...
Allí estaban Druïdas, HDC Girls, Reapers Soul... Infinidad de grupos, de collas, de amigos y conocidos, que hasta allí habían acudido para compartir la que -como dije antes- es una de las concentras de invierno más emblemáticas...
Cuando decidimos atacar la cena -bocadillera-, descubrimos que los bocatas eran... estupendísimos!! Una pasada...!!
Grandes, generosos, sabrosos y suculentos...! De verdad -y más si tenemos en cuenta la hora que era-, de los mejores bocatas de concentra que he comido en mi vida...
Y eso, sin contar que la morcilla de Burgos estaba que tiraba de buena!! Je, je, je...
Y poco a poco, llegó el momento más esperado de la noche: Els tombs i llums.
Momento en que -una vez más- volverían a destripar la moto con el embudo de escape -los que lo hayan vivido sabrán de lo que hablo-, y en que la magia se uniría a las luces. Las luces a la música... La música y las estrellas, a nuestras almas... Y todos juntos, viviríamos uno de los momentos más mágicos, tristes, vibrantes, y a la vez emocionantes, que puede vivir un motero...
Allí, bajo un manto de estrellas gigantesco y centelleante, vimos discurrir poco a poco por la montaña, las luces multicolores de decenas de motos que bajaban lentamente...
En el campamento, todas las luces estaban apagadas.
Sólo iluminados por la inmensa hoguera... por las brasas de alguno que se estaba asando la cena... y por las azuladas llamas de un Ron Cremat que preparaban los amigos de la Penya Pàddock. Anfitriones y organizadores del estupendo evento.
Allí, bajo el cielo estrellado a reventar... vimos bajar el arcoíris rodado... sentimos la música cimbrear en nuestras entrañas... y a nuestras almas, estremecerse por todas aquellas que marcharon segadas por el peor de los momentos...
De verdad, para quien no haya estado nunca en un acto así, merece la pena vivirlo.
Sentirlo...
Una vez pasó el momento, tras las destripadas moteras de las motos que iban llegando de la montaña... y las de la "burra embudera" que había allí plantada, atacamos el Ron Cremat que engullimos en pocos segundos.
Tan rico, caliente, dulce y apetecible estaba...!! Je, je, je...
Llegado ese punto, decidimos partir de nuevo para la casa.
Ciertamente, no hacía un frío terrible -y menos comparando con el del año pasado- pero la humedad era enorme... y todos teníamos los pies más que helados.
Así que decidí volver a Cornudella -esta vez- montado en coche en vez de moto...
Y es que entre los pies helados, húmedos... y el poco disfrute de ir de paquete, pensé que lo mejor era volver en el coche de Alba.
Desde aquí, mucha gracias a ella por el estupendo trayecto... Y por supuesto a Cesc, por llevarme sin quejarse del "paquete" que soy yendo de paquete... De verdad, que es un fenómeno sobre las dos ruedas... pero es que yo, no puedo...
El viaje hacia Cornudella en coche, lo hicimos escuchando -y canturreando- al inconmensurable Serrat.
Sonaba su disco dedicado a Machado... Y ciertamente, lamenté terriblemente que distaran apenas diez kilómetros entre los dos pueblos...!
Tras la llegada a la casa, allí empezó a salir comida... pastas... bocatas... Bebercio! Cava, cerveza... y... Ruavieja!! Je, je, je...
Cepillada prácticamente la primera botella, decidimos atacar a la segunda.
La gente se fue yendo a dormir conforme sentían cansado su cuerpo. Satisfechos, decidían empiltrarse. Meterse en el sobre...
Allí quedamos finalmente, Dj10, Little, Jordi y yo mismo.
Y aunque en un principio éramos Rafa y yo quienes hacíamos desaparecer el licor de yerba... no tardaron a unirse a nosotros Little, y posteriormente Jordi... Y juntos, los cuatro, echamos la mejor y más divertida partida de dómino que conociera la historia...!
Qué noche compañeros!! Risas, chistes, chanzas, Ruavieja... Bromas, cachondeo, regocijo, más Ruavieja... je, je, je... Y así, hasta que la botella quedó más vacía que un traje de neopreno!!
Qué noche!! Qué pasada!! Qué pelotazo...!! Ja, ja, ja...
Allí no más, nos despedimos entre sentidos abrazos... Jordi y Rafa, partieron hacia sus respectivas piltras... Y Little y éste que os habla, hacia los apartamentos.
La verdad es que me supo muy mal despedirme de todos, pensando que al día siguiente no les vería...
Pero es que -como dije antes- tenía que estar en Sitges a una hora muy concreta, y como muy tarde, tenía que salir a las 7:30 de Cornudella.
Así que tras despedirme de Little hasta la próxima ocasión en que coincidamos, me dirigí a mi "picadero de soltero". Pasé por el trono, a echar un topo... puse el despertador... me mentalicé... y me dormí plácidamente entre efluvios de Ruavieja, y una alegría inmensa ronroneándome en el estómago...
NaClu2!!!
dissabte, 20 de febrer del 2010
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