dissabte, 17 de maig del 2014

5è. MotorFest. TORELLÓ.

Por Jaqueton:

La salida del pasado diecisiete de julio, fue una de aquellas salidas pseudo-planeadas… que luego, con la evolución de la jornada -y el punto de improvisación que hay en cualquier salida rutera- se convierten en esas salidas irrepetibles… en las que precisamente por ir decidiendo a cada momento donde dirigiríamos nuestras proas, iba a ser imposible realizarla nuevamente, disfrutando del mismo nivel de inocencia… o –mejor dicho- la misma sencillez.

Y por ende, una de las salidas en las que más se echó de menos a los companys que no pudieron venir…



Como recordaréis… la idea de la salida surge en el momento que el amigo Choppers comenta en el foro –visualizando el cartel del MotorFest en el apartado de “eventos recomendados”- que le encantaría asistir.
Acto seguido, los morros empiezan a calentarse… y la propuesta tarda bien poquito en realizarse –en firme- en el apartado de “propuestas”…!!

Ya teníamos la salida encarrilada…!! Je, je, je…

Salida en la que nos “desvirgaríamos” por esa zona, pues nunca antes habíamos subido por allí…
Salida que realizaríamos en sábado, para vivir así los mejores momentos de esa concentra de dos días…
Y salida que –a priori- trataríamos como bocadillera… con el fin de abaratarla y compensar el buen kilometraje que le íbamos a meter…

Total. Que sin comerlo ni beberlo…

…simplemente anunciando un “flyer” en el foro…

…nos encontrábamos organizando una de las salidas más largas –si no la que más- de lo que va de año…!!

Pero lamentablemente, también fue una de las menos concurridas…

El amigo Juan Poti –a quien felicitamos nuevamente desde éstas líneas- celebraría su cumpleaños… amén de la romería que cada año disfruta en esas fechas.
Con lo cual -a pesar de prepararnos la rutica- no pudo asistir…

Así como muchos otros compañeros, que tampoco pudieron apuntarse… y a los que se echó muchísimo de menos…

Pero si echamos especialmente a alguien de menos… fue a los compañeros que –a pesar de haberse apuntado- tristemente se cayeron de la lista justo la tarde del día anterior…!!
Fueron dos… pues tanto Tito, com Choppers… el viernes nos comunicaban que no iban a poder acudir.
El primero, por asuntos laborales de última hora…
…el segundo, por un trancazo que le pilló a traición… y le iba a imposibilitar completamente, subirse a la burra.

Desde aquí, un abrazo terrible para ellos –y para todos los que no pudieron venir…!! A ver si para la próxima podemos juntarnos todos…!!
Pues al MotorFest… seguro que volveremos , pero lo que es por aquella zona… fijo que montaremos más de cuatro rutillas ruteras-ruteras…!! Je, je, je…



Pero vamos a dejarnos de darle vueltas al asunto y marear la perdiz…
…y vamos a ver si arrancamos con el relato de ésta salidica…!!

Que ya llevo más de una página intentando arrancar la crónica… y ya toca “meterse en harina” para compartir la vivencias de ese día tan especial…!!



Como he adelantado… la tarde anterior, dos de los compañeros de la lista se cayeron de la misma. Y da la casualidad que al tener nuestro Capi de romería… mi menda lerenda iba a capitanear el grupo hasta Igualada. Para que una vez allí… fuera Choppers quien lo capitaneara hasta Torelló.
Pero al no venir Choppers… éste que os habla se quedó como Capitán! Y claro, teniendo –como tengo- el mismo sentido de la orientación que una cabra en un desguace… las posibilidades de llegar a Torelló se vieron reducidas en la misma medida que aumentaron, las posibilidades de terminar en Finisterra…!!
Pero bueno… eso es algo con lo que ya cuentan los compañeros cada vez que me pongo delante… y –a qué negarlo- es una atracción más de la salida… je, je, je…



La mañana en cuestión, mi dulce montura descansó en la planta superior del parking… pues la tarde anterior me dediqué a darle un repasillo para llevarla limpita… y ya la dejé allí.
Y además, como unos días antes le había llenado el depósito… no tuve que detenerme en Sant Pere de Ribes a boicotear con mi acto -como de costumbre- a los hidealgo de Petrocat. (Parafraseando a Pérez-Reverte: “que son hidealgo, sin duda. Pero con dudas… hidalgos”)
Con lo cual… salir de casa con mi adorada Eolia, dejar los bártulos en la nevera de nuestra pequeña, y ponernos en marcha saliendo por la rampa del parking… fue todo uno…!!

Salimos, pusimos proa a Vilafranca…
…y antes de que nos diéramos cuenta, ya estábamos aparcando en la misma puerta –como siempre- dispuestos a cafetear mientras llegaban el resto de los corredores.

Los siguientes en llegar, Guille e Irene…!! Que lo hicieron a lomos de su espectacular XVS1100…
…montura que de lejos, ya nos avisa de su llegada…

Luego, fue Juan Ninja quien –montado en su preciosa Ninja- cruzaba la rambla de la Girada para echarse el cafetín con todos.

Y finalmente… Pitu!!
Que montando la briosa Pitufina… llegaba bajando la rambla, casi veinte minutos antes de la hora de salida…!! Je, je, je…
Detalle que no sólo le honra… si no que levanto –no pocas- chanzas y sornas…
…y hasta un vídeo que se grabó para inmortalizar el momento…!!

Quizá… uno de los momentos del día, en que nuestro Secretario demostró poseer no solo temple, sino que además hizo gala de poseer también muy buen humor… je, je, je…
Gracias, company…!!



Allí cafeteamos todos juntos, disfrutando del momento más emocionante de cualquier salida…!
Y tras comentar la jugada, y decidir que –faltando Choppers- no entraríamos en Igualada…
…nos dispusimos a montar el grupete de ruta que –en ésta ocasión- montaría mi menda lerenda… ciñéndome a las bases de nuestro Decálogo Vial.

Así pues:

Guillermina, Eolia, y un servidor… rutearían al frente, guiando al grupo a través de los mares de asfalto que íbamos a afrontar en breve.

Guille, Irene, y su descomunal rocín… irían en segundo lugar.

En tercera posición… nuestro Juan Ninja, y su belleza negra…!

Y finalmente, cerrando el grupo, protegiendo las espaldas, y ocupando su acostumbrada posición de “Moto Escoba”…
…el bueno de Pitu, cabalgando a lomos de la brava Pitufina…!

Pedro salió a despedirnos… y tras pegar un simbólico pistoletazo de salida, arrancamos con la que será –seguro- una de las rutas más largas de éste año…

Ya estábamos en marcha!!!



Salimos de Vilafranca, y tras pasar escuetamente por nuestra querida y vieja amiga N340… fuimos a buscar la C15, dispuestos a realizar una de las rutillas que más veces hemos hecho.
Sólo que ésta vez –como dije al principio de éstas líneas- no íbamos a entrar en Igualada…

Con lo cual, recorrimos la rutilla Vilafranca – Igualada a muy buen ritmo.
Sin prisas…
Sin pausas…
Pero con muchísimo gusto…!!

Pasamos fresquete –como de costumbre- al pasar la zona de La Pobla de Claramunt…

…y en cuanto vimos el acostumbrado saliente al polígono de Òdena, seguimos rectos –cual chuzos- en busca de la siguiente carreterilla a seguir.

Carretera que no hizo falta buscar… pues la misma C15 se torna automáticamente en C37, al tiempo que uno descubre un firme mucho menos cuidado que el primero… y un trazado –en según qué puntos- algo más divertido.

Ciertamente… la ruta iba a ser bastante ligerita. Y a pesar que el amigo Juan –a veces- se rezagaba un poco… se rodó estupendamente en todo momento, sin más preocupación que los “baches” –por llamarlos de algún modo- que nos regalaba la C37 de las narices… je, je, je…



Cuando llegamos a la altura de Manresa… -segundo punto de cruce, en el GPS de mi cabolo- volvimos a disfrutar de la cualidad camaleónica de las carreteras elegidas ese día…! Gracias a la cual, no hacía falta buscar la siguiente… si no –simplemente- esperar a que la vía cambiara de nombre.

Así que sin llegar a entrar en Manresa…

…y sin buscar la siguiente carretera…

…la C37 se convirtió –de repente- en la C25…!!

Vía que seguiríamos –de nuevo- a muy buen ritmo… yendo a buscar el siguiente “punto de cruce”:

Vic.

Donde teníamos que pillar la archiconocida C17… que nos llevaría –definitivamente- hasta nuestro destino final.



Lamentablemente, mi menda lerenda “se coló” de lejos. Pues al ver el cartel de la salida a Sant Pedor… creí que estaría ahí mismo. Y decidí salir para echar un cafetín, estirar las piernas, y relajar un poco la tensión…
Ya que las vías de ese día no eran –para nada- de nuestro estilo.
Pues lejos de ser carreterillas sinuosas y tranquilas… estaban más cerca de ser autovías.

La verdad, personalmente… no me gustan. Pero es justo reconocer que para llegar a según qué destinos a una hora prudente… no hay otra que echar mano de ese tipo de vías “rápidas”, donde tan poco disfrute tiene cabalgar sobre dos ruedas customeras…

Y os estaréis preguntando el por qué del “lamentablemente” que encabeza éste párrafo, no…?
Pues hacéis bien. Porque no veas cómo me enrollo!!
Si es que todavía no hemos llegado ni a Vic… y ya llevo casi cuatro páginas…! Je, je, je…

Pues nada… que vi el cartel de salida a Sant Pedor, y me salí con la idea de parar frente a cualquiera de los bares de carretera que –seguro- me iba a encontrar…

Pues una “caquita” pa’ mí…!! (Es que si digo “mierda”, igual me lo censuran…)

Salí… y me di de bruces con más de dos kilómetros de carretera secundaria, que me iban a llevar hasta un polígono.
Y una vez allí… ni bar, ni restaurante, ni nada parecido…!
Así que resolví detenernos al lado de una rotonda, donde tras charlar cinco minutejos, y relajar los glúteos…

…decidimos regresar por donde habíamos venido, meternos de nuevo en la C25…

…y no detenernos hasta llegar al MotorFest…!!



La C25, indudablemente era mucho más “cómoda” que la C37. Pero también… inevitablemente más rápida.
Así que antes que nos diéramos cuenta… ya estábamos a la altura de Vic, donde –por primera vez desde que pillamos la C15- tuvimos que estar alerta de los cartelicos… para pillar la C17, y no seguir por la C25 hasta más allá de Santa Coloma de Farners… je, je, je…

A partir de ahí, nos metíamos en una de esas vía conocidas por ser peligrosas… ya que la gente de la zona las conoce muy bien, y le meten “caña” que te cagas…
Y luego, uno se mete en ellas… y por mucho que le retuerza la oreja a la burra, siempre hay quien le adelanta peinándole –literalmente- las patillas.
Y claro… uno circula por una vía desconocida, donde las curvas –a pesar de ser abiertas, y la ruta rápida- tienen una salida incierta, y no se puede ir “a lo loco”.
Con lo cual… resolvimos rodar de un modo más “conservador”…

Y menos mal…!!

Porque a puntito estábamos de llegar a Torelló… (Yo por lo menos ya hacía rato que me debatía en decidir si entrar por el “norte” o el “sur”) …cuando, ocupado en mirar los carteles, intentando elegir el carril “correcto”…

…tardé más de la cuenta en decidirme por uno…

…y cuando devolví la vista a la carretera, descubrí que ésta había decidido –por su cuenta- marcarse una curva a diestras… mientras mi niña, mi adorada Eolia, y mi menda lerenda… seguíamos recto…!!

Y claro… no me tocó otra que pegar frenazo, girar, y meter gas…

…al tiempo que apretaba los dientes y me tiraba un pedete para compensar la fuerza centrífuga…! Je, je, je…



Afortunadamente, al poco –poquísimo- descubrimos que ya nos estábamos metiendo en Torelló.
Así que –recordando que mi media naranjuela nos avisó que el evento se celebraba en la “zona deportiva”- le pedí que me fuera indicando, para no tener que dividir nuevamente mi atención.
Ya que mi pobre neurona –sólo tengo una- ya empezaba a ponerse pesada… pidiendo –a falta de tabaco- un carajillo, un cubata, o un “algo” para relajarse.

Si será golfa la jodida…!!

Menos mal que no tardamos más de unos pocos minutos en descubrir la ubicación del evento…

…y tras seguir las indicaciones de los compañeros –que en la puerta del recinto- nos preguntaron si íbamos a acampar…

…dimos con el lugar correcto donde detener la burras –de culo a la valla-, nos bajamos de ellas…

…y nos felicitamos por la ruta felizmente terminada…!!!

Habíamos llegado!!!

Y –lo que es más importante- no me había perdido…!!!

Ole, ole… y ole…!!

Y al que no diga ole… que se le seque la hierbabuena!! Je, je, je…



Aparcamos las burricas… y simplemente dejamos las motos y los cascos. Pues lo que son chupas… aún nos iban a servir durante un rato. (Aquella es una zona más fría que la nuestra, y se notó toda la ruta de ida…)

Lo primero, cruzar el bosquecillo de –creo que eran- chopos… que iban soltando una pelusilla blanca, que iba a ser una verdadera pesadilla para Irene, y para cualquiera que padeciera alergia.
Era una verdadera plaga…!!
Estaba por todas partes…!

Suerte que bastó con salir del bosquecillo… y encarar para el centro del evento, para dejar de pisar pelusilla de aquella…



La verdad es que habíamos llegado bastante pronto. Pero si tenemos en cuenta que cuando pusimos el horario de ésta salida… lo hicimos sin conocer el programa, y guiados por el amigo Choppers, que ya que la salida se propuso gracias a él, le dejamos elegir el día… se puede decir que tuvimos mucha suerte…!

Pues igual que llegamos al tiempo que llegaban los primeros del día…

…estuvimos expuestos a llegar, y que aquello no arrancara hasta la tarde…!!

Con lo cual –y como suele decirse- nos podíamos dar con un canto en los putos dientes. Sí señor…!!



Al ser pronto… la mitad de los tenderetes estaban a medio abrir.

Los músicos en el escenario… empezaban a hacer sus primeras pruebas de sonido.

El bar de la concentra, estaba montando del “mise in place”…

La parada de las escopetas de air-soft, estaba vacía…

Vamos, que teniendo en cuenta que había un bareto en el pabellón… y que a todos nos apetecía almorzar… decidimos ir a buscar los bocatas almuerceros a la moto, y dedicarnos –así- al momento más suculento de la mañana…!! Je, je, je…

No sin antes pasar por la parada de churros… donde Irene se pillo un cucurucho de churros… que –lamentablemente- no pudo acompañar por chocolate…! Pues la máquina para calentarlo… no le funcionaba al menda de la parada. (Qué lástima! Porque precisamente optó por los churros… para calentarse con el chocolatillo…)



Afortunadamente, en el bar le pudieron hacer uno…!! Ole…!!

Y un bocadillo a Pitu… que –despistadillo él- no se había coscado de la posibilidad “bocadillera” de la salida.
Así que pedimos su –si mal no recuerdo- bacon con queso… los refrescuelos de cada cual… El chocolate de Irene… La infusión de Eolia…

…y nos sentamos en la mesa terracera, donde un Lorenzo calentón nos fue tostando la almendra al tiempo que íbamos zampándonos los bocatas.



Allí sentados pudimos observar los primeros camiones en llegar al evento…!!

Camiones pintados, decorados, aerografiados… y cargados de focos, luces, letreros, defensas enormes…
Vamos, unas verdaderas joyas…!!

Unas joyas… con unos claxon –modelo trombón desorejado- que hacían sonar enérgicamente para anunciar su llegada…!!

Pedazo de bichos…!!!

Como nos contaría –al día siguiente- el amigo Ferran… (Los que vinisteis a Blanes, lo pudisteis conocer…) …algunos de los propietarios de esos camiones estaban subvencionados por la propia empresa para la que trabajaban.
Ya que Ferran era camionero… y nos dijo que algunas empresas –para mejorar la estética general de la flota-, se ofrecían –hace años- a sufragar parte de la inversión.
Realmente asombroso…!!



Cuando terminamos de almorzar… (Por cierto, en los cafetines me quedé sin la mitad de mi postre, porque un abominable hombre de los dulces, se apoderó de lo que quedaba de mi donuts… sniff… sniff…) …decidimos que definitivamente, había llegado la hora de ir hasta las burras… y dejar allí las chupas.
Pues ciertamente… el sol empezaba a tostar hasta las piedras!!
Si es que a mediodía… las lagartijas iban con cantimplora…!! Je, je, je…

Así que nos fuimos a las monturas, guardamos –como pudimos- las chaquetas… y nos fuimos de cabeza a los tenderetes!!
Que ya estaban todos abiertos… y siempre es un placer perderse a chafardear por ellos…



De los tenderetes, tiramos para el parking de los camiones. Donde dejamos rienda suelta a las glándulas salivares… que empezaron a segregar babas en plan “las catatas del Niagara”…!!
Y es que no era para menos…!!

Menudas máquinas!!!

Pedazo de gigantes de la carretera… que viniendo –como venían- sólo con la tractora, miedo daba sólo de pensar en verlo todos en caravana, lanzados a la carrera del asfalto…



El amigo Juan Ninja, se “perdía” constantemente… desapareciendo, y apareciendo –por regla general- cerca de algún tenderete.
Y acabando de ver los camiones que había a eso de las once de la mañana, lo encontramos justo en el tenderete de las botas –Sendra- y los sombreros cowboy…!
Donde demostró unas dotes, que hasta hoy sólo había observado –y a un nivel exagerado- en un amigo mío de la infancia…
Mi amigo entraba en una tienda… y tras pensar un par de segundos, señalaba un producto.
No os preocupéis… que “siempre” era el más caro de la tienda…! Je, je, je… Qué ojito tenía el colega…!
A su pobre abuela la tenía frita… je, je, je…

Pues a Juan Ninja, la mañana del sábado, en Torelló…

…frente al tenderete de Sendra, le pasó exactamente lo mismo…!!

Se interesó por unas botas, y dio en el clavo!!

Pero en toda la cabeza, eh…? Zasca!! El par de botas más caros del tenderete… y seguro que de toda la concentra…!

Luego… mira que había sombreros para elegir. Y de mil materiales…!!
Pero noi… se fijó en uno negro que había en una esquina… y resulta que el ejemplar en cuestión doblaba el valor de cualquiera de sus compañeros…!

Casi ná!!



De allí nos fuimos de nuevo a las burras…
…creo que para echar unas fotiquis. Y allí tuvimos el placer de saludar –y evidentemente, admirar su imponente montura- a Matotipi…!!

A quien volveremos a saludar –si todo va bien- el próximo día uno de junio… en la Matinal de los amigos Birraiders… (Qué ganitas que llegue…! Je, je, je…)


De ahí… volvimos para los tenderetes, donde el amigo Guille se procuró un “paratu” de esos pierneros –hermano del que se procuró en la Matinal de Lacetanis, y que se agenció su media naranja- que por fin lo encontró en negro…!

Luego… echamos unas cervecitas en el bareto de la concentra, mientras observábamos las motos chopper pequeñas, y la imitación de hot-rod… que llevaban unos chavalillos, que eran indiscutiblemente… los reyes de la fiesta!!
No lo pasaron poco bien, yendo arriba y abajo toda la mañana… con cara de malos malotes… je, je, je…



Y bueno…

Nueva visitilla a los camiones, que cada vez había más, y más guapos…

Un ratín escuchando el grupo del escenario -que lo hacía de puto lujo…

Pero pronto comprendimos que sin quedarnos allí a acampar, no iba a tener mucho sentido quedarnos hasta muy tarde.
Ya que realmente… la fiesta gorda sería por la noche. Y si nos quedábamos a comer… lo único que haríamos sería ver una y otra vez, todo aquello que ya teníamos visto.
Y en el mejor de los casos, cuando nos tuviéramos que ir… sería justo cuando empezara “lo guapo”.
Así que después de deliberar al respecto… decidimos ir levantando campamento. Pues si nos poníamos en marcha en breve… aún nos podríamos echar una ruta más que guapa de regreso, parando a comer en algún paraje chulo.



Dicho y hecho…!!

Nos fuimos para las motos… y comentando las posibilidades de regreso, pensamos en no hacerlo por la misma ruta de ida.
Y por el contra… nos planteamos hacerlo por el Vallès, presumiblemente parando a comer en el Montseny.
Pero al ir a poner mi GPS -que ya me falló en La Cabra Mocha de 2013-, nos tuvimos que rendir ante la evidencia que el pobre aparato ya ha pasado a mejor vida. (Y no me extraña… porque me parece que es el que usó Julio Cesar para ir hasta Barà a inaugurar el Arco de Triunfo… je, je, je…)

Así las cosas, no nos quedaba otra que confiar nuevamente en mi pobre sentido de la orientación… que –mal que lo diga- no se había portado nada mal a la ida…!
Con lo cual… no había motivo para desconfiar a la vuelta…

No obstante… antes de salir, y curándome en salud… ya hice más de una broma al respecto, por si acabábamos comiendo camino de Despeñaperros, o cerca de Huesca… ja, ja, ja…



Nada más salir de allí, me di cuenta que no tenía –speaking in silver- ni la más puta idea de hacia dónde encaminar mis gomas…!
Así que salí… tiré recto… y al llegar a la rotonda, no sé qué iluminación divina, o qué efluvio pasado de una antigua botella de Ruavieja me inspiró…

…pero fue como rodar por raíles…!!

En menos de un minuto, habíamos salido de Torelló, y tirábamos por la C17 de nuevo, bajando dirección Vic…!



Luego… no sé, pero se conoce que me envalentoné… y ala!! Ahí me tenéis… tomando decisiones sobre la ruta, sin la más repajolera idea de si iba –o no iba- en la dirección correcta…

Que si ahora a la derecha…

…que si luego a la izquierda…

Pero claro, teniendo en cuenta que no teníamos un destino demasiado concreto…

…y que la idea de ir al Montseny, a Granollers, o “por la zona del Vallès”, era una idea un poco etérea…
Estaba claro que cualquier dirección nos iba “relativamente” bien… je, je, je…



Pero claro, la idea “principal”… era ir dirección Granollers para –si se terciaba- subir a comer a Montseny.

Así que cuando vi el cartel que mandaba para la C25 “dirección Barcelona”… me metí!
Envalentonado como estaba… ya tomaba decisiones en la ruta, como aquél que hace calceta… je, je, je…

Sólo que –melón de mí- no caí en la cuenta que –de haber seguido por la C17, hubiéramos ido a parar –igualmente- a Granollers…!

Y es más!!

Cuando vi el cartel que indicaba –precisamente- “Granollers”…

…necio de mí, aún me lo creí más… pensando que –cual hacha en la materia- había acertado en la ruta…! Pero no!
Pues ese cartel… sólo indicaba –precisamente- cómo volver a la C17… (Sic)

Si es que… no se puede ser más melón…!! Je, je, je…



En un momento determinado, el amigo Pitu adelantó al grupo con la intención de detenerlo en la siguiente gasolinera… donde rellenar las tripas de su pequeña. (Recordemos que Pitufina –cuando anda con menos de medio depósito- tiene la fea costumbre de pararse por las cunetas…)

De tal modo que siguiendo una de las normas más básicas del Decálogo…

…no sólo detuvimos las burras, si no que todos llenamos depósitos.

Y estando allí parados, petando la charlica… elucubramos con las distintas posibilidades que se abrían ante nosotros para comer. Pues como digo… mi idea era tirar para la zona de Granollers –posiblemente para el Montseny-, pero no había nada firme –ni muchísimo menos.

Así que comentando la jugada… descasando allí, a lomos del Tagamanent…

…y tras valorar distintas opciones, entre las cuales se encontraba ir a “La Cantonada”, en Castellar del Vallès. Pero la idea de cruzar luego Terrassa o Sabadell, nos destrempó bastante… je, je, je…

…finalmente decidimos que mi adorada Eolia nos haría de Cicerone, para que –cuando llegáramos a La Garriga- nos llevara a un parque bonito donde zamparnos los bocatas que llevábamos para la bocadillera.

Una idea bastante simple… pero idea al fin y al cabo…!
Y siendo la hora que era… y con los estómagos atribulados y pidiendo pitanza, nos pareció de lo más acertada…!!


Ya nos tenéis de nuevo en la ruta…!!

Bajamos por la carreterilla de marras… curvera –curvera rápida… pero curvera-, y parecía que con un destino fijo en la mente, la ruta se hacía más impaciente…!

Poco a poco… fuimos devorando kilómetros hasta que –al salir de una curva-, descubrí que no llevábamos ni a Juan Ninja, ni a Pitu…! Así que busqué –en cuanto pude- un lugar seguro donde detenernos… y allí nos paramos a hacer lo único que podíamos hacer en esas circunstancias:

Esperar…!!

Y es que la puñetera carretera… tenía una separación central con las populares “New Jersey” de hormigón, y dar la vuelta para ir a ver qué había pasado… era del todo imposible.

Al poco… llegó Juan Ninja. Que nos dijo que Pitu había parado… y claro, él se detuvo mucho más adelante que él… y no tenía forma de ir hacia donde éste estaba.
Otra vez Pitufina se había detenido…!!
Pero cómo?? Si le acabábamos de llenar el depósito…!!

Llamamos a Pitu… pero los dos móviles –el del curro, y el privado- estaban apagados… o fuera de cobertura.
Puta tecnología…!!

Qué minutos, companys…!!

Eternos!!

Finalmente… cuando un servidor ya empezaba a plantearse tirar hacia adelante, buscando la forma de dar la vuelta…

…vimos aparecer –desde la última curva- a Pitu a lomos de Pitufina, cabalgando sobre el asfalto… con la sonrisa en la cara…!! Je, je, je…

Se detuvo…

…nos miró…

…no hizo comentario alguno sobre Pitufina, y –mirándole a los ojos- le dijo a Juan Ninja:

- “Tú… tú no has perdido algo…??”

Y sin esperar respuesta alguna, se bajó de la burra… abrió el baúl trasero, y sacó –ante la atónita mirada de los presentes- cual si se tratara del mismísimo Fumanchú… la matrícula de la montura de Juan…!!

Con embellecedor y todo!! Je, je, je…

Vaya tela!!
Nosotros criticando a Pitufina… y lo que había pasado es que la montura de Juan perdió la matricula, y a poco estuvo ésta de estrellarse contra nuestro Secretario…!!



Una vez repuestos del susto… volvimos a componer el grupete de ruta, y salimos raudos hacia nuestro siguiente destino:

La Garriga…!!

Donde pararíamos a comer… y satisfacer así, unos atribulados estómagos moteros, que desde hacía rato estaban rugiendo cual leones… tapando –incluso- las sonoras pistonadas de las monturas…!

Afortunadamente, no tardamos más de cinco minutos… y ya nos encontrábamos entrando en la población.
Eolia, que en ese momento descubrió que la inexorabilidad del paso del tiempo, confunde los recuerdos más vívidos… nos guió como pudo. Pero no fue hasta que nos detuvimos en el parking de un Caprabo –a por una nueva melonada mía- que nos indicaron perfectamente, hacia donde dirigir nuestros pasos.

Y es que mi menda lerenda –y aquí viene la melonada- quiso parar para que pilláramos bebidas fresquitas.
Pero se ve que los hipermercados estos –muy hideputas por cierto- no tienen bebida fresca… y claro, eso nos provocó serias dudas… hasta que una clienta simpática del hiper, nos indicó cómo llegar a un “Paqui” donde las podríamos comprar.
Así pues… arrancamos las burras, y nos fuimos para allá…!

Bueno, “para allá”… “para allá”… no exactamente… je, je, je…

Pues un servidor, haciendo gala de su merecida fama de desorientado… intentó seguir las indicaciones de la simpática señora… pero metí la zarpa, y acabé metiéndome en una calle que poco o nada tenía que ver con lo que nos habían indicado unos minutos antes…
Así que las féminas de la colla, decidieron ir –a patita- en busca de un lugar donde pillar los bebercios…

…pero no sé si por la hora…

…por el hambre…

…o porque nos acabó saliendo de las mismísimas pelotas…

…pero el caso es que cuando descubrieron un local medianamente aceptable, decidimos dejar las burras… y dirigirnos allí, directamente a zampar! Que ya era hora…!! Je, je, je…



El local… un garito de centro comercial, con terracita exterior donde –los que todavía echan humo- podrían fumar… era una verdadera maravilla en cuanto a pitanza se refiere…!!

Nos sentamos en la mesa… (Bueno, en las sillas de la mesa… je, je, je…) …y una camarera novata –pues según nos dijo- ese era su primer día, nos atendió.

Pedimos bocadillotes… y un par de bravas que –acertadísimamente- nos las trajeron sin salsas.
Pues la idea es que cada cual se ponga la que desee… ya que la salsa picante que acompañaba la mahonesa, no era “brava”.
No lo era… por dos razones:

Primero, aquello no era “salsa brava”… porque la salsa brava es distinta. (Completamente)

Segundo, aquello podía tener cualquier adjetivo calificativo. Se podría llamar de cualquier modo…
Pero jamás “brava”…!
En todo caso… “salsa traidora”… “picante retardado”… o incluso “picante que va en aumento”…!!

Ya que la muy cabrona de la salsa… se presentaba como “suave” al primer bocado. Y claro… uno se aficiona en confianza… y ala!! A comer sin miedo…!!
Pero ay!! En cuanto te descuidabas… la “salsita” se ponía las pilas… y te metía la del pulpo!! Je, je, je…

Afortunadamente, los bocatas salieron justo para apagar –con su pan- los picantes de las bocas…

Zampamos a gusto, y sin más prisa que la de ir metiéndonos para adentro del local –corriendo poco a poco la mesa- huyendo del sol que cada vez nos calentaba más los cascos y chupas de la mesa contigua.
Y es que no veas como pegaba el Lorenzo…!!

Los más golosos… nos echamos unos postres helados cucurucheros, y en breve –poco después- liquidamos “la dolorosa” en la barra… dispuestos a ponernos en marcha y afrontar la que sería, la última parte del viaje de regreso…!

Ala pues! A por las motos…!!



Salimos del garito… recordando que La Garriga es un pueblo muy bonito, que ha dado al mundo grupos tan especiales como “Dusminguet” y “La Troba Kung-Fú”.
Pero también es un pueblo caro donde los haya… y “la dolorosa” del local, nos lo demostró.
Pero bueno… con no volver más, listos.

Llegamos a las burras… y le tuvimos que echar un par de cojones para atrevernos a montar en ellas que –por si no lo habíais imaginado- llevaban como una hora y media a pleno sol… pillando una “chicha” impresionante…!

Así que más que meterle “huevos” al tema…

…lo que hicimos fue enfundarnos las chupas, montarnos en la burricas…

…y concienciarnos que lo que son los huevos, llegarían bien “duros” a casa… je, je, je…



Echamos rutica desde La Garriga a Granollers… con mi GPS especial para la zona del Vallès –Vallès Oriental, eh..?- que es mi adorada Eolia…

Pasamos aquellas sinuosas carreterillas…

…cruzamos Corró de Vall…

…y cuando –precisamente- andábamos cruzando Granollers, como era de prever… me preguntó si nos podíamos parar a saludar a mi simpática suegra –su mami- Dolors.
Y eso hicimos…!!

Paramos en una calle lateral… y mientras nosotros nos quedábamos en las motos, vigilándolas… y petando la charlica…

…ella se fue en busca de su “mami”, con quien compartimos unos minutejos, al tiempo que nos preparábamos –ahora sí- para afrontar el “penúltimo” tramos de la ruta.
Pues acordamos que pararíamos a echar un refrigerio en l’Ordal… donde –además de descansar- nos despediríamos…



De quien nos despedimos, fue de mi campechana suegra –una segunda mami- y nos fuimos –pasando frente al local de Druïdes- en busca de una de las vías más rápidas de la zona.
La popular AP7…!

Qué asquito le tengo yo a esa “P”… Puaj…!!

La pillamos dirección Tarragona… y a la altura de Molins de Rei, nos salimos –evitando esa “P”… je, je, je…- y nos metimos nuevamente en nuestra vieja y cariñosa amiga, la popular N340…!
Con ella iniciamos la ruta… y con ella la terminaríamos…!



La ruta en sí, fantástica!!

Salvando las distancias… cuando uno cruza Vallirana… pues aquello es una cortada de rollo en toda regla, para cualquier ruta, por muy tranquila que sea…

Pero el ritmo fue sensacional…!!



Y hablando de Vallirana...

Justo estábamos saliendo de ella, cuando descubrí que nuevamente nos faltaban Pitu y Juan Ninja...!
Así que me detuve -ésta vez, en un sitio donde podía dar la vuelta-, y tras dejar a Eolia junto a Guille e Irene, fui en busca de nuestros amigos, para averiguar qué había pasado.

Pero la ley de Murphy siempre está ahí...! Y evidentemente, justo salir en su busca, me crucé con ellos...! Je, je, je...

Vueltecica en la rotonda... y a ver qué había pasado...

Resulta que ésta vez, el borde cromado embellecedor que lleva Ninja por todos sus cantos... se despegó. (Presumiblemente, lo medio arrancó la matricula al golpearlo al caer... y el aire hizo el resto...)

Otra anécdota para la saca...! Je, je, je...



Poco a poco… fuimos devorando todos y cada uno de los kilómetros de asfalto que se ponían frente al grupo…

…y sin prisas, pero sin más pausas, llegamos a l’Ordal…!!

Mi menda lerenda, haciendo nuevamente gala de sus melonadas… no detuvo el grupo al entrar en el pueblo –donde había un bareto- pensando que más adelante pararía más cómodamente.
Pero… no había más bares…!!

Así que seguimos ruta… pensando “al siguiente pueblo”.

Pero en el siguiente, que era El Pago, tampoco había baretos…!!

Con lo cual… seguimos… y terminamos parando en Avinyonet del Penedès. Donde había un bar… justo al inicio de la carreterilla de Olesa de Bonesvalls.

Un bar llenito hasta los topes, gracias al “opio del pueblo”… (El mal llamado futbol)

…así que decidimos que ya metidos en harina, no venía de ahí.
Y si eso… la cervecilla fin de ruta la echaríamos –a falta de la Sede, que todavía no abre por las tardes- en “los chinos”.
Socorrido bareto que nos sirve de sucedáneo –descafeinado, eso sí- cada vez que tenemos nuestra casa cerrada.

Por lo tanto… arrancamos motores nuevamente, recorrimos los pocos kilometrillos que nos separaban de la plaça Salvador Puig Antich, y tras estacionar nuestras monturas al ladito de la terraza…

…nos dispusimos a celebrar el “momentazo” de toda ruta…!!

El instante –de paz infinita- cuando llegamos tras meternos semejante salida, y nos disponemos a comentarla, saboreando exquisito zumo de cebada…

De ahí que ese momento –en AMICUS- lo llamemos “cervecilla fin de ruta”…!!

Si es que somos de un original que tumba, coñio…! Je, je, je…



Allí estuvimos un ratejo… pero la hora era la hora. Y a pesar que ganas no faltaban… no dimos oportunidad a una segunda ronda…

Nos despedimos unos de otros… y de allí, cada cual tiró para su casa:

El amigo Juan… allí mismo. En la rambla de la Girada…

Pitu, para el Pla del Penedès…

Guille e Irene –con quienes compartimos gran parte del trayecto de vuelta- a Les Roquetes…

Y finalmente, Eolia y un servidor de ustedes… a La Blanca Subur.



Cada mochuelo a su olivo, después de una salida –como dije al principio- pseudo-preparada…

…con un punto de improvisación –propio de éste tipo de salidas de un día- que la convirtieron en irrepetible…!!


Aunque… el día que queráis, juntamos toda la troupe… y nos proponemos el reto de no sólo repetirla, si no mejorarla…!

Que si nos juntamos todos… no va a ser difícil, companys!!

Oh, yeah…!!!




NaCluT!!!