dissabte, 31 d’octubre del 2015

Castanyada AMICUS...!! TOSSA DE MAR.

Por Anna:


El 31 de octubre, la gente tradicional celebra la castanyada, la gente moderna se tira pal Halloween, y nosotros, pos nos vamos de ruta.

Esta vez... a la Costa Brava, sitio escogido : Tossa de Mar. Un pueblecito precioso.


Amanecimos con niebla, mucha y muy densa, el trayecto hasta Vilafranca fué a ojos tapados pk no veíamos una mier..., incluso nos desviamos del camino, por error.

La ruta hasta el Ordal, en donde cafeteamos, tres cuartos de lo mismo, al ir despuntando el dia, habia algo más de claridad pero, entre el frio, y la niebla, la ruta fué, como poco...Super chulaaaaaa!!!

Porque si, porque en los momentos dificiles, es cuando un motero, un motero verdadero, se lo pasa bombaaaaa!!!

Y nos lo pasamos en grande, pelaítos de frio llegamos a un bar del Ordal, Pepe, Mary, Jaque y Anna (esa soy yop).

Y pa la gasolinera de St Vicens, a echar gasofa y a reunirnos con Txetxu, el Capi, úsease, el que se supone que se sabe la ruta, y, sobretodo, el que sabe lo que queremos.

Y qué queremos? Desayunaaaaaar.!

Y desayunamos en un sitio hiper chulo, hoy voy a dedicar la crónica al Bar Restaurant Plà de Fogars, un local que nos encantó, por su diseño (unas mesas redondas más guapas), por su atención (una camarera hiper simpàtica, com diem a la meva terra, molt trampada), por su comida (guauuuuu, de buena, y guau de completa) y por las brujitaaaas!

Una espécie de colección de brujitas, tb conocidas como suegras (sorry, suegras que nos leeis), estrategicamente repartidas por tooooda la sala, una sala super grande, y genialmente decorada.

Una colección de ratafia (tomaaaa), unos panes de payés que te llegan para toda la semana, un croasan gigante (Croasan amicus) y un Hipo de juguete que nos acompañó durante todo el desayuno.

Un allioli tremendo (a mi plim si luego no me dás un beso), unes torrades de les de tota la vida, una escalibada hiper completa y un caliu a hogar dulce hogar que no puedo transmitirlo con palabras, hay que ir...apuntadlo en la agenda, porque hay que volver a ir ...

Esa mesa redonda nos espera!!!

Bien, Pla de Fogars , Bar Restaurant patrocina este espacio, cafés gratis, como mínimo, creo que conseguimos jeje

Sigamos que nos vamos para Tossa, pos valen, ahora empieza el Capi a hacer de Capi como ese tio que dicen q está en el cielo manda...

Salimos de Hostalric, rumbo a Blanes, alli nos perdemos por primera vez, damos las dos vueltas de rigor para confirmar que, efectivamente, el Capi no tiene ni pajotera idea de como salir de ahi, una vuelta más, parada, miramos gps, valen, ya lo tengo, retomamos ruta, y para Lloret, en Lloret un semáforo, dos semáforos, veinte semáforos, nos chupamos medio pueblo, y al último semáforo, como queriendo dejar huella, nuestro Capi nos pega una megafrenada que el chirrido se oýó hasta en Benicarló, ¡menudo zusto, tio!

Bien, vamos a por una cerretera, que nos dice el muchacho que tiene 365 curvas, pos valen, una curva, dos, tres, cincuenta y tres...Tossa de mar.

Tantos recortes, tantos recortes y nos han dejado hasta sin curvas, mierda de govierno!

Aparcamos en Tossa, vamos pa la playita, super guapa, un mar azul, super azul azulado, de esos azules que ya te gustaria que te quedara siempre la ropa, y no hay tutía, pos el mar de Tossa, yo no sé como lo lavan, pero nunca pierde ese tono de azul tan bonito.

Subimos al castillo, vestidos de moteros, con la chupa, las botas, los pantalones, buuuuffff, quina calor! Super xulo, unas vistas espectaculares.


Ruta de retorno, tras patearnos medio pueblo, absolutamente sedientos, hasta encontrar las motos que, habíamos dejado aparcadas en la quinta pirula, nos vamos de Tossa para irnos a comer al conocido sitio de “donde veas un bar restaurante que te parezca bien, paras”.

Y, tras una deliciosa ruta curverina (a falta de curvas antes de Tossa, nos las comemos para Maçanet) en donde paramos, en un Bar Restaurante que nos pareció bien, en donde comimos, y comentamos la jugada.


Y pegamos la vuelta, la vuelta fué una gozada, el sol se nos aparecia entre los árboles, todo jugueton, ahora te veo, ahora no te veo, te veo, te veo, no me vés, no me vés...

Te deslumbraba, pero el momento fué hiper mágico, de esos que retienes en la mente y no olvidas en la vida, la verdad es que yo, que yendo de copilota, disfruto como nadie del paisaje, consideré ese momento, como una maravilla, de esas que merecen la pena vivir, y recordar.

Paradita en Granollers, para reposar culitos y tomarnos algo, charla que te charla hasta que se hizo de noche, y para casita, rum, rum, rum, esta vez sin retenciones, y al hogar dulce hogar.

Una ruta muy bonita, vivida junto a los compis Txetxu, Pepe, Mary, Jaque y yop.